El petróleo agudiza su bear market

Ruben Ullúa

En los últimos dos meses, el precio del barril de petróleo West Texas Intermediate (WTI) ha sufrido nuevas bajas de importancia que lo llevaron desde niveles máximos de recuperación en 50,9 dólares a los valores actuales de 37 dólares por barril, que representan el nivel de precio más bajo para el commodity desde comienzos del año 2009, cuando este alcanzara un piso de importancia tras la fuerte caída sufrida por la crisis subprime.

Si bien la reversión alcista que se observara en los precios en el pasado mes de agosto alimentaba técnicamente las chances de un piso de mayor importancia al observado, que por cierto podía habilitar una recuperación más allá de los máximos conseguidos en los 50,9 dólares por barril, con la caída de los últimos dos meses perforando esas instancias de mínimo, debemos decir que una vez más el petróleo ha quedado vulnerable y con posibilidades de seguir agudizando, al menos de corto plazo, la caída en su cotización.

En efecto, el quiebre de los mínimos de agosto pasado en torno a los 37,9 dólares alienta las chances de mayores debilidad de corto plazo para el commodity, que puedan alcanzar de lleno las instancias de mínimos del año 2009 en torno a los 34-32 dólares por barril. Allí se presentará una nueva posibilidad de marcar un piso e intentar recuperar posiciones a las fuertes pérdidas sufridas a lo largo del último año y medio, al menos.

Es verdad que al observar diferentes indicadores técnicos, estos comienzan a mostrar señales de cansancio para la baja y, en muchos casos, saturación en los niveles de sobreventa, con lo cual bien podríamos considerar que, en términos de tiempos, un piso de importancia para la baja del precio del petróleo no estaría muy lejos. Sin embargo, al encontrarnos en un tramo de baja más emocional, lo difícil aquí es determinar los objetivos de un posible piso, con lo que nos obliga a sugerir suma cautela desde lo operativo.

Actualmente, la zona dada por los 43-46 dólares, que en su oportunidad actuó como soporte de la baja (soporte), es principal contención ante recuperaciones de precio desde los niveles actuales (resistencia). Mínimamente se requiere un movimiento de recuperación en el precio por encima de esta zona de escollo para considerar que un piso para el commodity pudo haber sido alcanzado, aunque este recién pueda confirmarse una vez que el máximo conseguido en la última recuperación de importancia, en torno a niveles 50,8-51 dólares, pueda ser superado.

 

El bear market trae conflictos en la OPEP

Uno de los motivos que impulsó la venta del commodity hasta llevarlo a nuevos mínimos de los últimos años ha sido de algún modo la pasividad que ha mostrado la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en cuanto a la decisión de recortar los niveles de producción actual. En efecto, el mercado estuvo muy pendiente de lo que pudiera ocurrir en la última reunión del pasado viernes 4 de diciembre. Sin embargo, ante la decisión tomada en mantener los mismos niveles de producción, la fuerza vendedora de los traders se hizo sentir y es así como el barril alcanzó nuevamente la zona de mínimos en instancias de 37 dólares.

Quizás lo que le molesta al mercado no es en sí mismo esta pasividad mostrada por la OPEP, sino el hecho de que cada vez se haga más evidente la autonomía de los países miembros respecto de la decisión de su producción. Ignoran de algún modo lo que se termina acordando desde la organización.

Sin embargo, esta postura de los países miembros no es algo que nos extrañe. Siempre decimos desde nuestros artículos que los mercados financieros son cíclicos y ciclotímicos, con lo cual del mismo modo que los participantes se muestran eufóricos en la parte positiva del ciclo y las alianzas entre partes son habituales, en el momento en que cambia el ciclo y este pasa a ser negativo, los participantes también modifican su humor dominante y ante los malos resultados terminan priorizando sus intereses por sobre los intereses globales.

Esto es lo que se vive hoy en la OPEP y si bien ello es una muestra de que bear market del petróleo se encuentra mucho más maduro, del mismo modo es el momento en que las emociones comienzan a jugar su propio partido. Justamente por ello, aun cuando podamos sacar parámetros tentativos para la baja en curso, sabemos que el mercado podría ingresar en una situación de mucho estrés, con lo cual debemos ser cuidadosos desde lo operativo.

 

Los especuladores permanecen comprados

En efecto, más allá de estos fundamentos que son concretos y reales, también es verdad que desde el mercado quien lidera la operatoria del lado comprador del commodity no es el comercial, es decir, aquel que utiliza el mercado a modo de cobertura, sino más bien quien lo lidera es el especulativo, que por cierto su única estrategia es buscar diferencial de precio.

Al día de hoy, a pesar de la baja observada en los últimos dos meses, las posiciones netas de los especuladores en el mercado de petróleo son compradoras y en niveles superiores a los doscientos mil contratos. Mientras que por el lado del comercial las posiciones netas son vendedoras y por encima de los doscientos mil contratos. En definitiva, lo que se aprecia es que aquel que busca tomar cobertura de su negocio (el comercial) no se muestra atraído en los niveles actuales para ingresar comprado en el activo, como dando muestras de que aun valores inferiores a los actuales podrían ser alcanzados.

Del mismo modo, el hecho de que hoy sean los especuladores quienes se encuentran comprados hace nacer la preocupación de que, ante mayores debilidades en el precio, por salirse de su posición compradora, estos terminen agudizando aún más la baja en curso.

Está claro, entonces, que lo visto para el precio del petróleo en las últimas semanas una vez más lo coloca en situación de mayor vulnerabilidad, con lo cual, desde lo operativo, mantenerse al margen del mercado parece ser lo más conveniente, al menos por el momento.