Un mundo globalizado plagado de guerras y muertes

¿Cómo iban a imaginar aquellas 298 almas inocentes mientras esperaban en el aeropuerto de Ámsterdam, despidiéndose de familiares y amigos, que embarcarían el vuelo MH17 con destino a  la muerte? A tan sólo meses de la trágica y misteriosa desaparición de otro vuelo de Malaysian Airlines en el Océano Índico, la ley de probabilidades indicaba que era casi imposible que otro avión perteneciente a esa misma línea aérea sufriera una nueva tragedia . Tripulantes y pasajeros  de once nacionalidades diferentes, ninguno ruso ni ucraniano, y hasta quizás con poco o nulo conocimiento acerca del conflicto que acechaba la zona que sobrevolaba , pasaron desde hace unos días a engrosar las listas de muertos en una de las tantas guerras que parece no tener fin.

Ya no importa si el misil que derribó al avión  fue lanzado por ucranianos o rebeldes pro rusos de Donetsk o Lugansk. O la delirante teoría de que el misil iba dirigido al avión en que se trasladaba de regreso de su viaje por Latinoamérica el presidente ruso, Vladimir Putin. Con seguridad ese avión no arriesgaría sobrevolar por semejante zona, sería suicida. Como si fuera  tan fácil derribar aviones presidenciales que extreman su seguridad. La única verdad es que nada ni nadie le devolverá la vida a estas personas , y sus familias nunca olvidarán, la herida sangrará por siempre.  Lo que cabe preguntarse es cuántos más tendrán que morir.

En un año donde se cumple el centenario de la Primera Guerra Mundial, una buena parte de la civilización coquetea con un peligroso grado de violencia.  Primero llegó la gran crisis económica del 2008/2009, con epicentro en los Estados Unidos, pero que rápidamente y cual efecto domino se propagó por todo el mundo. A pesar de haber salido lentamente de ella de manera dispar, la violencia empezó a aflorar en distintas partes del mundo como hacia tiempo no sucedía.

En febrero comenzaron las protestas en Venezuela contra el gobierno de Maduro con miles de muertos y presos políticos. Hoy persisten, y esa nación continúa atrapada en su propio laberinto, creado por el chavismo, y sus dirigentes parecieran no poder encontrar salida. Mientras tanto, su economía sigue barranca abajo y desmoronándose a pesar del alto precio del petróleo, algo incomprensible para cualquier buen entendedor ya que son uno de los grandes productores y exportadores del oro negro. Del otro lado del mundo, allá por febrero también, las calles de Kiev, en Ucrania, se transformaron en ríos de sangre. Protestas callejeras violentas y revolucionarias, luego de sangrientos enfrentamientos con las fuerzas policiales y militares que respondían al gobierno, derrocaron finalmente al presidente Yanukovich, quien contaba con el apoyo de Rusia. Inmediatamente después comenzaron los disturbios en Crimea, península  perteneciente a Ucrania, que finalmente fue anexada a Rusia, referéndum mediante.  Pero todo no termina aquí, sino por el contrario, esto ha dado comienzo a más batallas al este de Ucrania, en Donetsk y Lugansk, con gran número de población rusa comenzando su propia lucha y confiar sus destinos a Moscú. Lógicamente, Putin respalda todos estos movimientos para cumplir su sueño de reconstruir la desmembrada Unión Soviética, y recuperar el poder y protagonismo perdido por Rusia.

En Medio Oriente cesan abruptamente las negociaciones de paz entre Israel y Palestina para ser reemplazadas una vez más por tanques y misiles en una guerra que se llevara la vida de algunos israelíes y muchos palestinos. En Siria continúa la guerra civil que no da tregua y ya lleva tres años y más de 170 mil muertos. Los refugiados que perdieron todo se cuentan por los millones. Irak, cuya incipiente democracia pende de un hilo, comenzó su propia guerra. Extremistas Islámicos sunitas del EIIS , Estado Islámico de Irak y Siria, quieren reformular los mapas y crear un gran Califato Islámico. Ya han avanzado sobre varias ciudades y puntos estratégicos iraquíes como Mosul, donde se han saqueado grandes sumas de dinero y armamentos que los vuelve aún más temerarios. Maliki, el primer ministro iraquí chiíta, esta haciendo poco para lograr una tregua y negociar.  Irán, por su parte, logró extender por más meses el plazo de negociación ganando tiempo para seguir enriqueciendo uranio con fines nucleares.

