Este mes celebramos el Día del Trabajo. Nosotros, los católicos, tenemos la memoria litúrgica San José Obrero, pero la cuestión del trabajo debemos subrayarla siempre como central de una economía sana. También es un aspecto central de la doctrina social de la Iglesia. La famosa encíclica Rerum Novarum del papa León XIII, hacia fines del siglo XIX, era una fuerte protesta contra la situación esclavizada que vivía el trabajador en aquella época.
La cuestión del trabajo es el punto central de una economía sana y, por tanto, el funcionamiento de una economía consiste fundamentalmente en ordenar las cosas de tal manera que pueda producirse empleo genuino. En la última década, se ha vivido una situación inversa, pues no hubo un proyecto de desarrollo integral de la nación y se hablaba de crecimiento, pero era un crecimiento basado en el consumo. Es un consumo que termina en consumismo. Vemos personas que no tienen suficientes ingresos para vivir y compran lo que no es imprescindible, como, por ejemplo, televisores de última generación y viven de subsidios. Continuar leyendo