Una incubadora llamada progresismo

En el 2011, la cosmovisión progresista, encabezada por Hermes Binner, recaudaba el 16 % de los votos. Cuatro calendarios después, la cosecha en las PASO osciló entre el 3 % y el 4 %. Números que, además de estacionar a Margarita Stolbizer lejos del podio presidencial, de cara al 2016, ponen en jaque al esqueleto legislativo del espacio en los tres niveles: municipal, provincial y nacional.

Pero más allá de la introspección que haga la socialdemocracia autóctona sobre su performance electoral, la sociedad debería ponerle el ojo al destino de esta fuerza. Salir del microclima polarizante, impuesto por el Frente para la Victoria y Cambiemos, tomar una bocanada de aire fresco y reflexionar sobre la utilidad que tiene para el sistema democrático la presencia de una centroizquierda voluminosa, ágil y vigorosa en el Congreso.

Cuando es leal a su ethos reformista, el progresismo tiene la capacidad de inyectar en la agenda pública problemáticas inéditas, que son ignoradas por la vorágine de la coyuntura, escondidas por poderes fácticos de considerable espesor o, directamente, estériles para la dirigencia política, ya que no implican réditos electorales en el corto plazo. ¿Un popurrí al vuelo? Continuar leyendo

Margarita, la abanderada

Me hace feliz ser una candidata testimonial. Yo digo que se trata de dar testimonio de mis ideas y conductas.

Hay que largar la calculadora y votar con la cabeza y el corazón.

Nunca elegí hacer política por un cargo.

 

El kit de frases retumbantes pertenece a Margarita Stolbizer, candidata del frente Progresistas -integrado por el Partido Socialista, Libres del Sur y GEN- a la Presidencia de la Nación. Una política que ha decidido anclar su discurso por fuera de la polarización que proponen el kirchnerismo y el entramado opositor, liderado por Mauricio Macri, para desandar el año electoral. Apuesta que no le ha salido barato. Desde ambas orillas de la grieta la apedrean a diario. Dos ejemplos recientes: Elisa Carrió y Diego Bossio.

Reacia a la especulación, los extremos y las capitulaciones, Stolbizer retoma la bandera de la socialdemocracia autóctona. Emblema que, en un pasado, supieron levantar Lisandro de la Torre, Alfredo Palacios, Arturo Illia, Raúl Alfonsín, Alicia Moreau de Justo y Guillermo Estévez Boero. Todos representantes de la República sensible, constructo ideológico que, históricamente, defendió la búsqueda de la igualdad -esencialmente mediante una educación y una salud públicas de jerarquía- y la ampliación de los derechos individuales y sociales. Nada maximalista: un Estado gravitante en la economía, pero que no asfixie la iniciativa privada ni pisotee las libertades personales. Continuar leyendo

Cristina, claves de una especie discursiva en extinción

Caen las arengas finales en la plaza. Una multitud le hace eco a “la Jefa” con un “viva la patria”. Débora Giorgi se seca las lágrimas. Después de una hora de alocución, abajo los bombos recuperan el protagonismo. Los principales medios ya preparan el contrataque. Analistas críticos afilan sus plumas. La embestida contra la prensa fue fuerte.

La presidente Cristina Fernández de Kirchner se dio otro baño de masas este 25 de mayo. Quizás el último en el vértice del poder. Y, como acostumbra, lo hizo con los dedos en el enchufe.  No dejó a nadie indiferente. Fieles y detractores prendidos a sus palabras. ¿Cuál es el secreto de sus discursos para monopolizar la atención? Continuar leyendo