2015, del magnicidio a la esperanza

Cuando todavía quedaban en nuestros hogares resabios de los festejos por un nuevo año, cuando muchos de nosotros circulábamos distendidos por algún centro veraniego y cuando la reina del Plata transitaba la tradicional modorra estival, la noticia de la muerte del fiscal Alberto Nisman sacudió los estamentos sociales en lo más profundo.

Las patéticas imágenes del teniente coronel, médico Sergio Berni, inundando una escena de crimen en la que nada tenía que hacer, las mucho más patéticas expresiones de la ex Presidente de la nación, la controversia sobre lo ocurrido aquella madrugada, las dudas sobre si el médico de la prepaga pudo actuar o si no, y la vergüenza extrema por el accionar de una fiscal que nunca pudo concluir el primer paso de la investigación y determinar si Nisman se mató, si fue invitado a matarse o si lo hizo por propia determinación, marcaron el inicio de un 2015 que muy difícilmente será olvidado por aquellos a los que nos tocó vivirlo.

Es indudable que el suceso antes narrado, querido amigo lector, nos acompañó a lo largo de todo el año y aún hoy ocupa parte de nuestra agenda de interés, pero la vorágine de la política lo apartó muchas veces del foco de atención; aunque por su trascendencia, resulta inexorable que reaparezca una y mil veces hasta que lleguemos a la verdad. Continuar leyendo

Torta galesa y conmemoración facciosa

Confiese algo, querido amigo lector: si lo toman desprevenido, ¿no se hace un poco de lío con la interpretación exacta de esa porción de la tierra a la que medio a lo bruto denominamos indistintamente como Reino Unido o Inglaterra?

Para ponernos en fase con la terminología, recordemos que por Reino Unido se entiende a la unión de Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte. Todos son británicos, pero no todos son ingleses. A todo esto, cuando incluimos a Irlanda en el Reino Unido, nos referimos a Irlanda del Norte y no a la otra porción de la isla, a la que se conoce como República de Irlanda. Convengamos, entonces, que más allá estar casi todos unidos en un reino, cada país tiene un Gobierno autónomo y que incluso les podríamos decir británicos a todos, pero de ninguna manera ingleses por igual. Hacerlo sería una burrada tan grande como decir que Artigas era argentino.

La cuestión de las identidades comunitarias es en Europa mucho más importante que lo que suelen ser para nosotros las diferencias entre nacionales de distintas provincias. Un gallego, un vasco y un catalán son antes que nada eso y luego españoles. Nuestro máximo héroe naval Guillermo Brown fue un orgulloso marino mercante irlandés no inglés. Continuar leyendo

El ministro indefenso

Dígame la verdad -amigo lector-, si usted fuera presidente de la república, de una multinacional, de un club de fútbol o aunque más no sea del consorcio donde vive, ¿no le gustaría tener guardianes que defiendan con tanta pasión su accionar como lo hacen a diario espadachines del modelo de la talla de Aníbal Fernandez, Miguel Ángel Pichetto o Agustín Rossi?

Cada uno en su estilo, representan a la perfección el ideal del subordinado perfecto, del discípulo fiel y hasta creo que para más de una mujer serían casi como el marido soñado, dispuestos siempre a inmolarse por el amor que profesan a su ama. Perdón, a su dama.

Particularmente, en el caso del ahora devaluado ministro de Defensa, no se le puede negar el talento profesional con el que defendió los colores del Frente para la Victoria en la Cámara de Diputados; el hecho de que uno no coincida con su pensamiento ni que nadie le crea nada de lo que dice, sean sus declaraciones para brindar su particular explicación sobre “submarinos emergentes”, la colaboración del Ejército en la lucha contra el narcotráfico o la compra de aviones con más de 40 años para la actual fuerza aérea desalada, es otra cuestión. Pero el hombre le pone garra.

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