De buitres a comadrejas

Sin duda alguna, el pleito de los holdouts —también llamados fondos buitre— es de los más polémicos hoy en día en la Argentina. Un sector del espectro político, específicamente el antiguo oficialismo ahora devenido en oposición, reduce el problema a una frase tan trillada como incoherente: “Patria o buitres”.

Resulta más preocupante que llamativo escuchar por parte de los que malgastaron el erario —léase el dinero de los ciudadanos— que afrontaron de manera ingenua y poco seria un conflicto internacional de dimensiones tales que no sólo comprometía el patrimonio de la nación, sino además la posibilidad de obras públicas de alta necesidad y, como si fuera poco, futuras inversiones privadas generadoras de los empleos que en los últimos cuatro años no se han creado.

En más de una ocasión utilicé la idea central de una de las más famosas obras del economista francés Frédéric Bastiat, en la que destaca que no sólo debemos prestar atención a lo que se ve, sino además a lo que no se ve, y debido a lo oportuno que resulta en esta circunstancia, volveré a hacerlo bajo el riesgo de ser repetitiva. Continuar leyendo

Argentina: un paciente en recuperación

Cuando un médico va a tratar a un paciente, lo primero que hace es ver su historia clínica. Allí conoce qué es lo que ocurrió con él y, a partir de ella, podrá tomar las medidas para sanarlo y que vuelva así a su vida cotidiana. Ahora bien, ¿qué pasaría si el doctor recibiese una historia clínica adulterada, con información falsa y totalmente tergiversada sobre el estado real de esta persona? Pueden imaginarse que esta situación requeriría de dos actitudes por parte del médico: primero, deberá realizar todos los estudios necesarios para conocer la verdadera condición del enfermo y, una vez que cuente con datos verídicos, hará todo lo necesario para lograr la recuperación.

El pasado 10 de diciembre recibimos un país en estas circunstancias; parece algo digno de una película, pero no, es la realidad argentina. Ministerios desmantelados, deudas siderales en todas las áreas, gente que cobraba sin realizar trabajo alguno y, algo especialmente importante, los datos que el Gobierno kirchnerista dejó eran simplemente una enorme mentira.

Para dar a conocer un poco la situación, aunque de manera resumida, teniendo en cuenta que el presidente Mauricio Macri ya se explayó al respecto hace tan sólo días, quiero pasar en blanco algunas preocupantes cifras de la pasada gestión: durante los años en los que el matrimonio Kirchner ocupó el sillón de Rivadavia, el empleo público aumentó en un 64%; el déficit fiscal —es decir, lo que gasta el Estado por encima de lo que recauda— es del 7% (¡uno de los más altos en nuestros dos siglos de historia!). Como consecuencia, durante doce años han emitido dinero de manera descontrolada e irresponsable, lo que implicó acumular un 700% de inflación, sin duda alguna, deliberadamente utilizada como herramienta para continuar con su manera de gobernar. Continuar leyendo

La anormalidad de la normalidad

Como todos saben, la Argentina fue una de las cinco mayores potencias del mundo hace aproximadamente un siglo. Nuestras exportaciones superaban ampliamente las de muchísimos de los países que hoy llamamos de primer mundo, la tecnología llegó muy temprano, nuestra educación fue un ejemplo para el planeta —fuimos los primeros en acabar con el analfabetismo—, nuestras ciudades se expandían e inmigrantes de todas partes del mundo llegaban a nuestras tierras, como nuestros abuelos, para elegir a este joven país por sobre los Estados Unidos, debido a lo asombroso de nuestro esplendor.

Esos tiempos dorados terminaron hace muchísimos años, de la mano de políticos inescrupulosos que nos han llevado a niveles cada vez más vergonzosos de atraso, hasta culminar este proceso con las presidencias de la dinastía Kirchner, quienes durante sus doce años al frente del Ejecutivo se encargaron de alejarnos del mundo productivo y, con ello, de distanciarnos tanto de la prosperidad que llegamos incluso a olvidar de lo que somos capaces en realidad. Continuar leyendo

La pobre política de la dependencia estatal

Durante los últimos 12 años gobernó al país el oportunismo, el clientelismo y el populismo. Esto no es una simple opinión, es un hecho y queda demostrado por los números, que dan cuenta de que la pobreza actual es consecuencia de las decisiones políticas tomadas en la última década, basadas en medidas que no resuelven los problemas estructurales, sino que aparentan una mejoría que no es real.

Mientras para publicidad de los actos de Gobierno se destinan 1814 millones de pesos anuales, solo 476 millones fueron designados para la realización de las tan necesarias obras hídricas que hubiesen evitado la pérdida de más de mil millones de pesos tan solo en el sector agrícola bonaerense, sin contar las miles de familias que perdieron absolutamente todo. Mientras que en Aerolíneas Argentinas y Fútbol para Todos -empresas que podrían generar enormes ganancias con una óptima administración dentro del ámbito estatal- se gastan 4544 millones de pesos y 1742,7 millones de pesos anuales respectivamente, en la urbanización de villas se destinan 1641 millones.

Jamás se pensó en mejorarle la vida a la gente, se utilizaron los recursos de una de las épocas de mayor bonanza para nuestro sector productivo en “pintar una casa sin cimientos”, brindar nuevos servicios dignos de países desarrollados en un país que apenas logró recuperarse de la crisis del 2001, pero sin expandir su capacidad productiva, generándose empleo público como nunca antes en nuestra historia, sin alentar al emprendimiento privado. Esto llevó a que se gastara más de los que se producía, lo que tuvo como consecuencia un déficit fiscal financiado con el más tramposo de los impuestos que un gobernante puede imponer: la inflación. Continuar leyendo