Dólar: No es el 16, es el 90%

Si bien el valor del blue sigue siendo la noticia principal con sus casi 16 pesos de valor, el dato económico más relevante es la insostenibilidad de la brecha cambiaria. La diferencia entre el valor del dólar oficial y el paralelo que se acerca al 90% y esto genera una situación de gran incertidumbre.

¿Por qué la brecha es importante?

Todos sabemos en Argentina que el valor del dólar blue hoy es el valor de dólar oficial mañana. Siempre que hay un tipo de cambio oficial controlado y uno paralelo, más tarde o más temprano, los distintos valores de los dólares convergen a uno solo.

Todos también sabemos que el valor que los aúna está siempre más cerca del paralelo que del oficial.

La gran duda que se presenta no es si el dólar oficial va a subir cerca del valor paralelo, sino cuándo y cómo lo hará.

Cuando la brecha se acorta y está en niveles del 25%/30% esa preocupación de cuándo se va a hacer la convergencia se diluye. Esta es una diferencia que llamamos manejable, ya que al ser baja, da la sensación que la convergencia entre dólares oficial y paralelo puede demorarse en el tiempo y, por lo tanto, las expectativas de una devaluación del dólar oficial se tranquilizan.

Esto implica, por ejemplo, que los importadores de insumos para la producción pueden calcular los precios de los bienes dentro de 3 o 4 meses. Pueden arriesgarse a financiar sus ventas en pesos. Es decir, que si bien la brecha existe, se encuentra en un rango que permite administrar el negocio y seguir produciendo y vendiendo dentro de esos plazos.

Pero cuando la brecha se agranda más allá del 50% -y para colmo sigue creciendo- las expectativas de una devaluación del dólar oficial aumentan y, por lo tanto, la gestión del negocio se paraliza.

Decidir la importación de un bien hoy y no saber a cuanto lo podrá vender mañana, paraliza la operación. La pregunta a responder es ¿a qué precio debo vender hoy si tengo que volver a comprar el bien mañana si no se el tipo de cambio que voy a tener?

El caso automotriz

Pongamos de ejemplo el caso automotriz. Supongamos que la empresa A produce un auto que tiene un 70% de componentes importados. Decide producirlo hoy para lo cual debe solicitar las partes importadas. Estos componentes entran en los 30 días posteriores al pedido y, posiblemente, los deba pagar a 60 días. Con esos insumos arma el auto que venderá en pesos.

Los pesos que cobró del auto que vendió, le tienen que alcanzar para poder volver a comprar los componentes importados en dólares para volver a producir otro auto. Si la brecha es chica, la empresa sabe que una devaluación de dólar oficial puede suceder, pero nunca será una que supere al dólar paralelo, por lo tanto enfrenta un riesgo de una variación del 10%/15% de brecha que puede administrar.

Ahora bien, si la brecha supera el 80%, el riesgo de una devaluación sube al 50/60% y ese impacto en las finanzas no es administrable. Por lo tanto el negocio requiere mucho más cuidado, y fijar un precio que lo cubra de la posible devaluación, sin impedir su venta. Esta incertidumbre simplemente paraliza a la economía.

No es una conspiración internacional contra nadie, se trata de la conducta obligada de cualquier gerente que quiera mantener a flote su compañía.

Brecha y recesión

Por lo tanto el incremento de la brecha genera un parate en la actividad económica que afecta no solo a las empresas, sino al empleo y de allí a las cuentas fiscales. Se crea un círculo vicioso que necesariamente el gobierno tiene que resolver antes de que se agrave aún más.

Es por esto que la brecha tiene dos formas de cerrarse. Paulatinamente, con un oficial que de apoco alcance los 15 del blue, o abruptamente tal como lo hizo el Gobierno en enero pasado. De cualquier modo, sin un plan antiinflacionario, los resultados serán tales como los de enero o aún más graves.

Esta es la decisión que debe tomar en conjunto el Ministerio de Economía y el BCRA. Cómo subir el dólar oficial. De a poco o abruptamente. En esta tensión estaremos estos días, pero es una situación que no puede durar mucho tiempo, ya que la economía profundizaría aun más su recesión y, por lo tanto, tendería a incrementar la incertidumbre y el conflicto social.

Sea como sea, debería hacerse cuanto antes.

