¿Quién puede con Donald Trump?

Darío Epstein

La mayoría de las frases que escucho en los medios de Donald Trump lo atacan con virulencia. Y no sólo los medios domésticos, que estarían más cómodos con los políticos tradicionales. Medios prestigiosos, como The Economist, marcan muy fuerte una posición anti Trump. Todos juegan el partido, porque la elección presidencial de los Estados Unidos tiene impacto sobre lo que ocurra en el mundo.

Anoche escuché a Ted Cruz hablar luego del Supermartes. Todas las frases que usó arrancaban con “Donald Trump”. Está clarísimo que tiene que tratar de revertir una diferencia muy pesada, en especial con él y el senador rubio dividiéndose los electores.

Todos tratan de que Trump no sea elegido como el candidato por el Partido Republicano. ¡En especial los propios republicanos! Por supuesto, los demócratas también preferirían otro rival.

¿Cómo competir contra un señor que está cortando transversalmente el modelo bipartidista de ese país? Pero, a pesar de todo y con el establishment en contra, la gente lo sigue votando. Y esto tiene que ver con la fatiga de los ciudadanos estadounidenses de los políticos tradicionales y con el malestar que hay en los sectores de clase media, tan fuertes en ese país.

Muy duras son sus críticas permanentes y la lucha que promete contra el terrorismo y el narcotráfico. ¿Pero qué es lo que dice Donald Trump de la economía y por qué es tan importante para el resto del mundo?

1) Pretende eliminar los déficits: esto es un objetivo que deberían compartir todos, ¡mas no sea en campaña! Sin embargo, son muy pocos los políticos que se animarían a bajar el gasto en una economía que crece hace diez años a una media del dos por ciento.

2) Se queja permanentemente de los déficits comerciales. México, con 58 mil millones de dólares, China y Japón, con más de quinientos mil millones, son sus blancos preferidos. Y habla de subsidios y devaluaciones que afectan a los Estados Unidos. Hay que esperar medidas ahí.

3) Quiere que las empresas vuelvan a fabricar en Estados Unidos. Pretende que Apple produzca en su país. No sólo eso: quiere que vuelvan los miles de millones de dólares que están fuera de Estados Unidos para evitar pagar impuestos.

4) Habla de cambiar toda la infraestructura nacional. Caminos, puertos, aeropuertos, etcétera. Califica la estructura actual de decadente.

5) Desea bajar los impuestos en forma agresiva. Sobre todo el impuesto a las ganancias. Lo compensará con menores deducciones y cobrando impuestos sobre las ganancias de multinacionales fuera del territorio nacional.

6) Dice que los índices de desempleo mienten y promete más trabajo.

7) Crítica al Obamacare: el sistema de salud es principal blanco de ataques. Él propone abrir las fronteras estatales (provinciales) para permitir competencia y bajar precios fuertemente.

Como vemos, el discurso es una mezcla proteccionista, liberal y keynesiana. Difícil clasificarlo. Pero sus votantes lo ven como pragmático y que podría resolverles los problemas.

Mi opinión: si llega a ser nominado por el Partido Republicano y a pesar de que todos dicen que no tiene chances de ganarle a Hillary Clinton, le doy más del cincuenta por ciento de probabilidades de ser el nuevo presidente de Estados Unidos. Me lo imagino en un debate con Hillary, y ahí es donde va a producirse el quiebre. ¿Le ganaría por knock out?

 

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