Días atrás el actual Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y aspirante a la presidencia de la Nación abrió un gran debate entre los candidatos, analistas de mercado y economistas sobre el futuro del tipo de cambio y como éste podría evolucionar luego de la eliminación del cepo. La frase, acertada o desacertada dependiendo de quien la mire, no hizo más que traer a la luz el futuro del cepo cambiario y el futuro del dólar.
Muchos economistas intentaron a partir de ese dicho realizar predicciones sobre lo que pasaría y como esto impactaría en una alicaída economía y sobre todo cómo impactaría esto en el ciudadano a pie. Se habló desde mega-devaluación y pérdida de reservas, hasta que el Cepo no se podía sacar en forma casi inmediata (primer semestre de 2016) como el Jefe de Gobierno sugirió. Queda aclarar que lo que si se descuenta es el 11 de diciembre de 2015 como fecha para eliminar el Cepo, algo que a todas luces es del orden de lo imposible. Continuar leyendo