El aborto no punible ya está contemplado en la legislación nacional. ¿Entonces qué estamos debatiendo cuando planteamos la despenalización absoluta del aborto?
Significa poner en debate el derecho individual de algunas personas humanas a terminar con la vida de otras.
Plantear el aborto no punible libre y gratuito es proponer la peor solución a un problema y significa obturar la posibilidad de pensar soluciones humanas para la vida humana.
Si hablamos del “aborto saludable” omitimos por fuerza hablar de políticas de Estado que cuiden los embarazos no deseados, tanto a la madre como al hijo. Omitimos hablar de la ley de adopción. Omitimos hablar de un registro de familias dispuestas a adoptar hijos no deseados. Omitimos acordar con los diversos cultos que pueden, desde la fe, acompañar esos embarazos. Si debatimos la peor solución como única solución, ignoramos el resto de las soluciones posibles. Omitimos la Vida. Continuar leyendo