Almidonada y compuesta

De blanco La Doctora purifica la Secretaría de Inteligencia.

escribe Carolina Mantegari

“Toda vestida de blanco,
Almidonada y compuesta,
En la puerta de su casa
Estaba la niña…”
Luis Cané

La Doctora encara la purificación de la SI, la Secretaría de Inteligencia, para improvisar la AFI, la Agencia Federal de Inteligencia.
En el esplendor de su excesiva fragilidad, hostigada por la deslegitimación moral que signa la actualidad de su administración.
Lo enunció a través de una presentación tan hábil como calculada. Con el blanco de la ropa, que repele las malas vibraciones, símbolo ideal para la faena de purificar. Y con la silla de ruedas, que suele invocar a la piedad. La intención, bastante obvia, consiste en producir entereza. Mientras avanza, con firmeza, sobre el poderoso. El que representa el repentino mal.
Con la escenografía minuciosamente preparada, La Doctora se introdujo sola en el laberinto de las tergiversaciones que aquí se prefiere omitir. Se complicó más de lo necesario. Como para aclarar malentendidos, se incineró al decir que Néstor, su marido extinto, no fue quien lo designó fiscal a Nisman. Intentó ganar un poco de tiempo. Envolver de nuevo a los opositores fáciles de la Planta Permanente, como para entretenerlos durante los próximos 90 días. A los efectos de retomar la iniciativa que nadie, aparte de la realidad, inexplicablemente, le disputa.
Almidonada y compuestaJuega sola, ante la oposición de bajas calorías, en estado caniche. Ladra por televisión, pero reluce por lo inofensiva. Por la tendencia a aguardar su recuperación.

Selectas grabaciones

En mediología (especialidad europea que estudia la influencia de los medios de comunicación), debe aceptarse que La Doctora, pese a sus tergiversaciones y papelones, es eficaz y osada. Sabe transgredir desde el poder. Y hasta tenderles una trampera, a los polemistas envueltos, con la propuesta para la Corte de un muchacho de 33 años. Lo que plantea en el fondo es un dilema generacional. Es de esperar que la Planta Permanente no se deje envolver con facilidad. Ampliaremos.
La cuestión que La Doctora se encontraba en un arco por el asesinato de Nisman. Pero contraataca con el conejo que saca de la galera. La disolución de la SI.

Disuelve, a palabrazos, lo que usufructuó. Ni Icazuriaga, El Corazón de Ballena, ni Paco Larcher, El Espía que viene de Abril, merecían ser descalificados con tanta crueldad. Y por cadena nacional.
Acabar con la vieja SIDE hubiera sido una idea interesante, para llevarla a cabo en 2003. Cuando El Furia, en otro arranque de astucia, prefirió utilizarla, para dormir apaciblemente la siesta con el fondo sutil de las grabaciones de la OJOTA. Las producían en el Musimundo de Avenida de los Incas. Junto a otras producciones por izquierda, ya que el país se había transformado en una enorme Sala de Grabación. Consta que ni siquiera la Doctora se atrevía a tratar ningún tema sensible por teléfono. Temía que la grabaran. Tenía, según nuestras fuentes, razón.
Almidonada y compuestaO podía haber pulverizado la SIDE en 2007. Cuando La Doctora irrumpió junto a Alberto Fernández, El Poeta Impopular. Juntitos, La Doctora y el Poeta Impopular entonces seducían con el verso extinguido de la “superior calidad institucional”.
Pero lo despidió a Albertito, y durante varios años La Doctora continuó con la recepción de los partes con“selectas grabaciones”.
Los acercaba el inagotable Corazón de Ballena, junto a Zannini, El Cenador. Mientras tanto, se producía el cambio geopolítico, y crecía la influencia del jugador que serruchaba desde las inferiores. Lo apalancaba la Ministro Garré, y el líder indiscutible del Movimiento Todos por Horacio. El general Milani, reconocido como El Seductor de Sexagenarias.

