Se denomina “high yield” a todo aquel bono que posea un alto rendimiento, es decir, bonos que pagan tasas de cupón alta o tasas de retorno altas.
Los bonos high yield son activos de renta fija que ofrecen una elevada rentabilidad, debido a que son emitidos por empresas y Estados que poseen una calificación crediticia por debajo del nivel de grado de inversión (o “Investment Grade”), que son los bonos comúnmente denominados “high grade”. Estos títulos son apropiados para inversores con mayor tolerancia al riesgo, dado que presentan un riesgo de insolvencia superior a los bonos investment grade.
Los títulos de deuda corporativa high yield han sufrido un duro revés. Primero por la expectativa de suba de tasas de referencia en Estados Unidos en la primera parte del año. Luego, en la segunda parte de septiembre, cuando la aversión al riesgo se fue apoderando del mercado.
El problema es que se trata de una clase de activo tan particular que a veces reacciona como un bono y muchas veces como las acciones, por los niveles de riesgo que conllevan.
De hecho, la correlación entre las acciones del S&P 500 y el ETF de bonos high yield HYG de bonos de empresas de bajas calificaciones es de 0,667, muy elevada para el acumulado de este año: Continuar leyendo