Alta costura y vergüenza baja

Mao, Lenin, Trotsky, Ulan Bator, Ho Chi Minh, Tito, incluso Stalin tuvieron el decoro de morir criminales de masa como eran, pero al menos con sus principios, coherentes con su locura mesiánica barnizada de lucha por los proletarios.

A estos sátrapas de Raúl y Fidel Castro les da igual todo, con la condición de que el mundo les deje seguir disfrutando de las ventajas de su monarquía absolutista.

Al desfile del tres de mayo de Chanel en el Paseo del Prado de La Habana acudió una hija del monarca cubano, un hijo y un nieto del emperador y semidios devorador Guarapo.

Al pueblo de a pie, que en la vida podría soñar con hacerse con el más barato de los perfumes de la marca francesa, lo mantuvieron a raya, a trescientos metros, con un fuerte cordón policial.

Aun para mí, que siempre los he percibido como unos descarados simuladores, que no fueron jamás comunistas ni nada que tuviese que ver con ideas altruistas o utopías, incluso yo, que sé muy bien que lo que a ellos los ha movilizado toda la vida ha sido algo tan prosaico como el poder absoluto, no imaginaba que fuesen tan sinvergüenzas, tan descarados, que llegasen a mostrarse así sin rubor. Continuar leyendo

Maquiavélico Raúl

Durante muchos años se estudiarán los movimientos magistrales de cintura en política internacional tanto de Fidel como de Raúl Castro, cual obra de Nicolás Maquiavelo. Pero Raúl, si cabe, consigue incluso más con muchísimo menos, sentando cátedra en materia de pragmatismo desde su época al frente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).

Lo que sea que haya permanecido en una posición semierguida durante estos cincuenta y largos años, lo que quiera que sea que tras la ruina tan proverbial de la revolución ha mantenido al cubano unido al menos frente al caos, en cada poro de ello ha estado residiendo de algún modo Fidel “Guarapo” Castro, ya fuese por el aura de divinidad que supo procurarse en torno a su persona.

La mayoría de los cubanos nacieron con él ya como el big brother absoluto, que todo lo sabe y todo lo observa, pero además como el padre de la patria, que subió a la sierra con doce hombres maltrechos y bajó con el pueblo victorioso detrás (sin detenernos demasiado en detalles, como todos esos compañeros, colegas y seguidores traicionados que sacrificó en el camino). O bien por el temor que infunde; ni siquiera su hermano Raúl, que es su sangre, podría hacer nada con la oposición de Guarapo. Ni siquiera él. Continuar leyendo

¿Curioso o vergonzoso?

Si no fuese por lo esperpéntico, reconocería que es muy gracioso.

Raúl Castro dice que en 2018, tras casi sesenta años de mandato autoritario y represor, dejará el poder (sin especificar en manos de qué, de quién o de cuántos), como si fuese una dádiva. Encima, atentos a lo que dice, ¡que le gustaría visitar Miami!

A esta altura hasta el Récord Mundial Guinness está por reconocer que tanto él como su hermano Fidel, además de un profuso legajo en materia de violaciones de derechos humanos, cuentan con dos de los rostros más duros de la historia de la humanidad, desde que se mide la solidificación de la cara y su relación con el desparpajo impúdico.

Sobre los dictadores y los déspotas, es poco lo que puede llamarnos la atención, sin embargo parece ser que no acerca de todos los dictadores por igual. Continuar leyendo

Emociones mezcladas

Ayer una mezcla de militantes del Partido Comunista con cristianos no disidentes cantaron el Aleluya en la Plaza de la Revolución, en una plaza que no le pertenece a Fidel ni a Raúl, sino a todos los revolucionarios, independentistas, cristianos o ateos que lucharon y a muchos que murieron por algo más que disfrutar del poder perennemente.

¡Vaya avance!

Lo deseable hoy para la perla del Caribe son cambios positivos, que sitúe a Cuba en una senda progresista, necesitan Silicon Valley no el Vaticano, con su doctrina teóricamente humanista aunque medieval, pero en la práctica machista, misógina, clasista, avara, y sobre todo la institución más anti democrática de Occidente.

Cuba precisa democracia, debate, polémica, pesquisa, modernidad, mucha modernidad y sobre todo libertad infinita.

Aunque en honor a la verdad, la gente prefiere a estos nuevos portadores de una verdad indiscutible y única, hablando un solo día muy de vez en vez, que a Fidel cada fin de semana cuatro horas, además esperan alguna palabra de aliento y alguna postura no oficialista de parte del Papa, y a buen seguro que de parte de Bergoglio la tendrán, es un buen hombre, pero Cuba lo menos que necesita hoy, es cambiar una fe ciega en una ficción por otra.

Bergoglio tiene algo grande, como lo tiene Obama, son personalidades emergentes para salvar al sistema que los engendró, con un discurso crítico pero tendiente rescatar la mayor parte de “la cosa” sacrificando sólo lo necesario. Uno “aggiorna” a la Iglesia, el otro al capitalismo. Aunque no por dicha razón merecen ser acusados de falsos, ambos creen en la humanidad, en la concordia, en que el hombre puede ser amigo del hombre, y en todo caso, con respecto a Cuba, están mostrando nobleza y generosidad; pero hay que decir que los cubanos necesitan algo más, llevan mucho tiempo privados de casi todo lo que disfruta el mundo moderno, imperfecto pero libre; eso sí, ya les toca a ellos decidir cual será el sentido del cambio que darán a sus vidas.

