¿Devaluar o actuar, creer y crecer?

Estamos en un tiempo en que el Gobierno debería hacer el mayor esfuerzo para llegar al cambio de mando con el país no solo ordenado, sino ya lanzado a una nueva etapa de desarrollo, donde la esperanza de un futuro mejor sea lo que nos movilice a todos los que aquí habitamos y nos lleve a poner nuestros bríos en este nuevo sueño.

Normalmente la economía es uno de los factores dirimentes en cuanto a las expectativas, ya sea potenciándolas o minándolas en caso de que esta sea recesiva.

Los últimos Gobiernos han tenido la virtud de poner al país en marcha y devolverle no solo razonables niveles de actividad y empleo, sino además de restablecer las bases fundamentales de sanidad en lo económico, como es el ratio de deuda en relación con el PBI o la normalidad de un sistema bancario donde no hay riesgos que atenten contra su estabilidad. Esto a pesar de no haber podido terminar con el problema que representa esa pequeña porción de deuda aún no reestructurada en manos de los holdouts, o la inflación superior a un dígito.

Como dijimos, las expectativas son fundamentales para todos los actores económicos. En este orden, aventar el temor a la pérdida de valor de los activos es fundamental, y se hace imprescindible aliviar las tensiones en el horizonte cambiario, dando certeza de la razonabilidad del valor de la moneda y evitando corridas de capitales que no solo se dolaricen, sino que además se fuguen del país. Continuar leyendo

¿Pagaremos 26.000 millones de dólares en 2016?

En los últimos días, en medios nacionales e informes financieros, se dijo que el año próximo deberíamos pagar U$S 26 mil millones, incluso que no hay forma de financiar estos vencimientos sin recurrir al FMI. A simple vista parece que el gobierno le deja un campo minado al próximo gobierno. Pero la información es engañosa ya que se incluye en esta cifra la letra que entregó el gobierno al BCRA por algo más de U$S 9.500 millones cuando hace 10 años le pagó al FMI tomando dinero del BCRA. Obviamente esta letra no debe ser cancelada ya que es una obligación intra estado, por lo cual es renovable por el solo acuerdo del BCRA y el ejecutivo del gobierno. Continuar leyendo