Diversas situaciones tanto de orden nacional como internacional parecen estar dándole un respiro a las alicaídas reservas internacionales del Banco Central (BCRA). Como quien busca agua en el desierto, el equipo económico se impuso como objetivo frenar la caída de reservas, que en los últimos meses se había acelerado debido a la creciente necesidad de recursos para financiar importaciones (sobre todo, compra de combustible al exterior) y a la fuga de divisas.
La situación que desmejoraba con el paso del los meses pareció nivelarse en los últimas semanas por varios hechos, entre ellos la firma e implementación del swap con China por US$1.300 millones -se espera un nuevo tramo de US$1.000 millones antes de que finalice el año-, la licitación de las licencias del 4G por un monto de US$2.300 millones a ser ingresado y el acuerdo con las cerealeras, las cuales aumentaron la liquidación de exportaciones en el último tramo del año un 60% respecto de 2013. Continuar leyendo