¿También serán “bestias” los 42 senadores?

Contexto: el primer candidato a diputado por el Frente para la Victoria en la provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde, propuso hacer punibles de delitos a los menores de 14 años. En la actualidad no lo son y hay un limbo jurídico a expensas de resoluciones de jueces.

En el verano de 2011, la presidente Cristina Kirchner dijo, en la Universidad Arturo Jauretche, que “discutir si 14 o 16 es desviar el problema. Es algo que va a resolver el Parlamento: será 14, o será 16… Lo importante es que la edad no es una política de seguridad, sino una adecuación de los tiempos”.

La jefa política del movimiento kirchnerista no rechazó, según las declaraciones de aquel día, la baja de la imputabilidad de menores en conflicto con el delito. El comentario de la Presidente llegó después de que se conociera que el asesino de un vecino en Tolosa -Fabián Esquivel- frente a su hijo lo había cometido un menor de 15 años. Fue declarado inimputable, tenía antecedentes de robos varios y enviado a un instituto.

El 25 de noviembre de 2009, los senadores nacionales aprobaron “el Régimen legal aplicable a las personas menores de 18 años”. Aníbal Fernández no era senador aún pero sí jefe de Gabinete de ministros designado por Cristina Kirchner tras la salida de Sergio Massa.

De los 80 artículos aprobados, hubo varios puntos -como el 27 y 53- que generaron un debate fuerte en el recinto aunque el texto fue acordado entre el oficialismo, el radicalismo y partidos provinciales. La embajadora argentina en la ONU, Marita Perceval (FpV), fue la negociadora de la norma junto a Gerardo Morales (UCR) y Sonia Escudero (PJ).

  • Artículo 27.- Responsabilidad Penal de las Personas de 14 y 15 años. Es penalmente responsable la persona de 16 o 15 años de edad que cometa un delito doloso con pena mínimo de 3 años o más de prisión o reclusión, y en los casos de los artículos 164 y 189 bis”.
  • Artículo 53.- Privación de la libertad en centro especializado. Consistirá en el alojamiento de la persona menor de 18 en un establecimiento creado a tal efecto para el cumplimiento de los fines de la presente ley. Esta sanción podrá aplicarse como último recurso.

Aníbal Fernández, Carlos Kunkel, Diana Conti y Juan Cabandié, espadas importantes del cristinismo, pusieron pausa y dejaron a Insaurralde, que está en plena campaña de cara los comicios del 27 de octubre, con su propuesta de cambiar la imputabilidad.

El senador Fernández fue más ácido con sus calificaciones con relación a los que piensan que debe haber un régimen de menores. Afirmó: “cuanto desprecio por la vida y en especial por los pibes. Gracias a Dios el mundo no piensa así. Triste sería vivir entre semejantes bestias”.

Los senadores que votaron a favor fueron: Jorge Banicevich, Roberto Basualdo, Fabián Bancalini, Jorge Colazo, Ana María Corradi de Beltrán, María Rosa Díaz, Sonia Escudero, Liliana Fellner, Daniel Filmus, Silvia Gallego, Césa Gioja, Hide Giri, Silvia Giusti, Rubén Giustiniani, Ada Iturrez de Capellini, Horacio Lores, Rubén Marín, Juan Carlos Marino, Alfredo Martínez, José Cano, José Mayans, Ada Maza, Julio Miranda, Gerardo Morales, Roy Nikisch, Blanca Osuna, José Pampuro, Nanci Parrilli, María Perceval, Daniel Pérsico, Luis Naidenoff, Miguel Pichetto, Delia Pinchetti de Sierra, Emilio Rached, Marina Riofrío, Fabián Ríos, Carlos Salazar, Ernesto Sanz, Eduardo Torres, Mónica Troadello, Arturo Vera e Isabel Viudes.

Y en contra lo hicieron Samuel Cabanchik, Elena Corregido, Teresita Quintela y Carlos Rossi.

Según el diario de sesiones, Marita Perceval dijo: “Éste no es un tema que no haya llevado poco tiempo ni de poca significación institucional, jurídica y social. Se trata de un nuevo sistema de responsabilidad penal juvenil, como en su momento avanzamos, después de muchos esfuerzos y trajinar, hacia una ley de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes para dejar atrás el Patronato”.

“Creo que acá tenemos que volver a los criterios básicos de un sistema de responsabilidad penal juvenil. Responsabilidad penal en todos los casos implica que el Estado puede reprochar a una persona un hecho típico porque esa persona conocía la antijuricidad de su conducta y sabía que podía llevar adelante en ese momento una conducta diferente a la que efectivamente realizó”.

