Ayer, 12 mayo, se conmemoró el día internacional de la enfermera, fecha elegida por constituir el aniversario del nacimiento de Florence Nighingale (1820-1910), pionera en el arte de esta profesión que hoy todos conocemos como “enfermería”.
Florence Nightingale cobró reconocimiento público durante la guerra de Crimea (1854-1856) por su desempeño mientras atendía a los enfermos y heridos. Finalizado el conflicto, abocó sus esfuerzos a desarrollar proyectos de educación para formar nuevas enfermeras. Podría haber tomado el camino de una mayor exposición social, ocupando cargos de mayor prestigio público, sin embargo, decidió embarcarse en otro proyecto: la creación de escuelas de enfermería con altos estándares de calidad. Para Nightingale, la formación no terminaba allí, sino que debía continuar más allá de la escuela y constituir un proceso de perfeccionamiento continuo.