Asia no parece tampoco estar trabajando por la paz. Corea del Norte amenaza a su vecino del sur con reiniciar la guerra y, en un acto de provocación, realiza ejercicios militares con misiles de corto mediano y largo alcance en sus fronteras  y espionaje con drones. China avanza sobre islas en sus mares por cuestiones estratégicas enfrentándose diplomáticamente a Vietnam, Malasia y Japón. Por su lado, Japón frente a la amenaza de China y Rusia, quiere reformular su Constitución para así poder tener mayor influencia militar en la zona asiática lo que traería aún más tensión.

En África tampoco las cosas están mejor. Sudán del Sur disputa su propia guerra. Somalia acecha con sus actos de piratería. Nigeria y el secuestro de las más de 200 niñas por Boko Haram, grupo extremista que ayer ha izado nuevamente su bandera blanca y negra al noreste de la capital nigeriana perpetrando un feroz ataque causando 100 muertes.

Un mundo plagado de violencia que parece estar fuera de control y donde cada uno esta concentrado en ganar poder o territorios.

Frente a todo este escenario, Naciones Unidas hace poco. Estados Unidos y Europa siguen sancionando a Rusia con muy pocos resultados. Mientras tanto, Vladimir Putin y su par chino, Xi Jinping, se dedican a buscar materias primas y aliados en América Latina, no por afinidad sino por mera conveniencia. Pareciera estamos atravesando un período de caos que, si no lo frenamos a tiempo, puede terminar en algo peor. Las alarmas están encendidas, habrá que ver quien las escucha.

Estados Unidos, Japón y Vietnam: viejos enemigos unidos frente a la amenaza China

En agosto de 1945 Estados Unidos lanza dos bombas atómicas en territorio japonés destruyendo las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, dejando un saldo de 230 mil muertos e imágenes imborrables y devastadoras en la memoria del pueblo japonés. Sin embargo llegaría el día en que Japón cerraría sus heridas y se transformaría en amigo y aliado de su mayor destructor. ¿Qué decir de la cruenta y larga guerra de Vietnam (1959- 1975) donde Estados Unidos fue vencido ? ¿Quién iba a pensar que llegaría el día en que su vencedor le pediría auxilio contra un antiguo aliado?

China y Rusia renuevan su vieja alianza

Esta semana se produjo el esperado encuentro entre el presidente ruso Vladimir Putin y su par chino, Xi Jinping en Beijing. Su visita de dos días resulto más que fructífera para el presidente ruso quien partió del gigante asiático con las manos llenas y nuevos aires de victoria. Si bien históricamente han sido aliados en el pasado, tuvieron un período de distanciamiento donde China, más temerosa de Rusia en ese entonces devenida en la poderosa Unión Soviética, decide reanudar relaciones con los Estados Unidos, durante la era de Nixon, como forma de contrarrestar poder y disuadir cualquier intención rusa de invadir sus territorios. Durante esta breve estadía en territorio chino, Putin logró finalmente, luego de diez años, un acuerdo económico para la venta de gas por millones de dólares, una cumbre de seguridad regional que incluye ejercicios militares conjuntos en la costa china, y el veto acompañando a Rusia, de una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas con respecto al conflicto en Siria. A tan sólo días de los conflictivos comicios a realizarse en Ucrania, Putin deja sentado a Occidente, que no está solo, sino por el contrario, muy bien acompañado.