“En la legislación comparada hemos encontrado que este presupuesto como presunción de madurez, se fija de 14  a 16 años y de 17 a 18 años como la tendencia más democrática y más confiable en términos de un sistema de responsabilidad penal juvenil”.

Quien mantuvo una posición contraria fue Elena Corregido, quien señaló: “me parece que nosotros, como sociedad tenemos que reconocer a nuestros chicos, reconocer a nuestros jóvenes, no tenerles tanto miedo. Porque la verdad es que la mayoría de los delitos que cometen los menores constituyen infracciones. Y hay un sector de la sociedad que es la derecha violenta de siempre que trata de criminalizar a los menores”.

Gerardo Morales, por su parte, comentó que “de acuerdo con lo que establecen los artículos 27 y 28, para todo tipo de delito que supere los tres años de pena, según esté establecido por el tipo de delito en el Código Penal, con lo cual, no quedan excluidos de la responsabilidad penal… tenemos un avance cualititativo, porque hoy los chicos de 14 o 15 años no son penalmente responsables, pues no tienen un sistema especial de derechos que garantice el debido proceso ni que los haga responsables. De modo tal que esos chicos que están en comisarías, si viene un juez, hoy no tienen que ver con adultos”.

El senador Fernández fijó su posición contraria a la posibilidad de que un menor de 14 o 15 años quede bajo un régimen penal y consideró “bestias” a los que sostienen otro punto de vista. ¿Qué dirán los senadores que comparten bloque o bien el recinto?

Más mercado, menos Estado

Una columna de opinión de Nicolás Tereschuk publicada en Infobae titulada “2012: Estado 1 – Mercado 0” nos informa que el peso del Estado en la economía aumentó. Un análisis con sintonía fina de un politólogo de la UBA. Enumera: nacionalización de YPF, ley de mercados de capitales, declaración previa de importaciones, reforma a la carta orgánica del Banco Central y, lo más importante, que las empresas distribuyeron menos dividendos.

La presidente Cristina Kirchner no renunció al sistema capitalista muy a pesar de periodistas y politólogos que desean ir hacia un sistema neosocialista donde la economía privada desaparezca a la mínima expresión.

Por ejemplo, la nacionalizada YPF, cuyo CEO o gerente general para los “neos” que conduce el libremercadista Miguel Galuccio, recurrió al mercado de capitales para fondearse, se asoció con Chevron (Estados Unidos) con el objetivo de explorar Vaca Muerta e hizo caso al área de pricing aumentando precios de los combustibles.

El columnista celebra la política “vivir con lo nuestro” o bien eso que se enseña en la UBAy en la universidad de La Plata: sustitución de importaciones. Si un bien se puede producir en el país, hay que hacerlo.

La Presidente advirtió que la burguesía nacional demora las decisiones de inversiones. Y llamó la atención a su ministra Débora Giorgi en público: reclamó aplicar el modelo austríaco para abastecer de autopartes al mercado automotor en la región.

El sector automotriz genera pérdidas en la balanza comercial y eso es claro mientras sigan los Renault Clio u otros modelos antiguos.

La palabra competitividad debe ser elevada al máximo en el mundo actual donde las batallas comerciales no se dan solo en foros internacionales sino que las naciones para crecer están obligadas a ofrecer algo que no tenga el otro.

Tal vez inventar un iPhone o seguir los pases de emprendedores nacionales como en la industria del software o del diseño, por mencionar algunos.

Hay que competir con otros y así se podrá acceder a un puesto en la universidad, tener méritos, estudiar más, trabajar, demostrar que uno es mejor. Supongo que Tereschuk no compartirá que haya funcionarios de la UBA que tienen consultoras trabajando para “privados” y además con un cargo en un ministerio.

La reforma a la carta orgánica del Banco Central, de acuerdo con Tereschuk, sirvió para controlar a los bancos; sugiero que mire el resumen de la tarjeta y los intereses. En todo caso, la norma ayuda a alinear la economía macro.

Es necesario que el Estado sea fuerte y eso no significa que tenga que estar presente en cada decisión de directorio de empresa. El capitalismo planificado en China creó corporaciones públicas-privadas pero en la actualidad está dando más lugar a los últimos.

Si un Castro abre el mercado a capitales extranjeros en Cuba para explotar sus campos, es decir, menos peso del Estado en la economía, ¿quiere decir que va por el buen o mal camino? Tereschuk tiene la respuesta.