El Mediterráneo, la fosa común más grande

“Una Europa cerrada a los emigrantes sería una Europa más vieja, más pobre, más reducida y más débil. Una Europa abierta será más justa, más rica, más fuerte, más joven, con tal de que sean capaces de gestionar bien la inmigración”, sentenció el entonces secretario general de Naciones Unidas en 2004, el ghanés Kofi Annan, en ocasión de aceptar y entregársele el premio Sajarov a los Derechos Humanos 2003, en el Parlamento Europeo, una distinción que premia la libertad de conciencia.

Es precisamente la conciencia el problema de las autoridades europeas frente a la peor crisis humanitaria que se vive a sus pies y ante una marcada indiferencia.

Según cálculos de Naciones Unidas, más de 264.000 personas han arribado a Europa, desde el Mediterráneo, procedentes de países en conflicto y guerra, como Siria, y otros signados por pobreza, desempleo y/o inestabilidad política, sobre todo varios del África occidental subsahariana. A su vez, más de 2.300 entre estas personas han perecido al intentar embarcarse a la aventura de conseguir una mejor vida en Europa. A esta altura del año pasado la cifra era bastante menor, no superaba 1.650. Continuar leyendo

El costo de sostener dictadores

Asistimos por un lado a un mundo globalizado que pareciera disminuir sus distancias permitiendo dar a conocer noticias en cuestión de minutos de un lugar distante a otro. Un ejemplo reciente lo brindó la situación ocurrida en un país cuasi desconocido y semidesértico, Burkina Faso, ubicado en África occidental, pobre y en donde en apenas 48 horas su presidente, Blaise Compaoré, tras 27 años en el poder, cayó bajo la presión popular que salió a las calles y lo anunció vía Twitter junto a su exilio. Como ejemplo de la repercusión mediática, la bloguera cubana disidente Yoani Sánchez, también en Twitter, expresó su queja acerca de cómo es posible que los Castro sigan gobernando la isla mucho tiempo más que el burkinabé depuesto.

Si bien esta red social no fue la causante directa de su caída, tuvo mucho que ver en cuanto a la difusión de consignas (con varios hashtags, por caso) y, en general, el seguimiento minuto a minuto de los hechos a nivel planetario. En realidad los jóvenes, movilizados e indignados por las duras condiciones de vida impuestas, son los principales responsables de la caída de Compaoré, ex presidente de la República desde el viernes 31. Este país de África, nacido en 1960 tras independizarse de Francia, hoy tiene un 65% de su población por debajo de los 25 años, lo que explica en buena forma el fervor observado. Fue su ex metrópoli la que al final le soltó la mano al mandatario, pero también la que lo apañó casi tres décadas en el poder por una retahíla de intereses. Continuar leyendo