Es el momento de la venganza en Irak. Raouf Abdul Rahman, el juez que sentenció a la pena de muerte al exdictador Saddam Husssein en el 2006, fue detenido y ejecutado por rebeldes sunitas cuando huía de Bagdad disfrazado, supuestamente, de bailarín. Imposible confirmarlo, pero fue reportado por fuentes confiables.
Saddam, un sunita, es considerado un mártir por ISIS, el grupo del Estado Islámico de Irak y Siria, que intenta derrocar al gobierno del chiíta de Nouri Hasan al-Maliki. Este es el Irak que nos dejó el expresidente norteamericano George W. Bush.
La única manera de mantener unidos a sunitas, chiítas y kurdos en Irak ha sido por la fuerza. Así lo hizo el imperio otomano, luego los británicos a principios del siglo XX y posteriormente Saddam Hussein, como dictador, de 1979 hasta la invasión estadounidense en el 2003. Bush, literalmente, no sabía en qué se estaba metiendo.