En la noche del miércoles, luego de una extensa y difícil ronda de negociaciones, China y Rusia firmaron un acuerdo de compra venta de gas cercana a la cifra de 400 mil millones de dólares. En el acuerdo la compañía estatal rusa Gazprom se compromete a proveer a la Corporación Nacional de Petróleo de China también controlada por el Estado, 38 mil millones de metros cúbicos de gas por año, entre los años 2018 y 2048. Para Putin, no sólo representa el mayor acuerdo económico de gas logrado en la historia de Rusia, sino una victoria geopolítica. Este acuerdo ayudará al Kremlin a reducir su dependencia económica de Europa a quien exporta una importante cantidad de gas y quien a partir de los eventos en Ucrania, se ha transformado en un archienemigo.

Los lazos comerciales entre ambos países vienen en aumento. Rusia es el mayor socio comercial de China con flujos bilaterales por 90 mil millones de dólares en el 2013. Por otro lado, si los bancos occidentales se negaran a dar préstamos a Rusia, como represalia por Crimea y su accionar en el este de Ucrania, China podría salir a rescatarla suplantándolos. China por su parte necesita de los recursos estratégicos naturales que posee Rusia en abundancia. El acuerdo de gas le permitirá reducir el uso de carbón como fuente de energía, y así poder reducir el alto nivel de contaminación de muchas de sus ciudades.

En el día de ayer China sorprendió vetando junto con Rusia una resolución propuesta por Francia dentro del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas desafiando no sólo a la mayoría, sino a grupos defensores de derechos humanos y a los Estados Unidos. La resolución proponía llevar al régimen sirio a la Corte Penal Internacional para que investigara los crímenes de guerra. El conflicto en Siria lleva más de tres años y ya ha costado unas 150.000 vidas. De los 15 miembros permanentes del Consejo de Seguridad, 13 votaron a favor. Es la cuarta vez que ambos países utilizan en forma conjunta el poder de veto que tienen por ser miembros permanentes del Consejo de Seguridad, para bloquear una acción coercitiva por parte del organismo internacional para sancionar al régimen de Bashar Al Assad. Ambos justifican el veto diciendo que cualquier acción en contra del régimen sirio haría caer las negociaciones de paz iniciadas en Ginebra I y II , no pudiendo llegar a una tercera ronda. Pero China también se abstuvo de votar en marzo cuando el Consejo rechazó el referéndum propuesto por Rusia en Crimea previo a anexarla. Ambos países han tomado una postura similar a la tomada con Siria en lo referente  a Irán y su tan cuestionado programa nuclear. Se han comportado más como aliados con Irán confrontando con el resto de los países, Rusia aún más abiertamente.

Rusia y China sienten un enorme orgullo y un gran nacionalismo. Se reconocen como potencias históricas. Hoy comparten su antagonismo con los Estados Unidos con quien compiten por el primer puesto del mundo. Tienen gobiernos dictatoriales pero han sabido reconocer que la economía de mercado es el camino al crecimiento. Ambos están en una etapa expansionista donde quieren recuperar territorios perdidos y zonas estratégicas. Rusia con la anexión de Crimea recientemente, y el intento en el este de Ucrania. China en el mar del este y del sur. Con sus ojos en Taiwán, inversiones en recursos estratégicos en África y América Latina.

Pero este idilio puede quebrarse fácilmente ya que ambos son vecinos, históricamente han desconfiado y temido el uno del otro. Recordemos que los misiles nucleares rusos apuntan todos al territorio chino.

Corea del Norte: Los Juegos del Hambre

Un gobierno todopoderoso que todo lo controla, un ejército fuerte tanto en número como en armas, obsecuente e incondicional, control total de los medios de comunicación, falta de libertades y un pueblo sometido a través del miedo y el hambre parecen ser las características que comparten algunos países con aquella trilogía tan taquillera estrenada hace un par de años y de la que aún resta ver la última parte en la cual seguramente triunfarán los buenos.