La construcción del nuevo Satanás

La cuestión que en 2015 La Doctora instala la idea del nuevo demonio. Es el Satanás superador, incluso, de Héctor Magnetto, El Beto.
Es El Ingeniero, Jaime Stiusso. Lo responsabiliza hasta de la proliferación de las denuncias que signan la etapa lazarista del cristinismo. La que se atraviesa. Con escatológicas denuncias que divulga -¡oh casualidad!- Magnetto.
Todo cierra. “Blanco y Jarra es Leche”. En el fondo es fácil.
A través del flamante conejo del delirio, La Doctora gana un poco de tiempo. Aunque se le abren previsiblemente casi dos mil nuevas vertientes informativas. Son los disueltos. Los que se prepararon como espiones y se miran en el espejo de inestabilidad laboral.
Distan de ser perejiles que vayan a comprar el diario de Magnetto para buscar trabajo.

Almidonada y compuestaHoy se banaliza, en la Argentina, hasta la literaria profesión de espía. Y hace desaparecer, en adelante, la mera noción del secreto.
La diplomacia del espionaje, que está bastante nutrida en el país, flota, según nuestras fuentes, en estado de perplejidad.
Ningún servicio de inteligencia extranjero, ni siquiera de los vecinos, aceptará acordar, en lo inmediato, la menor reciprocidad informativa.
“Con estos locos el espía termina en la tapa de los diarios”, confirma la Garganta.
Como le ocurrió a aquel diplomático trucho, de la estación de CIA. Apareció fotografiado en un diario, Página 12, hoy una Secretaría de Estado.

La cruzada

“Cristina se empecina en acabar con todo aquel que sirvió a su marido y ella no controla, o le desconfía”, confirma otra Garganta.
La cruzada de La Doctora -de acuerdo a esta teoría- es antikirchnerista.
Destruye las alianzas del extinto. Despide a los funcionarios, los vacía o los minimiza, hasta la degradación (De Vido, teléfono).
Ahora, para salir del paso, participa de la demonización del Ingeniero mítico. Un empleado que podía desplazarlo con una mera resolución interna.
En lo suyo, en el arte extorsivo o enigmático del secreto, El Ingeniero supo colaborar sustancialmente para que el marido conquistara la hegemonía total que ella heredó.
Pero surgió un imprevisto, de los que suelen caracterizar una realidad tan apasionantemente dinámica. El acuerdo inesperado con quien ambos -La Doctora y El Furia- más despreciaban.
Jorge Bergoglio. El “compañero” Cardenal.

La gran pregunta es ¿qué tiene que hacer el Papa en medio de semejante desbarajuste institucional?
Almidonada y compuestaNadie debiera salpicar a su Santidad. Aunque, a esta altura, Francisco es casi el único que puede ayudarla. Para llegar. Y hasta para cargarse al Ingeniero.
Cabe consignar que La Doctora, tan “almidonada y compuesta”, abusa de la imagen de Francisco. Desde el purismo de La Alameda se viene otra denuncia judicial, ahora más fuerte, contra El Ingeniero. Con el Papa como complemento tácito. Trasciende que Francisco considera a Jaimito un “responsable máximo del basural”.
Con la incandescencia santa de su imagen, acaso Francisco espiritualmente acompañe, a La Doctora, en la ofensiva judicial de purificación.

Carolina Mantegari

Líder de culto y fenómeno delictivo

Cuatro años de la muerte (irresponsable) de Néstor Carlos Kirchner, El Furia.

escribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella

“puto y ladrón/
lo queremos a Perón”
(consigna anónima)

Líder de culto y fenómeno delictivo

“Un fuera de serie. Hacía política hasta cuando dormía. Pero le gustaba mucho la guita. Demasiado”, sintetiza la Garganta.

La “guita”, en principio, era sustancial para “hacer política”. Después, con el poder acumulado, la “guita” pasaría a convertirse en el gran obstáculo. No había manera de gastarla. Se desconocía, incluso, dónde ocultarla.
A cuatro años de la muerte (irresponsable) de Néstor Kirchner, El Furia, correspondería celebrar al militante apasionado. A quien no “dejó las convicciones en la puerta de la Casa Rosada”.
Aquí, precisamente, reside la clave del dramatismo que atormenta a La Doctora, la heredera. Que en mayo de 2003 El Furia ingresaba en la Casa de Gobierno con sus “convicciones” reconocidas. Dispuesto a aplicar su metodología de interpretación del poder, inspirada en la“pasión recaudatoria”.
Es el origen de los “desastres seriales” por los que La Doctora debe responder hoy. En momentos de alta sensibilidad, cuando el temor de los adversarios se diluye. Y se animan a impugnarla hasta los empresarios.