Tasas cuidadas

Con el objetivo de avanzar en regular más la economía, el Banco Central (BCRA) estableció límites a la tasa de interés. Es que se debe terminar con el abuso de los bancos que lucran indiscriminadamente con la gente.

De hecho, lo mejor que podría pasar es que los bancos no ganen plata y sean instituciones sin fines de lucro. De esa manera habría más crédito para todos.

Por supuesto que socialmente no hay nada más políticamente incorrecto que tratar de defender un banco o un banquero. No hay forma de sumar ningún adepto. No hay otra posibilidad. Ser un banquero -y sobre todo en situaciones económicas complicadas- es definitivamente un caso perdido de mala prensa.

Pero si son tan malos habría que preguntarse para qué existen. Probablemente se trate de una creación diabólica…  ¿o será que cumplen algún rol en la economía?

El rol del banco

El banco nace y se desarrolla como el lugar donde nosotros depositamos nuestros ahorros. Así nació, como el sitio al cual quienes contaban con ahorros podían depositarlos para que se los custodiara.

El sistema financiero es muy regulado y tiene muy precisas restricciones y evaluaciones de riesgo, porque justamente administra la plata de terceros. De hecho, si manejara solo su plata, tendría menores regulaciones.

Es decir, la solidez de un banco se evalúa en su capacidad de defender el ahorro de los habitantes de un país. Cuando nos preguntamos si un banco es seguro, estamos preguntando si ese banco está en condiciones de otorgar créditos o bien de devolver nuestros depósitos.

Para que un sistema financiero crezca, entonces, debe recibir más depósitos. Y para que ello suceda los bancos deben dar confianza con el manejo de nuestro dinero. Esa será la plata utilizada para otorgar créditos. Sin depósitos, no hay créditos.

Si un Banco Central pone regulaciones que limitan las tasas de interés y si esas limitaciones debilitan la solvencia de los bancos porque asumen más riesgos sin la remuneración correspondiente, conseguirá que más gente tome créditos en el corto plazo y que menos gente deposite sus ahorros en el mediano plazo. En consecuencia, los créditos en el mediano plazo volverán a caer.

¿Préstamos para todos y todas?

El principal problema del sistema financiero argentino no es el valor de sus tasas de interés, sino su tamaño. Acorde a la nueva estimación del PBI, el total de créditos del sistema financiero argentino alcanza alrededor del 13% del producto bruto, el más bajo de América Latina. El país que le sigue tiene el 20%. Chile tiene más del 70’%, mientras que Brasil ostenta más del 50%.

Por lo tanto, sobre lo que hay que trabajar es por tener más bancos que presten más plata, pero para ello necesitamos más bancos que logren canalizar más ahorros de los argentinos.

Y lo cierto es que mientras más se interviene el sistema, más dudas tienen los ahorristas y menos plata depositan.

En resumen, las tasas de interés más bajas tendrán algunos pocos beneficiarios que son aquellos que pueden tomar créditos en los próximos meses. Como las condiciones para tomar créditos siguen siendo las mismas, las tasas cuidadas serán para pocos y por poco tiempo.

Una cosa sí está clara: se continúa dando señales de que ahorrar e invertir en la Argentina es cada vez más riesgoso.

Después de 2 años de Miami vienen 5 de Gesell

La presidente CFK dijo ayer en la presentación de la nueva ley que regula el mercado de capitales que, según le dijo Recalde, “los argentinos viajan a Miami en las alas de los aviones” y si bien no es literalmente así, ya que sería un poco riesgoso, gran parte de los argentinos de clase media o alta viajaron o conocen a alguien que viajó a Miami en estos últimos dos años. Muchos de los que aún no lo hicieron seguramente ya compraron los pasajes para lo que queda del año o el año próximo.

Quienes tenemos de 40 años para arriba y vivimos en Argentina sabemos que después de una época de viajes “baratos” a Miami, se viene otra -bastante más larga- de vacaciones en Villa Gesell o Pinamar.

Inflación y retraso cambiario

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Más pesos y Cedines = menos dólares

Comenzó el lunes el segundo semestre del año y la economía entra en una nueva etapa. Atrás queda un mejor semestre comparado con el del año pasado, gracias a los dos sectores dinamizadores de la economía que son el campo y el sector automotriz.

Esta dinámica difícilmente continúe para este segundo semestre, ya que la cosecha de maíz y soja se levantó y la de trigo que comienza ahora es menos importante (no más de 10/11 millones de toneladas contra 75M de maíz y soja).

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