Que Cuba se abra al mundo

Ya no quedan excusas. Si es que alguna vez las hubo.

Inteligente, y en evidente sintonía con el pontífice argentino, Barack Obama anunció medidas de flexibilización hacia Cuba, a horas del inicio de la visita papal a la isla.

El presidente estadounidense no puede poner fin al embargo. Eso es resorte del Congreso. Pero tomó varias disposiciones destinadas a ampliar las corrientes financieras y económicas entre su país y la isla. Además de eliminar el cupo para las remesas que los exiliados cubanos envían a sus familias, se habilita a los ciudadanos norteamericanos a abrir negocios en Cuba en determinados rubros y a contratar mano de obra local, entre otras medidas.

Al llegar a La Habana, Jorge Bergoglio hizo suyo “el deseo de san Juan Pablo II con su ardiente llamamiento a ‘que Cuba se abra con todas sus magníficas posibilidades al mundo y que el mundo se abra a Cuba’”.

Desde aquella histórica visita de Karol Wojtyla, en 1998, el mundo no ha cesado de abrirse a Cuba, pero lo inverso no ha sucedido. Continuar leyendo

Delirium tremens: los extremos se tocan en Cuba

Una izquierda trasnochada que habla de victoria castrista coincide con un sector recalcitrante del exilio y del lobby cubano en USA que ve una imperdonable concesión a la dictadura caribeña.

El anuncio de Barack Obama y Raúl Castro sobre el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana ha descolocado a ambos extremos que, como recordó aquí mismo Martín Guevara, se tocan. Y coinciden en el error.

Ni uno ni otro sector piensan en el pueblo cubano: unos lo identifican con el régimen, como si el castrismo no fuese una dictadura sino la legítima representación de la ciudadanía; otros, privilegian el interés sectorial de su comunidad favorita de exiliados y el sostenimiento de una retórica, que se extinguiría con el fin del comunismo.

Lo verdaderamente auspicioso no lo ven. Y es que, si este proceso evoluciona favorablemente, Castro y su régimen ya no tendrán “buitres” a los que apuntar para justificar la opresión del pueblo cubano. Continuar leyendo

¿Por qué pudo el Papa mediar entre Cuba y EEUU?

El anuncio de un cambio de política de los Estados Unidos hacia Cuba –y viceversa, ya que este giro no hubiera sido posible sin un previo diálogo entre los dos Estados- es una buena noticia para la región. Ambos actores destacaron el papel que cumplió el papa Francisco en este acercamiento, en calidad de “mediador”.

¿Por qué pudo el Papa desempeñar ese rol?

En primer lugar, sencillamente porque se lo propuso. Es algo que no pareció pasar por la cabeza de ninguno de los líderes latinoamericanos que en los últimos años se han vinculado con Cuba con fines más mediáticos que de otro orden, para confortar a sus electorados progresistas con una versión en color sepia de una Revolución que ya no existe, que ha fracasado en toda la línea, para únicamente dejar paso a un régimen anacrónico, autoritario e incapaz de llevar a su pueblo hacia el desarrollo de sus potencialidades. Continuar leyendo

Un Papa que no es de izquierda ni de derecha

Inclasificable. Así ven muchos a Francisco. Con cien días de pontificado cumplidos, todavía sigue siendo materia de debate si el nuevo Papa es de izquierda o de derecha. Progresista o conservador.

Hubo cierta perplejidad frente a un Pontífice al que no es posible encasillar. ¿Dónde ubicar a quien fustiga el capitalismo salvaje y la dictadura del dinero, pide una Iglesia pobre para los pobres y critica incluso a los obispos demasiado aferrados a los tesoros materiales, pero que a la vez llama a defender el estatus jurídico del embrión humano y denuncia la presencia de un “lobby gay” en el Vaticano?

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