El Furia supo construir admirablemente el poder mientras, en simultáneo, consolidaba el Sistema Recaudatorio de Acumulación.
Mecanismo que el portal exploró desde sus comienzos, con el propósito exclusivo de entenderlos. Se remite a los textos iniciales que componen “La Marroquinería Política”, o “El Descascaramiento”. Editados mientras El Furia vivía. Cuando “podía defenderse”.

Construcción y evaporación

Líder de culto y fenómeno delictivo

En nuestros seminarios privados, suele rescatarse la epopeya del fenómeno kirchnerista. Sobre todo entre mayo de 2003 (cuando El Furia accede al gobierno e inventa Austral Construcciones con Lázaro, El Resucitado) y octubre de 2005. Cuando le perfora la provincia (inviable) de Buenos Aires a Eduardo Duhalde, El Piloto de Tormentas (generadas). Y conquista la hegemonía total.

Junto a Hugo Chávez, El Furia se dio el horrible gusto diplomático de humillar a George Bush, El Junior, en Mar del Plata. Fortalecidos, ambos extintos, por la prepotencia respectiva del petróleo y de la soja.
Para no ser menos, La Doctora se animó también a maltratar a Obama, El Keniano, en el pleno reciente del Consejo de Seguridad. Con argumentos políticos que no ocultaban el desborde del resentimiento. Por no haber evitado la expresión de la justicia de Estados Unidos. Por no haberla salvado -El Keniano- de la dilatada siesta de la mala praxis, que depositó a la Argentina en el descenso del default y sus derivaciones previsibles. El maldito discovery, que habilita a los sabuesos irascibles de Paul Singer, El Buitrero, para husmear entre cuentas inquietantes.
“Partes sustanciales de un todo complejo, más amplio”. Restos de recaudaciones producidas mientras El Furia, en simultáneo, construía la propia mítica que lo completa. Sopapeaba a Bush, “maltrataba corporaciones culposas”, abusaba de la centralidad desde el conflicto, obligaba olímpicamente al heroico general Bendini a subirse al banquito y retirar los retratos impresentables.

Líder de culto y fenómeno delictivoDurante sus mandatos, La Doctora no pudo disfrutar de la complacencia de la gran prensa que supo festejar a su marido. Aunque mantuviera, a su lado, en el arranque, a Alberto Fernández, El Poeta Impopular. La pobre enfrentó severas derrotas, se enroló en causas perdidas, pero registró sus propias recuperaciones. Hasta debió improvisarse para el rol de La Jefa.
En los citados seminarios, así como se trata la epopeya de la hegemonía, desfila también la transformación del poder que se evapora. Sin darle siquiera importancia al clavel inerte de Boudou, El Descuidista, reconocido como el primer gran error de la estadista viuda.
Debe estudiarse la instancia que se extiende desde abril de 2012 hasta octubre de 2013. O sea, desde que en el estadio de Vélez se lanza el movimiento de buscapinas “Unidos y Organizados”. Cuando La Doctora decide la tontería abrupta de “ir por todo”. Junto a los incondicionales incentivados a fuerza de presupuesto de La (Agencia de Colocaciones) Cámpora. Hasta que Sergio Massa, el titular de la Franja de Massa, le perfora, a su vez, Buenos Aires, la provincia inviable.

Líder de culto y fenómeno delictivoEn cuatro años, La Doctora supo mantener, como pudo, los trapos. Pero no supo sustituir el trípode de poder con que gobernó, como dueño, su marido. Junto a Hugo Moyano, El Charol, y Héctor Magnetto, El Beto. Suponer que con el sindicalismo adicto de Yasky y Caló, y con los buscapinas de Unidos y Organizados, podía suplir los servicios que le brindaba Moyano, es tan absurdo como suponer que con las publicaciones satelitales de Szpolski y Gvirtz, y con las escenografías de Grossman, podía suplirse el extinguido favoritismo que le dispensaba Magnetto. Y menos aún con Magnetto -o sea Clarín- en contra.
Es el medio como enemigo. Resignado, dispuesto a informar para no morir.
Así sea tardía, que sea bienvenida la información.

