Lo que hoy está en juego en nuestro país es el valor y respeto por la democracia. Como bien expresó Mauricio Macri en su conferencia de prensa, “no hay democracia sin libertad de expresión, y no hay libertad de expresión sin libertad de prensa”. Paradójicamente, lo que busca el Gobierno nacional es lo contrario: callar las voces de los medios independientes que tengan una visión distinta a ellos.
Es que según su concepción, haber ganado las últimas elecciones, les da el poder absoluto y la impunidad de hacer lo que quieran sin necesidad de respetar la Constitución, las instituciones ni la propia libertad de prensa. Pero tenemos que entender que cuando un gobierno concibe de esta manera la democracia, su esencia se pierde, y pasamos a formar parte de un autoritarismo, donde sólo se puede opinar de una única manera.
Afortunadamente, tenemos una Constitución que es muy clara al respecto y defiende los derechos de los ciudadanos, sobre todo la libertad de expresión. Lo que es lamentable es que quienes hoy gobiernan la nación no la respeten y quieran “ir por todo”. Ya fueron por la Justicia, ahora buscan controlar también los medios de comunicación.