En todo caso me quedo reflexionando sobre las palabras con que Bergoglio concluyó su intervención dominical post revolucionaria diciendo:

-Quien no vive para servir, no sirve para vivir.

Me dejan una sensación ambigua. Por un lado es una frase grandilocuente, hasta bonita, pero muy similar a los lemas acostumbrados en la isla, que juzgan quien sirve y quien no, quien es el elegido y quien el fariseo, y casualmente dichas, ora por un dirigente que vive en la abundancia y en el poder absoluto, ora por otro que vive en un Estado que cuenta con riquezas como para alimentar durante cinco generaciones a toda la humanidad.

Les diría:

Bergoglio, Raúl, Fidel, sepan que para vivir, está tan capacitado quien sirve a lo que ustedes consideran acertado como quien no lo hace, ya porque no puede o simplemente porque no quiere.

Tiene el mismo derecho derecho a vivir, quien encuentra satisfacción en entregarse a una causa que quién prefiere disfrutar de su sofá, de un buen banquete o de cualquiera de los placeres mundanos, como sucedáneos más socorridos e inmediatos de esa abstracta, intangible y a menudo etérea ilusión bautizada como: “felicidad”.

Tiene el mismo derecho a vivir quien interpreta el martirio, el sacrificio, la obediencia, la fe, la mansedumbre ante los jerarcas, como un modo de hacer el bien, que quien cree hacerlo experimentando la rebeldía, la duda, la búsqueda de valores, de belleza, de placer, de felicidad, de confort, de ruptura con lo establecido.

Ayer al ver a los militantes comunistas otrora represores de los religiosos, cantando Aleluya, y ayer en la recepción del Papa gritando “Cristo vive”, no pude evitar recordar aquellas frases que me solían decir diferentes autoridades en Cuba ante algún que otro desacato doméstico propio de la juventud:

“Si tu tío se levanta de la tumba y te ve se vuelve a morir” – Hoy como entonces pienso que quizás aquello fuese un poco exagerado, se me ocurre que Ernesto aprovecharía el fenómeno de haber resucitado, para eventos más trascendentes o placenteros que el raudo retorno al cajón a raíz de una indisciplina ordinaria de su sobrino.

Sin embargo tras ver esta obra bufa, creo que si mi tío se levantase de la tumba y viese todo lo que han hecho y están haciendo sus ex compañeros y colegas Fidel y Raúl, probablemente volviese a morir de un disgusto, pero antes seguramente, les dedicaría algunos epítetos, unas miradas torvas y no poco plomo.

Por otro lado pensé: ¿tanta represión, tanta carencias, tanta prisión, tanta prohibición, tantos abusos, para llegar a esto?

¿Tanto lío para esto?

Al cabo de estas interrogantes y asociaciones, me encontré de súbito tarareando “Mixed emotions”, de los Rolling Stones, que también quieren visitar Cuba el año próximo en marzo, y dar un concierto a todo trapo en el Estadio Latinoamericano.

He de admitir que a esa homilía, aunque se llenase de delatores del Partido, de oportunistas del CDR, aunque fuese Raúl a bailar al son de Honky Tonk Woman, si me lo permitiesen asistiría con mucho gusto, como fiel feligrés de sus majestades satánicas.

Todos tenemos nuestras debilidades

American flag

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Esta foto me la hice en el monumento de las víctimas de Maine en el malecón de La Habana, un día de sol bueno y mar de espuma cuando Pilar quería estrenar sus zapatitos de pluma.

Unos minutos después una patrulla de policía se detuvo para pedirme identificación, porque según ellos yo estaba faltándole el respeto a un símbolo histórico; por suerte mis amigos cubanos no estaban encaramados y no tuve mayor problema para convencer al oficial de que al ser extranjero no lo sabía, y continuar nuestro paseo por el malecón silbándole a las caderas musicales habaneras y bajando uno de aquellos pomos de ron casero.

El monumento fue construido en 1926, originalmente tenía un águila imperial encima de las dos columnas y tres bustos de presidentes norteamericanos que tenían una relación histórica muy estrecha con Cuba. Continuar leyendo

Welcome, Uncle Sam

Hoy se abrió la Embajada de Cuba en Washington y próximamente se abrirá la de Estados Unidos en La Habana.

Todo un hito.

Estos días que está de moda Estados Unidos en Cuba y viceversa, y tal parece la nueva amistad indestructible, como lo fuera la URSS en su momento o Venezuela hace un poco menos.

Ciertamente es para alegrarse, aunque luego sorprende ver que todavía siguen detentando el poder los hermanos Castromasov, desafiando toda ley natural y biológica.

Ahí es donde uno se queda totalmente despistado, hasta que de repente se percata de lo que puede haber pasado.

En mi caso creo que debo haberme entretenido durante este tiempo demasiado en mis asuntos, y del mismo modo que no recuerdo quién es el ministro de Economía en Polonia o se me escabulle el nombre del jefe de ejército de Eslovaquia, acaso se me haya pasado también por alto la noticia de que Estados Unidos dejó de ser el imperio que acostumbraba ser, y que ya convertido en un país socialista, ha concluido con éxito el desarme nuclear, condiciones sine qua non según Fidel Castromasov para siquiera sentarse a hablar con lo que ellos denominaban su enemigo natural. Continuar leyendo