La Cámara Federal debe actuar

“No existe otro ser en el mundo al que le guste más

la plata en efectivo que a un hombre de izquierda”.

Pablo Emilio Escobar Gaviria

Hoy el diario Infobae publicó una información que puede cambiar el curso de los acontecimientos en una de las causas judiciales más importantes que tramitan hoy ante los juzgados federales.

Se trata de un escrito presentado por los hijos menores de Lázaro Báez, Leandro y Luciana, por el que recusan al juez Sebastián Casanello bajo el argumento de que el juez montó la causa que tiene detenido a su padre para proteger a la familia Kirchner y que la estrategia del expediente —incluidos los abogados de Báez— es dirigida directamente por Cristina Fernández, en un diseño decidido por la ex Presidente en reunión con el juez Casanello, Wado de Pedro y el ex viceministro de Justicia, Julián Álvarez, que tuvo lugar en Olivos. Continuar leyendo

Llegó la hora del relato

Durante doce años la sociedad argentina se bancó una monumental mentira que invadió casi todos los rincones de la realidad y sobe la que se construyó una realidad paralela, virtual, completamente mentirosa respecto de lo que ocurría realmente, que tuvo el enorme efecto de un narcótico generalizado que hipnotizó a una mayoría decisiva de argentinos.

Bajo los influjos de ese estupefaciente nació una generación de zombies que siguió, poco menos que ciegamente, un proyecto cuyo único objetivo consistía en el saqueo del Tesoro Público.

El relato se apoyó, básicamente, en dos sostenes fundamentales: una épica revolucionaria, populista, nacionalista, divisoria y antioccidental; y una lluvia de mensajes a repetición que llenaba el espacio público con supuestos logros que solo aparecían en estadísticas falseadas, en obras que nunca se hacían, y en un copamiento visual constante que no ahorró cadenas nacionales, la construcción de un aparato paraestatal de propaganda fondeado con dinero de todos y una irresponsable emisión monetaria que depreció la moneda local hasta convertir a su billete de máxima denominación en el equivalente a cinco dólares. Continuar leyendo

La clásica inocencia norteamericana

La Presidente concedió un reportaje a la revista The New Yorker que ella misma se encargó de difundir por las redes sociales oficiales. El reportaje se suponía que sería de persona a persona y con las características propias de una entrevista para un medio gráfico.

Pero el aparato de propaganda del gobierno transformó el hábitat del encentro en un verdadero estudio de televisión. El propio autor de la nota cuenta su asombro cuando entró a un lugar lleno se cámaras, artefactos de iluminación y cables.

La Presidente, incluso, lo peinó para que saliera “lindo” y cuando quizás tomó conciencia de su desubicación, pidió que alguien se acercara para hacer la tarea de un modo profesional.

El centro de la entrevista era la muerte del fiscal Alberto Nisman. El título de la nota (“A deadly conspirancy in Buenos Aires ?” [“¿Una conspiración mortal en Buenos Aires?”]) sugiere una investigación, dentro de la cual apareciera la entrevista con la señora de Kirchner. Pero pronto, esa aspiración se pierde y lo que podría haber sido una oportunidad para observar a la Presidente, quizás por primera vez, frente a alguien dispuesto de controvertirla, se diluye en un reportaje sin repreguntas y que toma como válidas las respuestas que escucha. Continuar leyendo

Cambios que anticipan una radicalización

Nadie sabe si la desestimación de la denuncia del fiscal Pollicita contra la presidente Cristina Fernández y otros miembros del gobierno calmará o envalentonará más aún a la Presidente en la previa a su discurso del domingo 1 de marzo.

No se sabe si, en su descripción de la Justicia, lo de Rafecas habrá que tomarlo como proveniente de un poder aristocrático, antipopular y como tal ilegítimo. Porque si así fuera, la Presidente habría sentado las bases para dudar de la resolución que ahora la beneficia. 

Es una paradoja, pero cuando uno lanza una guerra contra alguien y luego ese alguien define una determinada situación a favor de uno, es como que la posición propia queda colgada de la palmera: ¿en qué quedamos: los jueces tienen imparcialidad para analizar equidistantemente las situaciones que se le presentan o no (porque son golpistas, elitistas, contramayoritarios y contrarios a la “voluntad popular”)? Continuar leyendo