“Con Néstor era distinto”

Aparte de una fortuna tan indescifrable como oscura, El Furia le dejó a La Doctora un gobierno con destino clavado de naufragio. Pero cabe consignar que ella aprendió a encarrilarlo. Contó con la inestimable docilidad del peronismo en estado vegetal, que se adaptó a la ficción del rol de conductora. De Jefa.
Entonces La Doctora se lanzó a jugar al solitario con la política. Nadie puede culparla que continúe, aún hoy, con el juego en soledad. Confronta con la tendencia hacia la destrucción, contra la indignación de los sectores gravitantes de la sociedad que no encuentra -por suerte- quien los represente.

Líder de culto y fenómeno delictivoCon la iniciativa acaparada, La Doctora se dedica a envolver a los opositores envueltos con las construcciones épicas que sirven para simular el gran fracaso. Mientras se entrega a la seducción generacional de los jóvenes brillantes, que colaboran -junto al peronismo vegetal- para introducir el país en la ciénaga. Sin que se note, en exceso, las marcas del fango. Pero se ampara el negacionismo que indica que no existe el fango, como tampoco existe el default, ni el desacato, ni el estancamiento de la inflación.

Líder de culto y fenómeno delictivoPor si no bastara, La Doctora sabe que a sus espaldas prospera, entre los canallas que se colgaban del vestidito negro y dicen defenderla, otra interpretación.
“Con Néstor era distinto. Con Néstor esto no pasaba”.
Aunque aquella pasión recaudatoria de El Furia signe las verdaderas pesadillas actuales del gobierno. Por aquella ilustrativa franqueza que lo inducía a abrazar las cajas fuertes que ansiaba llenar.
Cuatro años después, La Doctora trata audazmente de reconstruir a El Furia como el máximo líder popular. Una versión desgarbada de San Martín contemporáneo, un objeto de culto para venerar. Mientras en simultáneo, la gran prensa sobrecargada de información, prefiere presentarlo, por derivaciones de la pasión recaudatoria, como un fenómeno delictivo.
El Furia sostiene, acaso, la compleja combinación de ambas interpretaciones antagónicas.
No deja de ser -la suya- una proeza.

Oberdán Rocamora

La trama trágica de la efedrina

Aporte de María Servini a la epidemia de transparencia iniciada por Ariel Lijo.

Escribe Oberdán Rocamora - Redactor Estrella, especial para JorgeAsísDigital

Esta magistrada no estaría en condiciones técnicas de establecer si la diferencia entre 0,75 o 1 kg es razonable o no lo es, pero la desproporción entre 4 y 738 kg no deja mucho lugar a debate…”

María Romilda Servini

Prefacio

Un cuadro frondicista del MID

A través de la “epidemia de transparencia”, de la nociva “peste de moralidad” que invariablemente se viene, hoy puede asegurarse que la literatura más consistente procede de Comodoro Py.

A las celebradas 335 fojas del juez Ariel Lijo, que despliega la desventura más notoria de La Banda de Descuidistas, deben agregarse ahora las 163 fojas de la jueza María Romilda Servini. Donde desmenuza alarmantes “distracciones” de funcionarios que hacían lo que podían. Buracos del Estado que facilitaron el tráfico de cuarenta mil kilos de efedrina hacia México.

Los protagonistas que desfilan, en la trama trágica de la efedrina, admiten ensayar una historia lateral del kirchner-cristinismo. Digna de tratarse en otra miniserie.

