A pesar de la baja interanual, durante el mes de julio se patentaron 61.213 vehículos en la Argentina. Un 30% menos que en julio 2013, pero un 15% más que en junio de este año.
Estos datos son positivos ya que patentando 60.000 autos por mes llegaríamos a un mercado de más de 700.000 autos 0 km al año, que es una cifra auspiciosa.
Patentar 700.000 autos denota que la oferta de todas las marcas estuvo a la altura de las expectativas de la demanda, que hay modelos con precios disímiles buscando llegar a todos los presupuestos, que las ventas financiadas no sólo crecen sino que lo hacen de manera sostenible.
Analizando el aumento en las ventas, vemos que el plan del Gobierno y de las automotrices contribuyó mucho. Las terminales ofrecen planes muy convenientes para financiar autos, complementando así las opciones que presentan los bancos. El plan ProCre.Auto ayudó a cerrar operaciones, generó movimiento en los salones de ventas y es percibido por el público como una opción atractiva desde lo financiero por sus 36 cuotas fijas en pesos y el resto a una tasa razonable.
Más importante aún, puso sobre la mesa, nuevamente, el tema de si comprar un vehículo es una inversión inteligente en la economía de muchas familias de hoy, más allá de resolver el tema de la movilidad. La gente quiere protegerse de la inflación, y tener un “valor agregado”, que pasa por darse un gusto o simplemente poder movilizarse en un auto nuevo.
Nos preocupa que las fábricas no puedan girar dividendos a sus casas matrices; la deuda de importaciones ya suma U$S 2500 millones. Esta enorme cifra es el resultado de no haber podido girar los dólares en todo el año. El Banco Central no las está aprobando. Si este problema no se resuelve, lo que pasará es que habrá menos modelos de cada marca, y sabemos que si la oferta es menor, lo mismo pasará con las ventas. En esta misma línea, el default no ayuda a crear un clima propicio para el desarrollo de la industria.
Como siempre decimos, es tarea de las terminales, concesionarias y gobierno crear el contexto propicio para que el ciudadano tenga opciones de marcas, modelos, precios y financiación acorde. Y sobre todas las cosas, que haya un clima de certidumbre, la confianza que requiere cualquier decisión de compra.