Confianza y previsibilidad para evitar una nueva guerra fría

Las pujas de poder entre las principales potencias militares aumentan de manera preocupante y ponen a prueba la resistencia de la globalización que propiciaba un mundo más integrado, cooperativo y pacífico. La atmósfera actual es, en cambio, cada día más tensa y comprometida. Ya existe conciencia generalizada de que se está ante la perspectiva de un nuevo período de guerra fría. Los efectos de ese clima en el mundo contemporáneo pueden ser de mayor complejidad que la que primó en tiempos de la Unión Soviética. La existencia de una China más consciente del poder que posee, también hace la diferencia.

La variedad de focos de tensión en distintas latitudes empieza a sufrir los síntomas y consecuencias. La parálisis del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en temas candentes es un reflejo. Cada día es más difícil lograr soluciones diplomáticas negociadas en distintos conflictos, por el enfrentamiento entre las principales potencias del mundo. La guerra civil en Siria, es un ejemplo, escenario en el cual las diferencias entre Washington y Moscú no han facilitado formulas, ni siquiera humanitarias, para reducir los alcances del drama que se enfrenta. Ni que actúe la Corte Penal Internacional.

La rivalidad de Estados Unidos y Rusia, en aumento en los últimos años con motivo de la instalación del escudo anti misiles de la OTAN en Europa, adquirió intensidad con la grave crisis que afecta la integridad territorial de Ucrania. El clima de la relación entre China y Estados Unidos es también complejo. Las acusaciones en materia de espionaje cibernético es la última gota de una desconfianza mutua en aumento como lo demostró, hace un par de semanas, el viaje del Presidente de Estados Unidos por Asia.

Rusia y China parecen dispuestas a recrear el vínculo del pasado. Maniobras militares conjuntas para enfrentar amenazas comunes y acuerdos en materia de suministro de gas, son los mensajes para occidente. La reciente reunión en Shanghai de Vladimir Putin y Xi Jinpig, que profundizan la alianza, es también un desafío ya que intentan demostrar que hay alternativas al pívot de Washington en Asia Pacífico.

Ninguna de las actitudes promovidas por las tres principales capitales, Washington, Moscú y Beijing, fortalecen la confianza y la previsibilidad internacional ni facilitan a la globalización. Es lamentable que así sea cuando el mundo requiere de un comportamiento distinto para solucionar los problemas globales más apremiantes sea en lo relativo al cambio climático, los problemas de crecimiento de población, pobreza como respecto a un mundo económico global más equitativo.

El Papa Francisco, frente a esta situación, ha reclamado al Secretario General de Naciones Unidas, que promueva una movilización ética mundial. Es de esperar que ese llamado a la razonabilidad y responsabilidad internacional, sea tenido en cuenta. El mundo lo necesita.

El drama humanitario en Siria

Siria se ha sumergido en un espiral de crueldad y violencia con graves consecuencias humanitarias. Ante ese panorama desolador, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha adoptado por unanimidad una resolución destinada a impulsar asistencia humanitaria y detener los excesos condenables contra la población civil de los tres años de combates militares continuos e indiscriminados. Era hora que lo hiciera. El texto de la resolución 2139 (2014) insta a todas las partes, en particular al gobierno de Damasco, a permitir a las agencias humanitarias de la ONU acceso y transporte de ayuda humanitaria con rapidez, seguridad y sin obstáculos a cualquier zona conflictiva. Asimismo, llama a levantar los asedios en áreas pobladas y a detener toda hostilidad contra los civiles.

Resulta desilusionante y preocupante que una resolución de esta naturaleza fuera necesaria cuando lo que reclama la disposición es lo que ya prescribe expresamente el derecho internacional humanitario y en particular los Protocolos de Ginebra. Sin embargo, fue el grado dramático de violación de la normativa internacional lo que exigió al Consejo de Seguridad adoptar una reafirmación de conductas humanitarias elementales de todo conflicto armado.

Continuar leyendo

Ausencia argentina en convocatoria humanitaria internacional

La Argentina ha estado ausente de una reciente e importante convocatoria del secretario general de Naciones Unidas para paliar la dramática situación humanitaria que enfrenta Siria. Ban Ki Moon la ha calificado como “la peor catástrofe humanitaria del mundo”. El 50% de la población necesita ayuda urgente. El Programa Mundial de Alimentos ha señalado que un millón de sirios pasan hambre y 2,5 millones necesitarían de algún tipo de asistencia alimentaria. Este mes de enero se repartirán más de 4 millones de raciones de alimentos. Según la ONG People in Need, las necesidades de medicina y atención medica son aún más críticas. El 40% de los hospitales dejaron de funcionar.

Ante este cuadro, los países más representativos de la comunidad internacional se han reunido en Kuwait, bajo los auspicios de las Naciones Unidas, en la segunda Conferencia de Donantes. El resultado de aportes fue mejor que la reunión previa del 2013 alcanzado 2400 millones de dólares además de otras ofertas de asistencia y cooperación en una variedad de áreas urgentes destinadas a reducir el sufrimiento de la población civil.

Entre los 69 países participantes solo se registraron dos latinoamericanos, Brasil y México. El primero con una donación simbólica de 300 mil dólares y el segundo con 3 millones de dólares. Lo importante, independientemente del monto del aporte, ha sido el gesto de ambos países como la señal política de compromiso con las responsabilidades internacionales.

