El candidato ideal

Mundo Asís

“Daniel, Mauricio y Sergio” Segunda época. 1

Lo conforman Massa, Scioli y Macri. Sumados, mezclados. Imposiblemente fundidos en uno

escribe Oberdán Rocamora

Trago largo

Juntar el carisma, la astucia, la audacia y la simpatía de Sergio Massa, La Rata del Tigre, Aire y Sol II.
Agregarlo al empuje, la perseverancia, la capacidad de resistencia y confianza en sí mismo que emerge de Daniel Scioli, Líder de la Línea Aire y Sol I.
Mezclar ambas vibraciones personales con la imagen serena de futuro pendiente, de raciocinio y modernidad occidental que depara -acaso a su pesar- Mauricio Macri, El Niño Cincuentón.
Revuélvase. Agítese. Unas gotas de limón. Otras de tabasco, a discreción. Hojas de menta.
Sírvase con frialdad. Consumir sin moderación.

Osiris Alonso D Amomio
Director Consultora Oximoron

* * * * *

La hora del “no peronismo”

Abundan los optimistas precipitados que perciben el turno electoral del “no peronismo”.
Como en 1983, con Raúl Alfonsín, o en 1999, con Fernando De la Rúa. Dos caídas que ayudaron oportunamente a recomponer el peronismo.
Con Antonio Cafiero y Carlos Menem, en los ochenta. Con Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner, en los dos mil.
Anunciar el turno no implica, necesariamente, sostener que sea la hora del antiperonismo.
Plaga infantil que se extiende cuando brota la lícita tentación de culpar al peronismo con facilidad. De la multiplicación de todos los males y fracasos que estancaron al país.
Para activar la consagración del “no peronismo” circulan diferentes recetas para tener en cuenta.
En la práctica, el secreto de una de las recetas consiste en consolidar, separadamente, a las dos fuerzas peronistas que se disputan las cucardas.
Daniel Scioli, el Líder de la Línea Aire y Sol, que representa la línea oficial del PJ (organización mafiosa y criminal para la señora Carrió).
Y la Franja de Massa, presentada como Frente Renovador. Por supuesto encabezada por Sergio Massa, la Rata del Tigre, Aire y Sol II.
La otra recomendación de la receta consiste en evitar, como sea, cualquier posible acercamiento entre ambos. Los dos que se reparten la provincia (inviable) de Buenos Aires, que es precisamente donde al “no peronismo” más le cuesta juntar.
Según números reservados de Consultora Oximoron, entre los dos Aires y Soles, Scioli y Massa, hoy juntan el 64 por ciento que debiera quedar dividido.

Miniserie

Se vuelve a la miniserie “Mauricio, Daniel y Sergio”.
Son los tres protagonistas que conforman –sumados y mezclados- la figura del candidato ideal. Siempre que imposiblemente se fundan en uno solo. En trago largo.
Fuera del Artificio Autónomo de la Capital, Mauricio Macri, El Niño Cincuentón, mantiene el mismo inconveniente que Sergio fuera de la provincia (inviable).
Se les complica, a Sergio y Mauricio, el armado del esqueleto nacional.
Pese a los esfuerzos del bordador Emilio Monzó (el diseñador de Macri), que se obstina entre los eventuales famosos de procedencias ajenas a la política.
Y a las abnegaciones de Tito Lusiardo, alias Juanjo, y de Raúl Pérez (ambos diagramadores de La Franja de Massa).

O en realidad pese a los esfuerzos del propio Sergio, que en realidad es el jefe real de la campaña de sí mismo. Generador de consumibles fotografías. Por ejemplo con las figuritas repetidas de Carlos Reutemann, El Perdedor de Trenes, o el comodín Roberto Lavagna, La Esfinge, y de Juan Carlos Romero, El Desperdicio.
También, para rescatar el buen humor de Sergio, merece destacarse hasta el accidentado vuelo hacia el Territorio Libre Asociado de San Luis. Cuando Aire y Sol II fue a entrevistarse con el promisorio dirigente Adolfo Rodríguez Saa. Otro baluarte que también aspira, según nuestras fuentes, a ser precandidato y animar otra interna. De ser posible sin el epílogo ridículo que tuvieron aquellas internas del Peronismo Federal.
Hoy quien impulsa a Rodríguez Saa es sobre todo Esteban Caselli, El Obispo. El único capacitado para prometerle conseguir los 60 millones de dólares destinados a la ilusoria campaña.