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Los muchos que se fueron

sobre informe de Consultora Oximoron
Redacción Final de Carolina Mantegari

Introducción

Desprendimientos

Julio Bárbaro fue de los primeros en desengancharse. Aunque después de Gustavo Béliz, Zapatitos Blancos, junto con los Centauros Quantín y Campagnoli.
Jorge Yoma, en cambio, fue de los últimos en irse.
En el medio se les rajó Alberto Fernández, El Poeta Impopular.
Para completar la síntesis introductoria, se les fue Sergio Massa, Aire y Sol II.
Hoy Bárbaro, Yoma y Fernández se encargan pacientemente de demoler, en los medios, el relato cristinista que ayudaron a construir.
Pero es Massa quien le asesta (al relato) el máximo golpe. Cuando se decide electoralmente a enfrentarlo. Y le gana.
Merece indagarse el sustancial alejamiento de Miguel Bonasso.
Fue Bonasso el que aportó -acaso sin sospecharlo- la idea escenográfica que se transforma en el emblema vertebral que los sostiene. La Cámpora.
De todos modos, son dos los desprendimientos que supieron ser los pilares principales. Facilitaron oportunamente la implantación incuestionable de la hegemonía kirchnerista. Representan la comunicación y la institucionalización del trabajo.
Son Héctor Magnetto, El Beto -o sea el Grupo Clarín-, el enemigo desde 2008, y Hugo Moyano, El Charol, excluido del palacio en 2011.
Con el acompañamiento de ambos, Néstor Kirchner, El Furia, gobernó y edificó las bases más sólidas del poder que hoy -invariablemente- se diluye.
La enumeración de los desprendimientos no persigue instalar ningún reproche efectista. Ni descender al territorio fácil de la chicana.
Sirve apenas como elemento informativo para tratar lo que Oximoron, en su informe, califica de “tergiversaciones”.

Osiris Alonso D’Amomio
Director Consultora Oximoron

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Partir en silencio

Aquí debe rescatarse a Sergio Acevedo. Primer titular del Servicio de Inteligencia y después gobernador de Santa Cruz. Acevedo se les fue enojado, pero en silencio. Al tratarse del ex jefe de espías, o sea de un profesional de los secretos más sensibles, el Caso Acevedo debió haber registrado cierta gravedad. Pero pasó sin inconvenientes al tercer plano. Para refugiarse -el sujeto- en el lento olvido de su cátedra.
En silencio, también se les fue el senador Nicolás Fernández. Otro representante de Santa Cruz. “El Fernández que valía”. Era la voz de “la familia” en Senadores. Hoy atiende su bufete de abogado.
Por el silencio optó también el doctor Esteban Righi, El Bebe. El Procurador padeció el maltrato respaldado de Amado Boudou, El Descuidista (hoy políticamente sostenido por cuatro glóbulos rojos y uno blanco).
El camino del silencio militante lo tomó el ex canciller Jorge Taiana. Otro que partió casi humillado cuando La Doctora le exhibió la ejemplaridad moral de Boudou. Como Clarin no lo castigaba, Taiana era mal visto en la corte y fue desplazado del ministerio. Para reaparecer, años después, con la irrelevante candidatura a concejal.
Otro menoscabado canciller fue Rafael Bielsa, El Pavo Real (apodo puesto por El Furia). Posteriormente Bielsa fue utilizado para participar en diversas elecciones, todas perdidas. Para reaparecer, años después, como Inspector del Sedronar.
Pero Bielsa y Taiana (que en su momento discreparon) continuaron igual con la defensa -casi inexplicable- del cristinismo.

Los críticos

Según Oximoron, desde 1983 hasta aquí, ningún otro plantel de gobierno contuvo tantos funcionarios que, al irse, no vacilaron en mostrarse repentinamente críticos. En opositores feroces, casi despiadados, de aquello que en su momento integraron. Para lucirse como exclusivas figuras que animan las emisiones del cable.
Habría que incorporar, en la lista, a Jose Nun, opaco Secretario de Cultura y frustrado embajador. Hoy Nun castiga al cristinismo con énfasis, aunque casi nadie lo registra.
O a Martín Redrado, ex titular del Banco Central, que se fue en medio de un digno escándalo. O al discreto y sobrio Alberto Iribarne, otro ministro y también embajador trunco. A la señora Graciela Ocaña, deslucida inspectora del PAMI y luego ministra inadvertida, muy activa hoy con el profesionalismo de la denuncia.
O Felipe Solá, gobernador y diputado. El máximo cuadro del felipismo resultó fundamental (junto a Randazzo, El Loco, que persiste) en la epopeya intensa de destruirlo a Duhalde, El Piloto de Tormentas (generadas).
Aparte de haberlo instalado a Kirchner como presidente, Duhalde es otro prócer que también participó de los iniciales efluvios del kirchnerismo. Como Inspector del Mercosur.
El Informe Oximoron se extiende también en el caso, acaso prescindible, de Roberto Lavagna, La Esfinge, ministro heredado. Enlaza con el caso de Guillermo Nielssen, El Flaco, el eficaz renegociador de la deuda, que continuó como embajador.
Hoy Lavagna y Nielssen se destacan como hondos cuestionadores de la política económica (si es que puede llamarse así al conjunto de improvisaciones de Kicillof, El Gótico).
Participan del espectro difuso de la oposición. Como el embajador Gil, El Gauchito.

