La ciudad de Buenos Aires es el distrito más rico de la Argentina y, a la vez, el que registra mayores niveles de desigualdad. Esta abismal asimetría deriva en una evidente fragmentación de la sociedad porteña. Condiciones todas que son el resultado de la decantación histórica de circunstancias de orden nacional, y que no pueden atribuirse a la administración local de turno. Sin embargo, es evidente que un gobierno puede acentuar o revertir el estado en que se encuentra un país, una provincia o una ciudad al hacerse cargo de su gestión.
La cultura como visita guiada
Toda forma institucional define el sentido político que se le quiere imprimir a una gestión. Nunca es neutra la forma en que se organiza un gobierno para atender los asuntos públicos. En la ciudad de Buenos Aires, la institucionalidad de la cultura es por demás elocuente. El Ministerio de Cultura tiene bajo su responsabilidad el área de Turismo de la ciudad, pero las industrias culturales están bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo Económico. Y para que no queden dudas del enfoque que guía a la actual administración porteña, al frente del Ministerio de Cultura se encuentra un empresario de turismo, Hernán Lombardi.