En la película de ficción, basada en el libro Los Juegos del hambre, de Suzanne Collins, quienes detentan el poder en la nación Panem, compuesta por 12 distritos, deciden castigar a sus habitantes por haberse levantado contra el gobierno, 70 años atrás, en un intento de golpe de Estado, como consecuencia del hambre, la represión y la falta de libertades a las que se encontraban sometidos.  Así establecen los “juegos del hambre”, que se realizan cada año. Los mismos cumplen una doble función: por un lado, entretener a la población que vive de manera inhumana pasando hambre, a fin de que olvide sus pesares; por el otro, someterlos  a través del régimen del terror. Se elige a dos participantes por cada distrito, un niño y una niña de entre 12 y 18 años quienes deberán aniquilarse unos a otros de la manera más sangrienta imaginable, quedando sólo dos vencedores, uno de cada sexo. La elección de las edades no es fortuita, ya que son los jóvenes los que traen nuevos bríos y suelen rebelarse contra los gobiernos frente a las injusticias. De esta manera exterminan a aquellos que representan el futuro y quienes son a la vez, su mayor amenaza.

Corea del Norte logra hacer de esta ficción una realidad. Su dictador, Kim Jong -un heredero del poder divino de su padre a una edad temprana, se presenta como un excéntrico cargado de  cierta locura. Amenaza constantemente la paz mundial lanzando proyectiles al mar, haciendo alarde de su capacidad militar.

En la madrugada del miércoles, desde el norte de Pyongyang, fueron lanzados dos misiles Rodong de alcance medio, en represalia a la reunión en La Haya realizada el martes, a puertas cerradas , entre  los líderes de Corea del Sur, Estados Unidos y Japón. El motivo de tal reunión fue precisamente discutir la amenaza nuclear que representa Corea del Norte para el mundo entero. Ambos misiles cayeron en el mar entre Corea del Norte y Japón.

A pesar de la oposición internacional, Corea del Norte ha amenazado con fortalecer sus armas nucleares y desarrollar misiles de largo alcance. Ya en febrero del 2013, Kim Jung- un llevó a cabo su tercera prueba nuclear. Desde entonces, las relaciones con Seúl no han hecho más que deteriorarse.  Si bien hubo un acercamiento entre las dos Coreas a comienzos de este año con ánimos de reducir tensiones, esa reunión parece haber quedado en la nada.  Corea del Norte escribe con la mano lo que luego borra con el codo. Su líder  inspira confianza cero.

En el párrafo 664 del informe presentado por la Comisión de Investigación de la ONU ( Organización de Naciones Unidas) dado a conocer recientemente,  figura la desopilante cifra de casi $ 646 millones de dólares dilapidada por el excéntrico mandatario norcoreano durante el año 2012, en bienes de lujo que incluyen entre otras cosas : cosméticos, carteras de marcas internacionales, productos de cuero, relojes , productos electrónicos , autos  de alta gama y las marcas de bebidas alcohólicas más caras.  ¿Se imagina usted gastando casi promedio $ 1.8 millones de dólares por día durante un año? Es impensable.  Es una amoralidad de  principio a fin, una falta total de sentido común, y denota una altísimo grado de irresponsabilidad frente a las urgentes necesidades de toda una población. Mientras sus ciudadanos mueren de hambre en decenas o quizás centenas por día este personaje desdeñable se dedica a quemar el dinero en semejantes delirios y extravagancias. Según la Organización de Naciones Unidas para Alimentos y Agricultura (FAO ), el 84% de la población norcoreana tuvo un pobre consumo de alimentos en el año 2013. Mientras tanto el gobierno gastó $ 1.300 millones de dólares en programas de misiles balísticos en el año 2012.

Su padre, su mejor ejemplo. Durante la gran hambruna, entre los años 1990 y 1997, cuando millones de norcoreanos murieron de hambre, destinó 6.000 millones de dólares del presupuesto anual al sector militar.

