Latinoamérica , una zona riquísima en recursos naturales, tanto energéticos como en alimentos y minerales, se ha transformado en polo de atracción para muchos mandatarios de las economías más importantes del mundo, quienes han decidido lanzarse a su conquista.
Xi Jinping , presidente de China, la segunda economía del mundo y su par ruso , Vladimir Putin, iniciaron la sesión de visitas encadenadas por la región en este mes de julio. Para culminar con el paso de ilustres visitantes, este fin de semana le tocó el turno a Shinzo Abe, primer ministro japonés, responsable del destino de la tercera economía del mundo. Hacía más de 10 años que un mandatario japonés no visitaba la región. Abe vino a reforzar lazos con algunos países latinoamericanos, siendo Brasil el único perteneciente al Mercosur que visitará. Argentina, Cuba y Venezuela quedaron excluidos de su gira. Mientras Putin y Xi Jinping dejaron en claro su rivalidad con los Estados Unidos, acercándose a países cuyos gobiernos se encuentran enemistados con Washington, Abe, por el contrario, no hace más que afirmar su fuerte alianza con los norteamericanos visitando sólo países de la región que de una manera u otra se encuentran asociados o miran con buenos ojos a la primera economía del mundo. Cabría preguntarse por qué los Estados Unidos dejan semejante vacío en la región y muestran tan poco interés por la mayoría de los países latinoamericanos cuando en realidad les convendría más atraerlos que ignorarlos, aunque más no sea por razones geopolíticas.
Pareciera ser que China y Rusia han hecho esta lectura y decidido avanzar en esta riquísima región no sólo por conveniencia económica sino como estrategia aprovechando el vacío otorgado por la primera potencia mundial. El sentimiento antinorteamericano existente en muchos de estos países facilita y favorece el estrechar lazos. Es la segunda visita de Xi Jinping en 13 meses a la región, pasando por Brasil, Argentina, Venezuela y Cuba, dejando un claro mensaje sobre la importancia que concede a la zona tanto en el ámbito económico como en el comercial y geopolítico. China es el segundo socio comercial de la región y uno de sus principales inversores. Vino con la idea de incrementar su comercio y ampliar sus inversiones en infraestructura, telecomunicaciones y banca. El paso de Xi por Venezuela, Cuba y Argentina no fue casual. Estos tres países se encuentran enfrentados de una manera u otra a los Estados Unidos y sus economías tambaleantes sin duda fueron seducidas por la abultada billetera de Xi, con el plus de saber que este país desvela a los Estados Unidos y lucha por desplazarlo como potencia mundial. Un sueño que llevará muchos años más hasta que se cumpla, si es que algún día esto sucede.
En el caso de Valdimir Putin , no llegó con dinero sino más bien con esperanzas de generar alianzas y fortalecer lazos con algunos países latinoamericanos. En estos momentos las relaciones económicas entre Moscú y Latinoamérica son muy débiles. El motivo real de su viaje ha sido más buscar el apoyo de estos países en referencia a la crisis de Ucrania. Sus socios comerciales europeos lo miran con recelo y deprecio a partir de los acontecimientos de violencia de este año, por lo cual se lanzó a forjar alianzas con quienes comparte bases políticas similares. Que China y Rusia estén tendiendo redes en una zona territorial tan cercana a los Estados Unidos debería aunque más no sea preocuparle a este último y hacerle cambiar el rumbo de su política exterior. No hacerlo podría ser un grave error a largo plazo.
Shinzo Abe, primer ministro japonés, se encuentra desde el viernes en la región en un viaje histórico de once días. Su gira incluye la visita a cinco países de Latinoamérica y el Caribe: México, Trinidad y Tobago, Colombia, Chile y Brasil. No sólo intenta reforzar su presencia sino también contrarrestar la creciente influencia de China y recabar apoyo diplomático en una región importante, proveedora de recursos naturales y con un mercado de consumidores de creciente poder adquisitivo. Sin duda su principal objetivo es recabar apoyos, especialmente para su candidatura a un asiento no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU el año próximo , lo cual no será fácil de obtener. Argentina, Venezuela y Cuba no están en su lista. México, Chile y Colombia todos países con excelente relación con los Estados Unidos, son su prioridad. Ello certifica los fuertes lazos de Japón con la primera potencia del mundo e incondicional aliado y lo contrapone a China y Rusia quienes se encuentran en el opuesto.
Dentro de Latinoamérica, Brasil sigue siendo el elegido por todos más allá de sus gobiernos e ideología, meramente por el tamaño de su economía. La más grande de la región , lugar disputado en forma alternativa con México.