Venezuela se encuentra ante un nuevo desafío para fortalecer la democracia y la plena vigencia de los derechos humanos. En esta nueva etapa la cohabitación entre chavismo y oposición será central, aunque, en virtud del pasado reciente, nada sencilla. En 17 años en ejercicio del poder inaugurado por Hugo Chávez, el oficialismo ha ganado 18 de 19 elecciones. Ese dato estadístico pone en evidencia la importancia de que el ciclo que se inicia logre una convivencia sin sobresaltos. También advierte sobre las dificultades. La desvanecida diplomacia regional debería recuperar presencia y ser central para ayudar a Venezuela en la delicada aspiración de establecer armonía para alcanzar mayor institucionalidad democrática.
La última elección, que permite que la oposición tenga mayoría en la Asamblea Nacional, es una manifestación de que la ciudadanía venezolana reclama una evolución para que Venezuela supere la debacle económica y los abusos políticos. Sin embargo, ni la oposición debería desconocer el papel que conforme a la Constitución le corresponde al Ejecutivo ni el Gobierno el claro mensaje de las urnas. Continuar leyendo