Bastión comunista en esencia pura, con todos sus vicios, priorizando programas de armas nucleares por sobre el hambre y la miseria de un pueblo.  Toda la información es distribuida desde y por el gobierno. No existe internet, hay censura de todo tipo, su población vive aislada del mundo, no pueden salir del país. La falta  de libertades es llevada al absurdo; sus ciudadanos son obligados a llevar el corte de pelo a imagen y semejanza de su líder, trayendo a la memoria la China de Mao. Cercados con alambre delimitando su territorio cual si fueran ganado, al igual que los habitantes de Panem. Los norcoreanos padecen un gobierno que lejos de proveerles bienestar y desarrollo, les proporciona la más pura de las miserias.

Moraleja: cualquier gobierno que se hace demasiado grande y todopoderoso se termina corrompiendo, convirtiéndose en una amenaza para su pueblo. Quienes gobiernan sin límites,  no tendrán límites.

¿Por qué un default en Estados Unidos es impensable?

Tres son las razones por las cuales veo impensable un default en la economía más grande del mundo. La primera, la innumerable presión que ejercerán los más de 100 países tenedores de bonos del tesoro americano. En segundo lugar, una situación semejante destruiría toda la confianza en el dólar, que hoy sigue siendo la principal moneda de reserva en el mundo, causando así más estragos en la economía americana. Por último, las elecciones -tanto legislativas del 2014, como las presidenciales del 2016- ya están a la vuelta de la esquina. Un default ocasionado por desacuerdo entre ambos partidos y como resultado de un cierre de gobierno podría poner en jaque al sistema bipartidista ya que el pueblo americano hoy no parece estar muy contento ni con demócratas ni con republicanos. Al final del día, ambas partes querrán llegar a un acuerdo por el bien propio y el ajeno.

Profundizando en la primera cuestión, éstos son los 10 mayores tenedores de bonos del tesoro americano: 1) China, 2) Japón, 3) bancos del Caribe (Bahamas, Bermuda, Islas Vírgenes, Islas Caimanes, Antillas holandesas y Panamá), 4) los países exportadores de petróleo entre los que se encuentran mayoría de países árabes (Irán, Irak, Kuwait, Qatar, Omán, Emiratos Árabes, Arabia Saudita, Baréin, Indonesia, Ecuador, Venezuela, Argelia, Gabón, Libia y Nigeria), 5) Brasil, 6) Taiwan, 7) Suiza, 8) Bélgica, 9) Reino Unido y 10) Luxemburgo. La inmensa lista incluye a Rusia, Irlanda, Noruega, Canadá, México, India, Alemania, Korea, Francia, Australia, Chile, España, Italia, Israel, Perú y podría seguir…

Ya en la mañana del martes los ministros de finanzas de China y Japón se comunicaron con autoridades del tesoro americano para ejercer presión para que ambas partes lleguen a un pronto acuerdo y así evitar una crisis mayor. Son demasiados los intereses y países expuestos a semejante catástrofe.

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Medio Oriente en llamas

Días atrás participé de un viaje a Israel con varios representantes de la Cámara baja de los Estados Unidos de Norteamérica. Tuvimos la oportunidad de reunirnos allí con las distintas autoridades y tener una visión más precisa de lo que está ocurriendo en toda esa zona que los circunda, sumida en la violencia, los conflictos y las guerras. Lo que empezó hace algunos años como las primaveras árabes, con la esperanza de dar a luz a democracias en esa zona del globo, se ha transformado en un largo invierno plagado de muertes, destrucción y gran inestabilidad política.

Por un lado Egipto y su dictadura militar en lucha armada contra la Hermandad Musulmana, a quienes desplazaron del gobierno recientemente. Siria inmersa en una guerra civil que ya lleva dos años y medio, con más de 100.000 muertos. Seguramente muy pronto, cuando el Congreso americano reabra sus sesiones y Obama obtenga el visto bueno, será inexorablemente atacada por bombas americanas como resultado de su masacre del pasado 21 de agosto utilizando armas químicas prohibidas mundialmente. Creo que será sólo una cuestión de días. Muy probablemente el gobierno de Túnez también caiga. Libia no cuenta con un gobierno real con consenso. Líbano esta viendo crecer sus luchas internas entre sunnis y shias. Jordania ya tiene medio millón de refugiados sirios que siguen aumentando día a día.