En cambio, el descuelgue fundamental de Alberto Fernández sirve para intentar la racionalización (o el agotamiento) del esquema cristinista.
Emerge Alberto como el antecedente inexorable de la partida tardía de Sergio Massa, que lo sucedió como Premier.
A Massa -Aire y Sol II- le bastó con desengancharse recién en 2013 para convertirse en el opositor más inquietante.
Resume Massa la constatación de una certeza. “Nunca existe adversario más peligroso que aquel que surge de la misma fuerza”.
Resta otra formidable lección para discutir: Los elegidos para terminar con el cristinismo son precisamente aquellos que supieron desprenderse a tiempo del relato cristinista.
Otros opositores abstenerse. Sobre todo los antiguos.
El premio grande nunca es necesariamente para aquel que critique antes.
Es para aquel que critique mejor. Que acierte en el momento indicado.

Tergiversaciones

En el tramo del epílogo, Oximoron advierte sobre el pretexto funcional de algunos de los que fueron colaboradores protagónicos. Se alude a la sensación de culpa anticipada.
Porque podrían ser señalados, en el futuro mediato, como colaboracionistas del fenómeno indigno.
Los muchos que se fueronLa gran tergiversación alude a la trampera intelectual de plantar, con cierta impunidad, que “con Néstor era diferente”.
Que los graves dilemas de la declinación se agravaron por los errores de La Doctora.
O por las desviaciones registradas a partir de la muerte (irresponsable) de El Furia.
“Cuando se perdió el liderazgo”. Lo sostienen quienes enuncian la tergiversación.
Solidifican la legitimidad de creer que La Doctora tomó por un camino diferente al de El Furia.
Que se enclaustró entre los incondicionales que se aferran a la alternativa única de su estrella.
Para desgastarse en la celebración grotesca de las equivocaciones múltiples que no asumen.
La evaluación de Oximoron marca exactamente lo contrario. Indica que es con El Furia que se instalaron los desastres seriales que aún se mantienen.
Culminan con la extraordinaria decadencia. Con la presente etapa lazarista del cristinismo.
Mientras tanto, se ejecuta el ajuste que, en simultáneo, se niega.
Y de los pilares de Magnetto y Moyano se pasó a gobernar con los dos pilares de Berni y Milani. Merecen otro informe.
El gobierno de La Doctora es, en definitiva, deplorablemente malo. Una sucesión de tergiversaciones que se improvisan para justificar otras.
Pero el gobierno ya era insalvablemente malo cuando vivía y lo conducía El Furia. Con el colaboracionismo consciente de muchos de los que, saludablemente, se desengancharon. En el país generoso que nunca detiene la rutina de brindar nuevas oportunidades.

Carolina Mantegari
Informe Oximoron-Redacción final

El candidato ideal

“Daniel, Mauricio y Sergio” Segunda época. 1

Lo conforman Massa, Scioli y Macri. Sumados, mezclados. Imposiblemente fundidos en uno

escribe Oberdán Rocamora

Trago largo

Juntar el carisma, la astucia, la audacia y la simpatía de Sergio Massa, La Rata del Tigre, Aire y Sol II.
Agregarlo al empuje, la perseverancia, la capacidad de resistencia y confianza en sí mismo que emerge de Daniel Scioli, Líder de la Línea Aire y Sol I.
Mezclar ambas vibraciones personales con la imagen serena de futuro pendiente, de raciocinio y modernidad occidental que depara -acaso a su pesar- Mauricio Macri, El Niño Cincuentón.
Revuélvase. Agítese. Unas gotas de limón. Otras de tabasco, a discreción. Hojas de menta.
Sírvase con frialdad. Consumir sin moderación.

