Durante los últimos dos años, nuestro país y su conducción política encabezada por Cristina Fernández de Kirchner ha librado una importante batalla para continuar con un modo de acumulación económica que permita el fortalecimiento de la industria local, el mantenimiento de los niveles de empleo y de consumo de las grandes mayorías.
En un marco de crisis global, varios centros del poder mundial como Europa ven caer a pedazos su ciclo neoliberal frente al cual aplican recetas que no hacen sino profundizar la crisis mediante ajustes, flexibilización laboral y pérdida de la capacidad de acción de los estados nacionales.