Israel en este momento es un oasis dentro de este desierto plagado de guerras. Tiene tan solo el tamaño del estado de Nueva Jersey y cuenta con una población de 8 millones de habitantes. Sus aliados siguen siendo el ejército egipcio, que los ayuda contra la Hermandad musulmana por un lado, y en Gaza y Sinaí contra Hamas; Jordania, quien colabora contra actividades y grupos radicales terroristas en la frontera; Arabia Saudita, Kuwait y Emiratos Arabes, con quienes tiene una alianza desde hace ya años.

Sin embargo Israel enfrenta un gran desafío y tiene nombre propio: Irán. La guerra no tardara mucho en llegar. Es sólo una cuestión de meses. Israel está decidido con o sin apoyo norteamericano. Netanyahu ya lo intentó en 2012 pero no tuvo consenso. Difícilmente hoy se pueda evitar. Irán amenaza con exterminar al Estado de Israel y para eso avanza con su programa nuclear a través del enriquecimiento de uranio. Una bomba nuclear en manos iraníes es inaceptable para el pueblo israelí, que aún tiene muy presente el Holocausto donde murieron 6 millones de personas en manos de Adolf Hitler. No quieren tomar ese riesgo, tienen la certeza de que deben actuar para evitar consecuencias nefastas. Hoy creen estar a tiempo de destruir con ataques puntuales y dejar sin efecto las pretensiones iraníes de avanzar con su proyecto nuclear. Tanto los misiles iraníes como los rockets de Hezbollah, su aliado natural, pueden matar cientos de personas pero no más, y es un precio que están dispuestos a pagar para evitar un mal mayor a futuro.

Israel está armado y preparado. Cuenta con el sistema de Iron Dome, diseñado por Rafael Advanced Defense Systems, que intercepta misiles destruyéndolos en el aire.  El gobierno israelí ha invertido durante estos años de bonanza y crecimiento millones de dólares en defensa. Habrá que ver que posición toma los Estados Unidos, aliado incondicional de Israel, y China y Rusia, aliados naturales del régimen de Irán, frente a un conflicto armado.

Palestina no es un tema menor, pero en este momento, Ramallah no es una prioridad. Y lamentablemente tengo que decir que luego de haber participado en reuniones con una y otra parte, soy bastante escéptica que de aquí a nueve meses puedan llegar a algún acuerdo de paz. Ojalá  me equivoque pero se están sentando a negociar sin estar de acuerdo en un punto básico para Israel, que es ser reconocido no solo como el Estado de Israel sino como un Estado judío. Palestina no parece estar dispuesto a esto que para Israel es primordial y no negociable.

Una zona plagada de conflictos que está por terminar de estallar. ¿A quién favorecen las guerras? Será que el ser humano es el único animal que no aprende de sus errores y de su pasado? Estarán tanto los americanos como los israelíes aplicando la doctrina de Santo Tomás de Aquino de la guerra justa y así actuando para prevenir aún consecuencias peores y más muertes?

Ojalá que el llamado del Papa Francisco al ayuno y oración tenga efecto y Dios oiga a todos los que estamos a favor de la paz. Tendría que suceder un milagro… pero los milagros existen.

El milagro americano

¿Se imagina queriendo comprar, como valor de reserva, moneda de un país que tiene una enorme deuda externa, un gigantesco déficit fiscal y comercial y, prácticamente, una proyección de crecimiento cercano a cero para los próximos años? ¿Un país que está gastando como nunca en planes de estímulo para reactivar su economía, sin saber cuál va a ser el final?

Esto resultaría impensable para la mayoría de los países del mundo, pero no para los Estados Unidos. Desde 1971, cuando el dólar perdió su respaldo en oro, éste siguió su carrera ascendente sobre la base pura y exclusiva de la CONFIANZA del mundo. Confianza generada como resultado de una gran estabilidad institucional, jurídica, y económica, basada en el respeto por las libertades del ser humano. Hoy, el dólar, nos guste más o menos, querámoslo aceptar o no, sigue siendo la moneda por excelencia de reserva de valor en el mundo.

