El martes 8 de marzo arranca Expoagro, la mayor muestra argentina del sector, con una novedad que en otros países sería normal, pero en Argentina demuestra todo un cambio de época: el Gobierno nacional estará presente en el corte de cintas, con el ministro Ricardo Buryaile, la gobernadora María Eugenia Vidal y quizás algún otro “peso pesado” del Gobierno nacional.
Esto es una muestra de la nueva etapa que se ha abierto en el Gobierno y el campo: se terminó la guerra k, para pasar a una nueva etapa de diálogo y de cooperación, no exenta de tensiones, pero en donde las dos partes se ven como socias y se necesitan mutuamente.
La última vez que un funcionario oficial visitó la muestra fue Felisa Miceli, el 8 de marzo de 2006 (en aquel entonces se llamaba Expochacra), más recordada por su affaire con la bolsa de dinero en el baño. Aquel 8 de marzo de hace diez años, durante la recorrida de mañana por la feria, le preguntaron a la ministra si ante rumores de suba de precios de la carne el Gobierno iba a tomar medias. Miceli contestó que el Gobierno “no puede hacer anuncios todos los días” y sostuvo que se trabajaba en forma permanente para tratar de consensuar un precio entre la exportación y el mercado interno de carnes, para evitar aumentos al consumidor. Esa misma noche, en Casa Rosada y con Miceli en el acto, Néstor Kichner anunció el cierre total de las exportaciones de carne para contener la suba de precios y así “defender la mesa de los argentinos”. La decisión fue tan abrupta e improvisada que ni la propia ministra sabía su contenido. Kirchner decidió esa noche suspender por 180 días las exportaciones de carne. Continuar leyendo