Los sectores más proclives a dejarse influenciar por los Estados Unidos en América Latina suelen poner como ejemplo de las políticas públicas a seguir por la región a los países de la Alianza del Pacífico, creada en 2011. Se destaca así un menor nivel de protección arancelaria, la estrategia de firmar tratados de libre comercio con distintos países, la libre circulación de capitales y una tendencia a de concentrarse en la explotación de recursos naturales, o -en el caso de México- actividades industriales de ensamblaje.
De esta manera las estrategias de México, Colombia, Chile y Perú son contrapuestas a las de los países del Mercosur, a las que se critica por ineficientes y de excesiva injerencia del Estado en el funcionamiento del mercado. Continuar leyendo