El dólar sigue retrocediendo y, tal como mencionaba en la columna anterior, el efecto tasas ha sido mucho más exitoso que las intervenciones previas en el mercado de cambios, en las cuales el Banco Central (BCRA) “sacrificaba” reservas internacionales.
El BCRA ha dejado muy clara su posición de no convalidar un dólar en torno a los 16 pesos para evitar una mayor presión sobre el nivel de precios de la economía, y la utilización de todas las herramientas de política monetaria a su alcance han generado no sólo una caída en la cotización de la divisa norteamericana, sino también un cambio en las expectativas de los agentes.
El principal error del BCRA fue creer que el mercado de divisas se había estabilizado rápidamente, luego de la salida del cepo cambiario. Redujo muy rápido la tasa de interés de Lebac de corto plazo y, aunque continuó absorbiendo el excedente de pesos, los menores rendimientos de los activos nominados en pesos generaron que parte importante del dinero en circulación se volcara al mercado de cambios y presionara sobre el dólar, hasta llevarlo a niveles que el Gobierno parece no estar dispuesto a aceptar.
Si bien por el momento la estrategia de Federico Sturzenegger y su equipo ha sido exitosa para hacer retroceder la cotización del dólar, hay que estar atentos: la creciente emisión de Lebac de corto plazo, con un alto rendimiento hace que todos los meses el BCRA tenga que renovar los papeles o emitir más pesos; ambos con efectos negativos para la economía en el mediano plazo. Continuar leyendo