Esta semana el INDEC publicó dos resultados que nos muestran el frágil estado en el que se encuentra la economía argentina.
Por un lado, el organismo oficial confirmó lo que se venía observando en el mercado de trabajo desde hace unos meses: en el segundo trimestre aumentó el desempleo, ubicándose en el 7,5% de la población económicamente activa (PEA), 0,3 puntos porcentuales por encima del mismo período del año anterior.
Debe destacarse que no sólo se incrementó el desempleo, sino que también se contrajo fuertemente la tasa de actividad, que muestra la relación entre la PEA y la población total, la cual pasó de 46,5% a 44,8% y la tasa de empleo que cayó de 43,1% a 41,4%.
La primera tasa muestra una caída de la oferta de trabajo, debido a que muchos trabajadores que se encontraban en el mercado de trabajo se retiraron de él, al no encontrar un empleo. En tanto, la segunda tasa indica una baja en la contratación de las empresas, es decir una contracción en la demanda de trabajo.