Con el fallo de la Corte Suprema de los EEUU que benefició a los fondos buitre se vislumbra una doble conjetura: por un lado, se muestra la vigencia del alto poder que tiene el capital financiero en el plano internacional y, por otro, revela las debilidades del sistema republicano norteamericano, incapaz de crear y poner en práctica un modelo económico que beneficie a la población.
La historia del fallo a favor del fondo NML comenzó en el año 2008, cuando éste compró bonos de la deuda argentina en cesación de pagos (default) que no entraron en el canje del 2005. El Gobierno, recordemos, había reestructurado la deuda después de la estafa del MegaCanje (con perjuicios para el país valuados en 55.000 millones de dólares) y el estallido de la crisis del 2001.