El Heredero y El Conquistador

Por estar encuadrado en el PJ, en cambio, Daniel recibe las adhesiones de dirigentes nacionales. Pero sin exagerar.
“Pasa que Scioli tiene vocación de heredero, no de conquistador”, confirma la Garganta, que lo conoce desde su primera campaña.
“El de Scioli es un caso muy distinto al de Massa. Como no puede heredar, Massa no tiene otra alternativa que salir a conquistar. Acepto que lo hace demasiado bien”.
Claro que para heredar, cuando la heredada no se muere, hace falta previamente convencerla del beneficio de desprenderse de la herencia.
Pero dista de ser el caso de La Doctora, que carece de interés gestual en tenerlo a Scioli como heredero. Prefiere incentivar, para confundir la atmósfera, la ambición de Sergio Urribarri, El Padre del Marcador de Punta, que tiene el mérito de ser un desconocido fuera de Entre Ríos. Y de Domínguez, El Lindo Julián.

Por otra parte, Daniel ya está habituado a tolerar los desaires de los cristinistas rabiosos que lo agravian para ganar puntos con La Doctora. Y felicitarse entre ellos.
De todos modos muy poco le importan a Scioli, según nuestras fuentes, las distancias preventivas que le ponen El Lindo Julián o Carlos Kunkel. Porque cuenta con el apoyo medular de Cristóbal López.
En este esquema, Cristóbal es infinitamente más trascendente para blindarle a Scioli la relación ideológica con La Doctora.
Pero debe advertirse que estar bien con La Doctora no le facilita en absoluto el camino al Líder de la Línea Aire y Sol I.
Ocurre –para Consultora Oximoron- que aferrarse en la actualidad a La Doctora implica la tentación de arrastrarse con ella hacia el crematorio.
Consigna Oximoron que para Daniel es tan grave que la estantería cristinista se pulverice de inmediato, como que continúe pesadamente en su declinación irremediable.
Pero la ambigüedad demostró estar hecha a la medida de Scioli.
En la ambigua incertidumbre Aire y Sol I pudo sobrevivir la totalidad de la década. Mantenerse firme, hasta hoy, listo para la negociación final. En 2015 o cuando toque.

Dilemas de La Franja

La cuadratura de Sergio es más contradictoria y sutil. El muchacho recibe muestras de fervor adónde vaya.
Se desplaza como si ya fuera el candidato elegido por la sociedad.
Pero como advierte Oximoron, semejante calor personal aún no adquiere el formato del proyecto colectivo.
La inteligencia que le sirvió a La Franja de Massa, para prosperar en la provincia inviable, para armar a través de los intendentes, dista de ser trasladable al resto del país. Sobre todo en las provincias que están alambradas. Con dueño. Con dirigentes instalados que mantienen su identificación. Donde los sobrevivientes que quedan sueltos, sin red, en el fondo de la olla, en general no son suficientemente confiables. Como para desembarcar en sus provincias acompañados por ellos.
Consta que a Sergio le cuesta armar algo nuevo hasta en el servido Artificio Autónomo de la Capital. Aunque tuvo la audacia de patrocinar un número vivo, casi un juego floral, con ex funcionarios cristinistas movilizados por Alberto Fernández, El Poeta Impopular, ex Premier que despliega sus lamentos entre las emisiones del cable.
La vinculación con el cristinismo, que lo catapultó, representa también un obstáculo para Massa. Un argumento servido que incita a la chicana descalificadora. Es uno de sus puntos vulnerables.

Se valora en Sergio la actitud de haber pegado el salto. De generar La Franja de Massa y de ganar las elecciones de 2013. Pero mientras se expande el rencor hacia el cristinismo, al muchacho se lo ve acompañado de demasiados patriotas sensibles que hasta hace muy poco figuraban en sus planteles.
Por lo tanto le cuesta a Massa emanciparse de la debacle del proyecto político que supo protagonizar.

Sergio, Mauricio y Daniel van por el mismo cargo. Disputan el mismo mercado electoral, aunque Mauricio, según nuestras fuentes, prefiera fatigar por los senderos del “no peronismo”. Ampliaremos.
Mientras tanto, los anexados en La Franja de Massa que ya mojaron la medialuna prefieren convencerse que aún les queda demasiado tiempo por delante.
Otros observadores, con bastante información, no adhieren a la idea de los plazos tan generosamente pendientes. Y se dedican, por lo que sabemos, a hacer números, con cálculos y logaritmos que sirven para especular con los porotos de la Asamblea Legislativa. Son los que evalúan, sin gran voluntarismo, que el cristinismo se encuentra en la antesala del propio cadalso.

Oberdán Rocamora