Juicio político, un juicio moral

No alegra el juicio político a ningún presidente constitucional. Empero, el procedimiento seguido en Brasil, más allá de muchas de sus discutibles y penosas aristas, ofrece todas las garantías al encausado. E independientemente de cómo se dilucide, es fundamental que este abra un tiempo nuevo, en el que los monumentales esquemas de corrupción organizada —como el que afectó al Partido de los Trabajadores— no tengan más lugar.

La situación de Brasil produce hoy una enorme tristeza. Que el país más grande de América Latina, como territorio, como producción y como población, chapotee en el fangal en que se encuentra nos avergüenza y afecta a todos. No podemos dejar de mirar esta etapa de la vida brasileña sin ese sentimiento, porque un Brasil debilitado y desprestigiado resta credibilidad a nuestra región y, en el caso del Mercosur, quedamos aún más paralizados de lo que ya estábamos.  Continuar leyendo

¿Qué queda de aquellos sueños?

La izquierda latinoamericana se cae a pedazos. Si por izquierda consideramos la revolución bolivariana de Venezuela, el Partido de los Trabajadores (PT) brasileño, el kirchnerismo argentino, más los Gobiernos de Ecuador y Bolivia, nos encontramos con un claro panorama de crisis. Son todos movimientos muy distintos, pero ellos se proclaman de izquierda y desde esa definición los identificamos así. Con ellos también se ha identificado el Frente Amplio uruguayo, que reconoce la legalidad democrática pero se considera afín con todas esas tendencias, especialmente el PT brasileño.

Los hechos nos hablan de una crisis global en Venezuela, con un Parlamento electo por el pueblo con dos tercios de opositores; un terremoto judicial en Brasil, donde el tema de corrupción hace tambalear a la Presidente y al ex Presidente; un kirchnerismo derrotado en las urnas y ya en dispersión; un Evo Morales al que el pueblo le paró su intento de re-reelección indefinida y un Rafael Correa que anuncia que se va, porque teme que las derrotas municipales que ha sufrido se lo lleven como correntada…

Esos hechos políticos incuestionables dan cuenta del fracaso de los viejos eslóganes, así como del vaciamiento ideológico y moral de movimientos que se soñaron revolucionarios, que creyeron inaugurar un tiempo histórico, que hablaban contra el imperialismo norteamericano y proclamaban la construcción del hombre nuevo del Che Guevara, soñaban con una economía colectivista y una sociedad arrasadoramente igualitaria, al estilo cubano. Continuar leyendo

El retorno a la Argentina “normal”

A la era de la crispación y la epopeya refundacional sucederá un tiempo de normalización de un país que tiene todo para salir adelante y convertirse en la nación moderna y próspera que todos esperamos.

Se ha terminado el dedo acusador, punto final a la construcción de un enemigo que se alternó entre Clarín, la década de los noventa, o los fondos buitre, en un relato crispado, divisionista de la ciudadanía, que enfrentó a la Argentina con el mundo. Cristina Fernández de Kirchner se ha retirado del gobierno con el mismo ánimo bélico con que gobernó, quebrando la honrosa tradición democrática de que el mandatario saliente entregue los símbolos de la magistratura a quien le sucede por mandato popular. Es una lástima por la Argentina, aunque eso a partir de hoy será apenas una anécdota, una mala anécdota, que se incorporará al currículo de arbitrariedades de la época Kirchner.

Mauricio Macri ha hablado con sencillez, convocando a la unidad y a la cooperación. Saludó a quienes fueron sus competidores en la elección, rivales pero no enemigos. El pueblo acompañó con alegría, vivió una fiesta que no se frustró por el encono de quien demostró que no reconoce la ética de la derrota, consustancial a la democracia. Continuar leyendo

El inocultable declive del populismo latinoamericano

La (mal) llamada “ola progresista” parece estar llegando a su fin. Terminado el ciclo de prosperidad importada, que alimentó un populismo incapaz de realizaciones duraderas, las sociedades de la región están dando claras señales de hartazgo.

La elección argentina ha sido un campanazo. Ha quedado claro que la sociedad argentina no soporta más el estilo de gobierno de la Dra. Cristina Fernández de Kirchner. Sus 46 cadenas mediáticas en lo que va del año, su retórica agresiva, su constante división de la sociedad, su arbitrariedad sin límites para agraviar adversarios políticos llega a su fin. Su candidato, un hombre moderado a quien se resignó pese a que no lo quería, la ha salvado de una hecatombe, pero la derrota en la poderosa provincia de Buenos Aires —el mayor distrito electoral del país— caracteriza un inocultable declive. Por cierto, la elección presidencial no está aún definida, pero cualquiera que gane sabe que tiene que modificar ese estilo y, en lo sustancial, muchas de esas políticas resultantes de una visión conspirativa que hacía de la Argentina la víctima aparente de las peores conspiraciones universales.

En Brasil la crisis se sigue profundizando y las revelaciones sobre la corrupción del Partido de los Trabajadores y la fuerza que comandó Lula da Silva estos años no tienen precedentes en la historia de la potencia del norte. A sólo un año de su nuevo Gobierno, Dilma Rousseff ve tambalear su permanencia.

La situación de Venezuela, por su parte, es también dramática. Los líderes opositores arbitrariamente presos, los medios de comunicación sometidos, la economía en un descalabro inédito en un país con un mínimo de desarrollo y la corrupción instalada en el Gobierno, exhiben un panorama realmente crítico. Continuar leyendo

Baja la repetición… pero también la exigencia

El Monitor Educativo Liceal 2014 hizo público, con gran satisfacción de las autoridades, la baja en el nivel de repetición en la enseñanza secundaria.

El nivel de promociones pasó de 69,1 % en 2013 a 72,1 % en 2014. En 2004 era de 74,13 %, o sea que, luego de 10 años, ni siquiera se ha alcanzado el nivel de aquel entonces. Importa señalar, además, que nadie cree que esos números quieran decir lo mismo, cuando es público y notorio que los niveles de exigencia han bajado drásticamente. Han bajado en la tolerancia a las faltas (las famosas 20 faltas están en la historia) y también ha descendido verticalmente el nivel de rendimiento requerido.

Más de una vez hemos dicho, y lo repetimos hoy, que con los criterios actuales, tanto en primaria como en secundaria, dentro de poco no habrá repetición. Lo cual simplemente querrá decir que los muchachos pasaron de año, pero no que aprendieron lo que tenían que aprender. Es el progreso estadístico al cual se nos tiene acostumbrados, mientras seguimos marchando hacia el abismo.

Las autoridades de Educación Secundaria niegan que haya una presión oficial para bajar esos parámetros. No hay profesor que no nos diga lo contrario. Por supuesto, nadie quiere entrar en conflicto con la autoridad, pero lo han reconocido las propias gremiales, normalmente inclinadas a considerar que se brinda la mejor educación posible y que reducen sus cuestionamientos a los sueldos. Continuar leyendo