En las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias del pasado agosto las distintas listas de precandidatos a senadores nacionales de UNEN obtuvieron el 32 % del total de los votos emitidos en la ciudad. Semejante resultado fue el premio a la única fuerza que se avino a la selección de sus candidatos por parte de la ciudadanía, y por añadidura, el castigo a quienes prefirieron seguir confeccionando sus listas sábanas a dedo. Sin embargo, los premios y castigos, para ser verdaderamente aleccionadores y efectivos a favor de la democratización de las listas partidarias, no debieran limitarse a las elecciones primarias y es preciso que se repitan en las urnas el próximo domingo 27.
Los porteños que ya han votado a los distintos precandidatos que se presentaron en las primarias de UNEN, incluidos aquellos cuyos postulantes no hayan resultado electos -caso de Terragno y Prat Gay-, debieran mantener su apoyo a UNEN en los comicios que cuentan efectivamente para consagrar diputados y senadores nacionales. Por una parte, sería un acto de civismo el acompañamiento al vencedor de una interna democrática y transparente de cara a la ciudadanía, y por la otra, daría una señal suficiente a las restantes fuerzas políticas de la ciudad para provocar en 2015 un cambio de actitud, de modo tal que en los sucesivos procesos electorales ninguna de ellas vuelva a incurrir en el patrón de conducta centralista autoritario de digitación de listas en las PASO.