Osiris Alonso D Amomio
Director Consultora Oximoron

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El vuelo de los garrocheros

escribe Serenella Cottani
Interior-Provincias

“Esto es el peronismo, no es ningún Club de Solas y Solos”, confirma la Garganta.
“Aquí se te puede perdonar cualquier pecado, menos el de la derrota”.

Inmolarse por los mohines ensayados de La Doctora adquiere un sentido discutible. Por no decir nulo.
Es como dar la vida por los ganadores de sueldos de La Cámpora.
O por los colaboradores rentados del frepasismo tardío.

“¿A cambio de qué, Serenella?”. ¿Acaso de considerables mangos, que llegan en cuentagotas y mal? ¿O por promesas de más obras? De terminar las iniciadas.

Encerrona teórica que los peronistas suelen explicar, en la práctica, con palabras procaces, indignas del presente despacho.
Porque si pierden, los tratan de culpables o traidores.
Como le pasó, sin ir más lejos, a Sergio Massa, Aire y Sol II, con Néstor Kirchner, El Furia. En la derrota “testimonial” de 2009.
Pero si ganan, los castigarán peor. La Doctora les impondrá los concejales arbitrariamente a dedo. Para entregarlos.

Les consta que a Martín Insaurralde -pobre- lo quemaron. Un buen muchacho que aprendió bastante con Hugo Toledo, uno de los tres titanes de Eduardo Duhalde, El Piloto de Tormentas (generadas). Los otros dos fueron Mércuri y Pierri.
Pero Insaurralde se diplomó merced a la confianza que “siempre le dispensó” Rossi. Canal ante Federico Achával, socio de Cristobalito.
Ahora tiene -Insaurralde- escasas posibilidades de remontar. Los cristinistas lo transformaron en un barrilete de plomo.

Los mini-gobernadores -apodados intendentes- que sin gran convicción jugaron con el cristinismo, se encuentran en la plenitud del conflicto existencial. No pueden arriesgar la mayoría en el Concejo Deliberante. Manera suicida de arrimarse a otra pérdida fatal. La libertad.
Saben que Sergio, el que está enfrente, al menos por ahora, no es ningún enemigo.
Es el Quijote que se atrevió, en cuarenta días y con veinte Sanchos, a perforarle, a La Doctora, la provincia inviable.

“Nos vacunaron”, confirma la Garganta. “Pero Scioli, acaso para conformarnos, y darnos un poco de ánimo, dice que no tenemos que dramatizar”.
Es la línea que se baja, desde arriba. Como si nada hubiera pasado. Ningún “masaso” electoral.
Para avanzar con “fe, esperanza y entusiasmo”. Hacia el paredón.
Más grave que un pecado, la derrota, en el peronismo, es un error.
Entonces la lealtad es un aspecto relativamente superfluo. Que se ofrenda a quien, en definitiva, la merece.
No es precisamente el caso de La Doctora. Ni de los frepasistas tardíos que se reportan a Zannini, el Gran Consumidor de Pescado. Podrido.

Fotografías

Se aguarda la multiplicación de los garrocheros voladores. Llegan con la medialuna metafóricamente enarbolada. Para mojarla en las tazas de café con leche de “Tigre, Tierra Santa”.
El encargado de recibirlos, aunque parezca mentira, es Alberto Fernández, El Poeta Impopular. Oportunamente puso el pie en Tigre para negociar componendas en nombre del sciolismo.
Pero, ya que estaba en Tigre, se quedó.