Estados Unidos, un país con una deuda de U$ 16 billones de dólares, superando ya el 100% como porcentaje de su PBI, con un crecimiento casi nulo, debido a la crisis que aún enfrenta. Un déficit fiscal de U$ 1.1 billón de dólares, que lo llevó el año pasado a perder su calificación de triple AAA. Un déficit comercial de alrededor de U$ 600.000 millones de dólares. Y aún así, con todas estas condiciones adversas, todos los gobiernos del mundo y sus respectivos Bancos Centrales siguen acumulando reservas en dólares americanos. Siguen apostando al dólar.

Según datos recientes del Fondo Monetario Internacional (FMI), el 61,9 % de las reservas en el mundo están en dólares, el 25,7% en euros y cerca del 12 % en yuanes (RMB moneda China) habiendo avanzado el porcentaje de esta última, a pasos considerables en los últimos años. Para el año 2012, inclusive, los Bancos Centrales a nivel mundial aumentaron sus reservas en dólares y las redujeron en euros, como medida de precaución frente a las crisis económicas que tienen en vilo a diferentes países de la Unión Europea. Seguramente la línea de pensamiento será que es más fácil ordenar una casa que varias. Frente a la crisis económica de orden mundial, es más factible que Estados Unidos salga adelante más rápidamente, ya que en el caso de la Unión Europea se trata de son países unidos por una misma moneda, pero con muy distintas necesidades y capacidades económicas.

 

Es tanta la confianza que genera el dólar, y que se supo ganar a través del tiempo y de su historia, que aun en el peor momento de la gran crisis económica mundial del año 2008 -con epicentro en este mismo país- , inversores de todo el mundo huyeron de cualquier moneda para refugiarse en el amado dólar, a través de compras de Bonos del Tesoro Americano.

¿Quiénes son los principales tenedores de esta divisa? Nada más ni nada menos que China y Japón que, después de los Estados Unidos, son las dos economías más grandes del mundo. China desde el año 2005 cuadruplicó sus reservas en dólares llegando en el año 2012 a un monto histórico de U$ 3.31 billones de dólares, según datos del Banco Central de China. Esto no sólo se debe al excedente comercial chino, sino que está acompañado de la inversión extranjera directa que recibe. También los restantes países que conforman el BRIC, Brasil, Rusia e  India, que hoy conforman el bloque de países emergentes con mayor crecimiento en el mundo, están en los top 10 de los países tenedores de reservas en dólares.

Del año 2007 a esta parte, otros países latinoamericanos como Uruguay y Chile, han duplicado y hasta triplicado sus reservas en esta moneda. Sólo unos pocos como Argentina, Ecuador y Venezuela han visto estancadas y hasta reducidas sus reservas en dólares como consecuencia de políticas internas llevadas a cabo por sus respectivos gobiernos.

El dólar se posicionó en el mundo con tal fuerza transformándose ya desde hace años en la divisa más usada como moneda de cambio internacional. El 85% de las transacciones en moneda extranjera se realizan en dólares. Muchos países están implementando el comercio bilateral en sus propias monedas ya que abarata mucho los costos, aunque todavía encuentran cierta reticencia. China está trabajando arduamente en esto. Son varios los que quieren reemplazar al dólar, pero todavía tienen un largo camino por delante.

Creo que el dólar tiene para rato. Seguirá siendo por un largo tiempo la divisa principal por excelencia. Difícilmente pueda ser suplantada hoy por la de ningún otro país ya que por una razón u otra nadie es capaz de generar tan tremenda confianza. Pero cuidado, porque también conocemos los resultados nefastos de endeudarse en exceso, dilapidando y malgastando dinero, una política que, en el tiempo, lleva a un solo final, que no es muy promisorio. A estar atentos. La confianza lleva tiempo ganarla, pero se puede perder en instantes, si se toma el camino equivocado.