No siempre los anhelos de un dirigente político se hacen realidad. Permítanme, estimados lectores, compartir con ustedes mi satisfacción tras haberse confirmado la realización de las elecciones Primarias Abiertas y Obligatorias de todo el progresismo de la ciudad de Buenos Aires. Varias veces desde esta columna sostuve que el desafío era aprovechar las PASO, un mecanismo novedoso de preselección de los mejores candidatos, para constituir un amplio y plural espacio de centroizquierda con potencialidad de gobernar la ciudad y la Argentina en 2015.
Finalmente, el acuerdo UNEN, que nuclea a diferentes expresiones de ese sector de la política porteña, es la gran novedad de la próximas primarias en tanto ha sido el único espacio en toda la geografía argentina que ha respetado el espíritu de auténtica participación ciudadana de las PASO previsto en la ley electoral. Sin exclusiones, dirigentes y personalidades de diversas procedencias, confiando en el criterio de selección del electorado, nos someteremos a su veredicto de modo tal que quienes se impongan representarán al progresismo en las elecciones de octubre, y a quienes les toque acompañar lo harán dando un ejemplo de conducta democrática y lealtad con el votante.