Márgenes de política económica e inventario

Es llamativo, sin saber los motivos, que el flamante Gobierno, a hoy, no precisara en público de modo detallado —un inventario— el colosal desarreglo macroeconómico dejado por la anterior gestión. Aquel no releva al Gobierno de aplicar las debidas correcciones, de forma acertada, pero es innegable que ese antecedente, como se suele encarar en determinados análisis económicos, arrima cierto valor entre predictivo y explicativo de las implicancias posteriores. Hay serios condicionantes, costos y tensiones, como compromisos en el uso de las políticas, no entendibles sin una cabal comprensión de ese pasado. Asimismo, juega la propia concientización de los agentes en general de las restricciones operantes.

Veamos un par de ejemplos al respecto. Por un lado, es obvio que la liberación mayoritaria del nefasto cepo, apelando básicamente a un mercado de cambios único, flotación intervenida mediante —detrás de un mayor realismo cambiario (cuyo alcance está aun abierto) —, se aplicó con falta de un plan estrictamente integral. Aún no se completó el stock de intervención señalado. Luce ausente el hito referido al crucial binomio fiscal-monetario, con lo cual, como cable a tierra, se asume cierta política de ingresos activa (aludimos al criterio en la pasada nota “Estrategia de choque y política de ingresos activa”) —queda en pie el capítulo salarial— y al alza de la tasa de interés. Continuar leyendo