Ni senador ni funcionario

Diego Kravetz

En estos días, el actual senador y postulante a renovar su banca Daniel Filmus nos sorprendió a casi todos con una serie de definiciones acerca de los ni-ni.

Vamos por parte, ¿qué son los ni-ni? Son aquellos que no estudian ni trabajan. En la Argentina son casi un millón de jóvenes las que están en esta situación.

A Filmus seguramente lo conocés. Es sociólogo, especialista en educación. Ocupa cargos públicos desde el año 1989. Fue funcionario de Carlos Grosso en la Ciudad, jefe de asesores de la ministra Susana Decibe (autora de la Ley Federal de Educación) durante el menemismo, secretario de Educación de Aníbal Ibarra y ministro de Educación de Néstor Kirchner hasta que asumió como senador en el 2007, cargo que detenta hasta la fecha.

Que quede claro, yo no digo que sea el único responsable de que el 50% de los chicos no termine el secundario, ni que de los que terminan el 50% no comprenda los textos que lee, ni siquiera de la parte de los “ni-ni” relacionada con la educación,  pero está claro que el actual senador algo que ver con todo esto tiene, ¿no?

¿Qué dijo Filmus? Que está “buenísimo” que haya más ni-ni. Y explicó: ”La mitad de las mujeres ni-ni tienen niños menores de 5 años”, y que “gracias a la Asignación Universal por Hijo, están en el lugar que tienen que estar, cuidando a los chicos porque tienen recursos para hacerlo ”.

Llamativo el lugar donde ubica a la mujer, cuidando a los chicos. Ese es su lugar según Filmus. Perspectiva de género a marzo. Si lo hubiese dicho cualquier líder de la oposición tendríamos programa de 678 por lo menos para una semana.

Complicado que a un ex ministro de Educación le parezca bien que haya más gente que no estudie. Supongo que lo plantea porque estos ni-ni pueden acceder a un plan social.

Ahí ya el problema es conceptual. Los planes sociales deben ser momentáneos, para salir de una contingencia. La apuesta sustentable en el tiempo es que a través de la educación -y posteriormente a partir del trabajo- podamos volver a integrarnos socialmente.

Si quien debe brindar la educación piensa que está bien no estudiar porque la persona tiene un plan social, lo que seguramente pase es que ni el beneficiario estudie, ni que sus hijos estudien. Sobre todo si tenemos en cuenta que ya estamos en la tercera generación de aquellos que recibieron el primer Plan Trabajar y se mantienen desocupados.

El chico que nació con el primer plan en 1999 no vio a su papá trabajar. El hijo de ese hijo no vio a su papá ni a su abuelo trabajar. Ese es el problema de fondo. Se transforman en temas culturales.

Evidentemente Filmus no lo entiende.

Humildemente creo que en esta próxima etapa, después de haber vivido del Estado durante más de 20 años con las responsabilidades que le caben en la materia, creo que tal vez sea el momento de que la sociedad le diga a Filmus que tiene que ser un Ni-Ni, ni senador ni funcionario.