Continuar leyendo

Armas nucleares: el Consejo de Seguridad debería dar el ejemplo

El acuerdo nuclear preliminar con Irán, más allá de las ambigüedades y limitaciones, es políticamente importante por representar un impasse de confrontación regional pero dista de la euforia con la que ha sido anunciado y recibido. Eso es así básicamente por dos circunstancias.  Por un lado, ha expuesto la potencial capacidad nuclear militar de Irán en materia de uranio enriquecido como de la intención de producir plutonio. Por otro, el carácter transitorio del arreglo diplomático presupone complejas negociaciones adicionales para intentar concluir un acuerdo que sea significativo en términos de asegurar que no posea en el futuro material fisionable para producir un arma nuclear. Por el momento, ese no es el caso.

El comunicado conjunto firmado en Ginebra el 24 de noviembre se refiere al acuerdo como un “primer paso” y “plan conjunto de acción” que establece “un proyecto hacia una solución integral a largo plazo”. Es decir, se trata de un esquema provisorio de fomento de la confianza y de expectativas diplomáticas. De hecho, las obligaciones que se derivan del acuerdo están planteadas en términos de “medidas voluntarias”. También reversibles.

Continuar leyendo

Siria: las otras armas prohibidas

La incorporación de Siria al régimen de prohibición de las armas químicas no ha detenido el uso inhumano de otras armas prohibidas. Recientes anuncios dan cuenta del uso de las llamadas bombas racimo que actúan de forma indiscriminada afectando de manera inaceptable la vida de civiles. El peligro radica en ser un artefacto contendedor que puede ser lanzado desde tierra, aire o mar y que al abrirse durante la trayectoria expulsa entre varias docenas o cientos, según el modelo, de submuniciones o minifragmentos que estallan cuando tocan el suelo aunque en un 30% de los casos se transforman en minas que se entierran o permanecen en la superficie. El desastre humanitario que ocasionan es peor a las minas terrestres tradicionales.

La Convención sobre Municiones de Racimo, adoptada en Irlanda en mayo del 2008, significó un avance de desarme humanitario de enorme significación aunque lamentablemente no ha logrado el objetivo de la universalidad y es quizás por ello que no se ha producido una reacción internacional categórica de condena del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas contra el régimen de Al Assad por el uso inhumano de este tipo de armamento. En total, 112 países se han sumado a la Convención con las notables ausencias de Estados Unidos, Rusia y China.

Continuar leyendo

Siria y su adhesión a la Convención sobre Armas Químicas

La adhesión de Siria a la Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción, el Almacenamiento y el Empleo de Armas Químicas y sobre su Destrucción, que entró en vigor en 1997, es muy importante aunque no resuelve el problema de manera automática de un hipotético uso de este armamento por parte de Siria. La implementación de la incorporación al tratado, tras el depósito en ONU del instrumento de ratificación, es un proceso complejo y extenso en el tiempo conforme a los términos del instrumento en el cual Siria continuaría en posesión del arsenal cuestionado. En ese período, el control internacional, a través de la Organización de las Armas Químicas (OPAC), es limitado. De acuerdo al artículo III, el país que se incorpora a la convención dispone de un plazo de treinta días para presentar un informe detallado de todas las armas químicas en su poder como de los centros de producción. Asimismo, debe facilitar un plan detallado para la destrucción del arsenal como de las instalaciones de fabricación.

El articulo IV señala que esa declaración deberá ser verificada in situ minuciosamente por la organización conforme un procedimiento detallado que supone la presencia de técnicos de la OPAC en el terreno para comprobar la veracidad de toda la información suministrada. De acuerdo con experiencias anteriores de países con volúmenes similares de armamento químico, esa verificación en territorio sirio podría llevar, cuanto menos, entre seis meses y un año y medio. Las condiciones imperantes de guerra civil en Siria permitirían presumir que ese tiempo podría ser mayor.

Continuar leyendo

Siria: Argentina decepciona en el Consejo de Seguridad de la ONU

El uso de armas químicas en Siria, según la denuncia de Médicos sin Frontera con la muerte por asfixia y otros efectos tóxicos de más de un millar de personas, podría ser el germen de una guerra de dimensiones regionales y graves consecuencias internacionales para la paz y la seguridad internacional. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que preside Argentina en el mes de agosto, se ha reunido en varias ocasiones sin mayores resultados por las diferencias entre las principales potencias. La Argentina, sin embargo, en ningún momento adoptó la iniciativa de convocar una sesión de emergencia del citado órgano frente a los graves hechos denunciados, que son investigados por un equipo técnico enviado por el secretario general de la ONU, sino que las reuniones tuvieron que ser solicitadas expresamente por Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Corea del Sur y Luxemburgo.

Tampoco ha sugerido un curso de acción diplomática para romper el impasse, pese a la reciente presencia de la presidenta de la Nación al inaugurar la presidencia argentina al único órgano multilateral con la responsabilidad primordial de preservar la paz y la seguridad internacional. La pasividad argentina, en ese contexto, es interpretada como un apoyo a la visión reticente de Moscú al tratamiento de la cuestión como a la insistencia que las armas químicas fueron lanzadas desde posiciones ocupadas por las fuerzas opositoras al régimen de Al Assad. Ya hace aproximadamente un mes, en oportunidad de la visita a Buenos Aires del canciller ruso, Serguei Lavrov, la Argentina había firmado un comunicado conjunto en el que avalaba esencialmente la posición de Rusia en el conflicto sirio. El comportamiento de la Argentina en el Consejo de Seguridad, que podría calificarse de burocrático, podría obedecer a las coincidencias con Moscú contenidas en ese documento.

Continuar leyendo