Paro docente: escuela política para enfrentar el ajuste

Diego Rojas

Cuando estas líneas se publiquen, se estará desarrollando en la provincia de Buenos Aires el décimo tercer día de paro docente. Desde 2001 los maestros bonaerenses no realizaban una medida de esta magnitud ni de tanta intensidad. Todo indica que la inflación y la devaluación, que produjeron la consiguiente depreciación de los salarios, se transformó en la gota que rebalsó el vaso y que inició una lucha que no cesa ni parece amainar.

El miércoles 19 se realizó una movilización a la Casa de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, que se encuentra en La Plata, convocada por la dirección provincial de SUTEBA, a cuya cabeza se encuentra Roberto Baradel, junto a los sindicatos Federación de Educadores Bonaerenses, de gran inserción en el interior de la provincia. Este cronista concurrió a la sede central de SUTEBA La Matanza, que queda en San Justo, desde donde saldrían varios micros llenos de docentes, mujeres, en su mayoría. “Vamos a marchar en una columna diferenciada los distritos que fueron ganados por la lista Multicolor en las últimas elecciones -dice Romina del Pla, secretaria general del gremio local, mientras estima que de La Matanza, desde distintos puntos del populoso partido, partirán 40 micros llenos (luego saldrían 48)-. Así fue decidido en el último plenario de la oposición, que reunió a 800 delegados de escuela de la provincia. El primero que habíamos realizado contó con la presencia de 600. Esta lucha va en alza. La última asamblea en La Matanza convocó a mil docentes. El galpón que usamos para las reuniones no alcanzaba para todos los maestros que habían concurrido a deliberar sobre cómo seguíamos peleando por salario”.

“La huelga es del cien por ciento de acatamiento -explica Adriana, una docente que concurre con su hija Sheila a la movilización, quien porta un redoblante-. Bueno, ahora nos enteramos que un jardín empezó a dar clases, pero es normal, ahí puede haber una directora que presione a las tres o cuatro maestras y que decidan empezar, pero en general el acatamiento es total, desde preceptores hasta directivos. Es que la oferta del gobierno es miserable: quieren subir 220$ al básico del cargo inicial. Es una burla”. Adriana recuerda la gran huelga nacional docente de 1988, que duró 43 días contra el gobierno de Raúl Alfonsín. Sin embargo, por su edad, Adriana sólo podría haber vivido ese conflicto como alumna. Tal vez la explicación se deba a que -con todas las distancias con aquel paro, que fue nacional e impulsado por las direcciones sindicales de todas las provincias- el conflicto gremial provincial se vive con un sentimiento parecido a la épica. No es para menos: se trata de una lucha fundamental no sólo para que no se produzca un brutal retroceso en las condiciones de vida de los maestros, sino que es un conflicto que es mirado atentamente no sólo por trabajadores de otros gremios, sino por los empresarios que aguardan los resultados para ver cómo enfrentarán las paritarias que se desarrollarán en los próximos días en cada rama de la producción. No habría que perder de vista que el jefe de la CGT, Hugo Moyano, acaba de anunciar un paro general de 24 horas que se realizaría en los días por venir, hecho que no se produce desde el gran paro con piquetes del 20 de noviembre de 2012 y que anunciaría unas paritarias quemantes este año 2014.

La movilización a La Plata fue impresionante. La entrada a la ciudad estaba paralizada por la cantidad de micros repletos de docentes que llegaban para manifestarse y que se agolpaban en las banquinas de la ruta mientras se ordenaba su ingreso paulatino. Al marchar, cuadras y cuadras de maestros llenaban los asfaltos platenses, decorados por profusos guardapolvos blancos, banderas y carteles, mientras desde los balcones y las puertas de los negocios se los aplaudía y celebraba. A pesar de los inconvenientes que pueda suscitar el prolongado paro, es posible afirmar que cuenta con el apoyo mayoritario de la población. Un cartel que se reproducía de modo incesante indicaba que, al parar, los docentes enseñaban a los alumnos a luchar por sus derechos. Lo portaban maestras, ya que la mayoría de los manifestantes pertenecía al género femenino. Es necesario señalar que el miércoles se produjo una marcha de las mujeres que, se sabe, cuando salen a la lucha lo hacen con la decisión y persistencia que a veces no aparecen tan aguerridas en el género masculino.

Los discursos de Baradel, de SUTEBA, y Mirta Petrocini, de FEB, se mostraron deslucidos frente a la gran convocatoria que habían logrado, que se estima en alrededor de medio centenar de miles de manifestantes. Ninguno de los dos oradores planteó un piso concreto en las negociaciones y, por el contrario, Baradel dio a entender que podrían analizarse otros puntos y no el central salarial. Señales conciliatorias dirigidas más al funcionariado bonaerense que a los docentes movilizados.

Baradel y toda la directiva de SUTEBA pertenecen al ala que responde a Hugo Yasky, que lidera el sector más kirchnerista del espectro sindical. Las bases docentes no permiten recular tal como su dirección lo hiciera el pasado: en 2013, Baradel había levantado el paro de modo inconsulto tras un decreto que otorgaba un aumento unilateral a los maestros. La desazón de la directiva, expresada en el ánimo que muestra Baradel, contraste notablemente con el espíritu de los docentes. Es comprensible: su espectro político les da la espalda. Desde la así llamada “izquierda kirchnerista” -concepto que se acerca más al oxímoron que a la realidad política- que a través del “Chino” Navarro expresó que el paro era un desatino, pasando por Hebe de Bonafini que les reclamó que volvieran a las aulas hasta Gabriel Mariotto, que equiparó el paro docente con un levantamiento policial armado, el kirchnerismo se opone a la medida de lucha.

Cobran entonces mayor relevancia las direcciones clasistas que conducen los distritos más importantes de la provincia, a la vez que impulsan autoconvocatorias allí donde no gobiernan, y cuyas columnas casi equiparaban las convocadas por el oficialismo baradelista en La Plata. Son las direcciones que impulsarán este viernes una movilización nacional de la oposición sindical docente a Plaza de Mayo y que participarán en la marcha al Palacio Pizzurno anunciada por CTERA -federación nacional docente- para el miércoles 26. El conflicto sindical de los maestros se profundiza minuto a minuto. Podría obtener un aumento significativo y tal resultado sería consecuencia de la firme decisión de las bases y de la continuidad de un paro sostenido por las direcciones gremiales combativas.

Pero también podría suceder que la burocracia sindical kirchnerista entregue la lucha -no sería la primera vez-. Quedaría demostrada la caducidad e impotencia del kirchnerismo como dirección gremial de los trabajadores, a la vez que la larga escuela de este paro quedaría marcada a fuego en la memoria de la docencia, cuando no de los trabajadores que se aprestan a luchar por lo suyo en las horas por venir.

No está nada decidido aún y quedan cantidades potentes de energía en los maestros. Y también de lucidez. La que permitió que se escucharan -con la música de “Muriendo de plena”, de Rubén Rada- los siguientes versos: “A ver, Cristina / a ver si nos entendemos, / con 1800 pesos de básico / no comemos. / Pagaste millones para la Repsol, / pero ni un solo peso para educación. / Los trabajadores / salimos a luchar, / ganamos las calles, / ¡huelga general!”.

Mediante la fuerza de la creatividad popular y sintetizado en diez versos, todo un programa político para la actual etapa.