En el Comité de Recepción a los Garrocheros está habilitado también Eduardo Amadeo, El Conde Consorte.
Se anota -El Conde- para iniciar otra epopeya junto al visionario Felipe Solá, El Máximo Cuadro del Felipismo.
Hoy se encuentran, con el Vasco De Mendiguren, en condiciones de repartir los números, para “tener diez minutos con Sergio”. A los efectos de enrolarse en la cantera inagotable de Massa.
Como Roberto Lavagna, La Esfinge, que también pudo aterrizar. Para encontrarse con Sarghini, La Oveja, y Tito Lusiardo, alias Juanjo.
Son dos viejos protagonistas de la fotografía utilitaria, tomada en El General, restaurante temático, como el que abrió El Canca Gullo en Palermo.
Lástima que el cuarto de aquella foto, Francisco de Narváez, El Caudillo Popular, aún no haya aterrizado.
A través de la derrota, Narváez se transforma. Pasa a tener mayor gravitación. Como si hubiera triunfado.

A quien se aguarda, con relativo entusiasmo, en el garrochódromo, es a Hugo Moyano, El Charol.
Pero Moyano no tiene el estado físico de La Esfinge. A esta altura está bastante grande y pesado para clavar la garrocha en Azopardo, y elevarse hacia Tierra Santa. Aparte, no le hace falta.
Le sobran los canales para llegar a Tigre. Los intermediarios. Celestinos vocacionales que se postulan, según nuestras fuentes, como dadores voluntarios de solidaridad.
Todo para precipitar el acercamiento entre Moyano y Massa.
El Charol lo tiene a su hijo Facundo, que es pre-massista. Significa confirmar que Facundo está con Massa desde antes que Massa comenzara a dar las exitosas vueltas en la Rotonda.
Instalado en esa versión del Cruce Etcheverry que supo atormentar al cristinismo primario, cuando La Doctora estaba en banda informativa y desconocía qué camino Massa iba a tomar.
O si iba a conformarse con las vueltas. Sin decidirse.

Gente que busca gente

Para colmo, Moyano mantiene, según nuestras fuentes, los códigos superados del evangelista frontal.
De ningún modo va a hacerle un feo a Narváez, que lo arrastró hacia la lona. Aunque desde hace dos semanas Moyano estaba particularmente incómodo con su posición de falsa escuadra. Aferrado al error de la derrota que se le avecinaba. Por haberse dejado arrastrar por las carísimas derivaciones de aquella otra fotografía, la de Córdoba.
Cuando El Charol apareció sonriente junto al Caudillo Popular, y con José De la Sota, El Cordobés Profesional. Y como es habitual con Lavagna, La Esfinge.
La fotografía de Córdoba resultó letal para la asociación que se tramitaba entre Lavagna con el gran ausente. Mauricio Macri, El Niño Cincuentón.
Pero Macri, curiosamente, por intermedio de Jorge, El Primo Pobre, vuelve a encontrarse con Lavagna en un recodo del eterno camino.
Ilustración efectiva de “Gente que busca Gente”, como diría Pagni, el pensador positivista.

Como componentes de la cantera de Massa, El Niño Cincuentón y La Esfinge se reencuentran en Tigre, Tierra Santa.
Junto al Poeta Impopular, que felizmente encontró a quien dedicarle sus sonetos desesperados. Y con El Conde Consorte. O El Máximo Cuadro del felipismo. O Tito Lusiardo. Junto al “Chupete” Manzano, el Gran Productor de Humo, parte de la cantera del peronismo que se recicla hasta el infinito. En la Franja de Massa, que hasta hace tres meses era una “maza sin cantera”.

Se asiste a la epidemia de los balances. Cualquier locutor se pregunta -perplejo- qué va a pasar ahora.
Si La Doctora asimilará con sensatez “La calle cerrada de la derrota”. O si va, alucinantemente, a radicalizarse.
“Ni un paso atrás”, confirma Filmus, El Psicobolche, siempre listo para el admirable oficio de perder.
Sin percatarse que, si insisten con La Doctora en dar otro paso adelante caen, invariablemente, al precipicio.
Con todos aquellos frepasistas que, sin otra alternativa que inmolarse, se cuelgan del“Vestidito negro”.

Al cierre del despacho, trasciende que Daniel Peralta, El Campera, clavó la garrocha en la Avenida Kirchner, en la intersección con la confitería Mónaco. Para elevarse con destreza y volar, majestuosamente, hacia “Tigre, Tierra Santa”. Y anotarse en la cantera de Massa.

Serenella Cottani