Por: Nicolás Tereschuk
Repasemos la situación política que enfrentan en lo que va de 2013 los presidentes sudamericanos, a los que vale la pena agregar la suerte del mexicano Enrique Peña Nieto, mandatario de uno de los tres mayores Estados al sur del Río Bravo. Comencemos por la llamada “Alianza del Pacífico”, un agrupamiento de países que buscó presentarse como la contracara del Mercosur y al que Washington ve con buenos ojos:
Esta semana se conoció una encuesta de Gallup, según la que el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, cayó en la consideración pública del 46 al 21%. En el centro del malhumor social aparece la actitud del Gobierno frente a una protesta de campesinos: el 81% de los consultados dijo que desaprueba cómo actuó el jefe de Estado frente a esa cuestión. En Perú, se difundió el mes pasado una encuesta de la consultora GFK que determinó una merma en la aprobación de Ollanta Humala del 32 al 26%. El 54% se mostró de acuerdo con la idea de que el presidente “no combate la delincuencia”, el 51% evaluó que “no cumple con sus promesas”, en tanto que el 48% se mostró preocupado porque “los precios están subiendo”. En tanto, IPSOS-Perú detectó una caída de 4 puntos en la imagen de Humala, que quedó en torno al 29%. “No gobernamos con encuestas, eso déjenlo para los opinólogos”, replicó el presidente.
En Chile, la última medición sobre la imagen del presidente Sebastián Piñera es de julio pasado, de la empresa Adimark. Marca una caída de 2 puntos con respecto al sondeo anterior, para ubicarse en 37%. La desaprobación al mandatario trasandino es de 53% (subió 2 puntos). Cuando se pregunta con el Gobierno, el respaldo es menor: 32%. Al momento de producirse el rescate de los 33 mineros, en 2010, la aprobación de Piñera era casi 30 puntos mayor. El aspecto más criticado de la gestión de Piñera es la política de seguridad: 83% de rechazo. El oficialismo chileno corre muy detrás de la opositora Michelle Bachelet, de cara a las presidenciales de este año.
En México, el sitio web Adnpolítico compiló nueve encuestas para determinar la evolución de la imagen de Peña Nieto en nueve meses de gestión. La aprobación a su figura sigue alta, en torno al 54%. Pero la desaprobación subió: pasó de 30 a 36%. Embarcado en varias reformas, la semana pasada el dirigente del PRI tuvo que cambiar el lugar y el momento en el que dio su primer Informe de Gobierno, por protestas de docentes.
Si vamos al Mercosur, la situación de 2013 también muestra sus tensiones.
En la Argentina, el oficialismo viene de enfrentar una elección primaria con un mal resultado, equiparable al de las legislativas de 2009. En Venezuela, Nicolás Maduro logró ser electo por muy poca diferencia de votos, ante el principal líder opositor, Henrique Capriles. La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, enfrentó las protestas más importantes de las que se tenga memoria en el país vecino. Y luego de un pico de popularidad en marzo pasado (63%) cayó más de 30 puntos en junio. Ahora, su imagen se recuperó algo, hasta el 36%. En Uruguay, el mes pasado se conoció un sondeo de la consultora Equipos Mori, que reveló una caída de 5 puntos en la aprobación de José Mujica (quedó en 38%). Así, un 40% de los uruguayos expresó desaprobación por la gestión del Frente Amplio. Fue la primera vez que el rechazo superó a la aprobación.
A salvo del cimbronazo parecen haber quedado dos mandatarios: Evo Morales (Bolivia) alcanzó el mes pasado un nivel de aprobación del 59% -en octubre de 2012 estaba en 54%-, de acuerdo a un sondeo realizado por Ipsos Apoyo Opinión y Mercado. En febrero pasado, el ecuatoriano Rafael Correa logró su reelección con más del 56% de los votos y con una diferencia de más de 30 puntos sobre su principal contendiente.
La “variable regional” no explica de por sí la situación de cada uno de los países. Pero habrá que empezar a incorporarla, si es que se quiere tener un panorama más completo de lo que pasa en cada Estado de nuestro continente en este muy movido “año 13”.