Más vale tarde que nunca

En este 2014, los legisladores van a tratar de lograr lo que debieron hacer en el 2009: una reforma migratoria que legalice a la mayoría de los 11 millones de indocumentados. Lo sé: parece el cuento del lobo feroz que nunca viene. Pero si recordamos correctamente, al final del cuento el lobo llega. Espero que lo mismo ocurra con la reforma. No deja de sorprenderme el optimismo de los inmigrantes sin documentos y, particularmente, el de los “Dreamers”. No importa cuántas veces los políticos digan que no, ellos siguen insistiendo. Reconozcámoslo: quienes han mantenido vivo este movimiento son los Dreamers, esos valientes jóvenes – llegados ilegalmente de niños a este país – que se meten en las oficinas de los congresistas, se hacen arrestar y no paran sus campañas por la Internet. Ellos son los verdaderos héroes de los inmigrantes. Continuar leyendo

Si Bill Clinton fuera presidente

Bill Clinton tiene un problema: todo el mundo le quiere hablar de su esposa. Y la pregunta es la misma: ¿se va a lanzar Hillary a la presidencia de Estados Unidos en el 2016? Pero él tiene la misma respuesta para todos: “No lo sé”. Bill Clinton no es hombre de pocas palabras. Añadió: “Ella cree, al igual que yo, que hacer una campaña electoral durante cuatro años es un grave error. Hasta hay periódicos que tienen reporteros asignados a cubrir una campaña que no existe y, por lo tanto, inventan cosas”.

Sería fácil terminar con todos esos rumores. Bastaría que ella dijera que no quiere ser la primera presidenta de Estados Unidos. Pero la realidad es que no lo ha dicho. Es más, al igual que lo hicieron Barack Obama y John F. Kennedy durante sus candidaturas presidenciales, Hillary está terminando un libro que será publicado antes de las elecciones.

La realidad es que Hillary no está hablando, pero Bill sí. La mañana que lo entrevisté en su casa al norte de Nueva York, el ex presidente estaba de buenas y con ganas de conversar. Ya no tenía esas enormes ojeras que le vi una tarde en la Casa Blanca y ha corregido su vieja costumbre de llegar unos minutos tarde. Se hizo vegetariano desde el 2010 y se nota; ha perdido varias libras y ganado energía. Ve a los ojos, saluda con mano fuerte y casi siempre tiene algo inteligente o ingenioso que decirte.

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Tortillas, bebes y votos

Durante mucho tiempo fuimos invisibles. Estabamos allí, pero los otros nos trataban como si no existiéramos. No éramos tantos como ahora, ni hacíamos tanto ruido, ni teníamos tanto poder. Pero las cosas ya cambiaron para los latinos en Estados Unidos. Durante mucho tiempo nos describieron como el gigante dormido. Pero ahora ese gigante ha despertado y está en marcha.

Cuando yo llegué a Estados Unidos en 1983 éramos sólo 15 millones de hispanos; hoy somos más de 55 millones y, según las proyecciones, en 35 años seremos 150 millones. Ya no somos invisibles.

En todos lados se nota nuestra presencia – hasta en la mesa. Por primera vez en la historia de Estados Unidos, en los supermercados se venden más tortillas que panes para hamburguesas. Cada año los norteamericanos gastan más en tortillas (unos 2.900 millones de dólares, según la empresa Packaged Facts) que en otros tipos de panes (2.100 millones de dólares). Esas son muchas tortillas. Estados Unidos ha adoptado rápidamente como propias las tradiciones culinarias de sus inmigrantes latinoamericanos.

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Miss Universo al rescate

¡Ganamos!”, oía el grito por el celular. “¡GANAMOS!”, repetía. El grito era tan potente que lo escuchaba a través del celular de otra persona, no el mío. Era una venezolana que celebraba el triunfo de su compatriota, Gabriela Isler, en el concurso Miss Universo.

En Twitter la celebración de los venezolanos parecía una fiesta. Como si se tratara de una hermana suya. Me pareció una exageración, un festejo desproporcionado. Pero era, en realidad, la primera buena noticia para los venezolanos en mucho tiempo.

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El senador que no quería callar

El senador Ted Cruz estaba muy tranquilo, sentado en un sofá de su oficina, con la pierna cruzada, mostrando una de sus muy tejanas botas negras. Parecía que nada le preocupaba. Sin embargo, fuera de ahí, las palabras y las acciones del senador de Texas estaban causando una tormenta política.

A pesar de que el reciente cierre del gobierno causó un severo daño a la imagen del Partido Republicano -las encuestas lo culpan principalmente por los 16 días de crisis financiera- el senador Cruz sigue actuando como si hubiera ganado. Y puede ser que así sea.

Todos en Estados Unidos ya saben quién es, ha recaudado miles de dólares de votantes muy conservadores y no es ningún secreto que está preparando una posible campaña por la presidencia para el 2016. Todo basado en su ataque a la ley de salud pública conocido como “Obamacare” y a su negativa de apoyar una ruta a la ciudadanía para los inmigrantes indocumentados.

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El sheriff más duro (y odiado)

Es un simple problema de percepción. Joe Arpaio ha sido descrito como “el sheriff más duro” y eficaz de Estados Unidos. Muchos inmigrantes hispanos, en cambio, lo odian más que a cualquier otro policía del país. Sea lo que sea, a los 81 años de edad, Arpaio ya no va a cambiar. Es lo que es. Arpaio, el sheriff del condado de Maricopa en Arizona, y sus agentes han sido acusados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos de detener a inmigrantes sólo por su apariencia. Es lo que llaman en inglés “racial profiling; ésa es una manera suave de decir que Arpaio supuestamente discrimina contra los hispanos.

Él, por supuesto, lo niega. Dice que sólo aplica la ley. Pero su oficina se ha gastado millones de dólares para defenderlo de una multitud de demandas. Fui a conocerlo a Tent City, la cárcel al aire libre que construyó hace 20 años. Ahí me encontré a cientos de prisioneros viviendo bajo carpas de lona y acomodados en literas. En el desierto de Arizona, a veces las temperaturas en el verano pueden superar unos 50 grados centígrados. Uno de los prisioneros me dijo que los tratan peor que a perros. Arpaio se defiende. “Puede ser duro lo que diga”, comentó, viendo directo a los ojos del prisionero que lo criticó, “pero los perros no han cometido ningún crimen. Ustedes sí han cometido un crimen, y han sido declarados culpables”.

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