Por: Mariano Carpineti
Creo que la frase con la que crecí describe perfectamente lo que intento decir. Quienes leen mis notas desde hace unas semanas saben que hablo de un fuerte movimiento de los bonos de la deuda argentina. Siguiendo en la misma línea es que espero que éstos den un fuerte salto que permita armar diferentes estrategias financieras que le generen al inversor una buena rentabilidad con respecto a la misma operación pero a finales del año pasado.
Si bien todo parece un mundo ideal, el ratio riesgo que ofrece Argentina en el cortísimo plazo al menos amerita cierta prudencia. Más aun con el tema holdouts todavía pendiente.
La pregunta sería entonces, ¿cuáles son los escenarios posibles que se pueden dar a partir del arreglo o no con los holdouts? y en este sentido, ¿cuál sería el momento propicio para que los inversores tomen ganancia o pérdidas?
Días atrás muchos me comentaron la nota que escribí acerca de las RUFO y que era un error poner sobre la mesa la potencialidad que tenían las RUFO para trabar o no las negociaciones. Tengo el presentimiento de que precisamente eso es lo que está trabando las negociaciones. Supongo que el Gobierno centra sus negociaciones en la idea pagar sin que se activen las RUFO.
Bajo el supuesto de que las RUFO no se activen, gracias a la pericia de negociación del Gobierno argentino, podemos analizar que el escenario positivo para las acciones y bonos argentinos, en especial los nuevos bonos emitidos para el pago, sufran una fuerte suba dadas las expectativas positivas que generaría el fin de la negociación. Esa es la base más que importante que debería utilizar el Gobierno argentino para negociar, ya que es de esperar que los holdouts anhelen un bono que la economía Argentina no pueda pagar y un bono con menor tasa. Puede ser muy apetecible por el mercado una vez que éstos empiecen a cotizar.
Algo de todo esto se observa ya en el mercado dado que después de la trágica apertura del lunes 16 de junio donde todo se desplomó por la noticia de que la Corte Suprema de los Estados Unidos no iba a tomar el caso argentino, los Bonos Argentinos sufrieron una suba de alrededor del 25% no sólo recuperando las pérdidas de ese lunes, sino superando el valor inicial antes de la caída continuando la tendencia de semanas previas.
Por el contrario, de darse el escenario negativo, el tan anunciado y temido default (situación que considero casi improbable dada la información existente), es de esperarse que en el corto plazo, los títulos argentinos caigan en un entorno mínimo del 30 % según ciertos operadores del mercado y que las tasas de interés vuelen, lo que llevaría a la economía Argentina a una contracción económica mayor.
En el mediano y largo plazo es de esperar que los títulos y los activos de renta fija sigan su escenario alcista dejando atrás su etapa negativa post default, si es que la salida de este escenario es rápida y ordenada.
Muchos analistas sostienen lo expuesto anteriormente, pero afirman que sentarse a esperar la suba del mercado acarrea mucho riesgo, lo que sin duda puede llevar a muchos inversores a intentar vender antes de la caída o puede llevar en muchos casos a que los operadores operen en la marginalidad tiempo, es decir en escenario de muy corto plazo donde le es favorable el mercado.
Como conclusión puedo decir que el escenario no es del todo malo, sólo resta saber si la estrategia de mercado del Gobierno es la acertada y si como capitanes de este barco nos llevan al mejor de los mundos y no a la tragedia griega.