La verdad detrás de Cresta Roja: un fracaso kirchnerista

La situación de Cresta Roja es lamentable. Hay una empresa quebrada hace varios años que, por irresponsabilidad política de Daniel Scioli, ante su imposibilidad económica de subsistir, no siguió el camino jurídico que correspondía y hoy nos vemos ante la incómoda situación de tener que enfrentar el final de una institución insolvente que, además, consumió millones de dólares de los contribuyentes.

Recordemos la secuencia que llevó a la crisis. Cresta Roja sufrió todos los males económicos del kirchnerismo: deudas desde la ex Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca, disuelta en 2011 en el medio de un escándalo de corrupción), cuando le estafaron millones de dólares a la empresa y sólo pudo recuperar cerca de un 15% de lo que se le adeudaba en bonos y en pesos. Por otra parte, se exportaba a Venezuela por medio del fideicomiso Néstor Kirchner que terminó como una estafa para los productores. A partir de dicho fideicomiso el Gobierno nacional impulsó a los principales productores a vender a Venezuela, quien se comprometía a pagar los pollos con un 42% de sobreprecio en petróleo (por lo que el pago efectivo dependía de la buena voluntad del burócrata local), situación que se terminó cayendo tras la crisis venezolana y arrastró a los productores que dependían de las exportaciones infladas. Sumado a eso, la caída de Venezuela como destino produjo un problema de sobreoferta a nivel doméstico. Continuar leyendo

Listos para otra Argentina

El domingo pasado fue un día histórico, lo digo sin eufemismos. Por primera vez en la historia una mujer será la gobernadora de la provincia de Buenos Aires y habrá un ballotage en la Argentina. Son dos novedades o cambios institucionales que dan muestra de un país rumbo a algo nuevo.

Pero más allá de lo institucional, creo que también hay que destacar lo político: el pueblo argentino fue a votar y reflejó a lo largo y ancho del país que estamos listos para otra Argentina. Listos para un país inspirado en el diálogo, en el trabajo en equipo y en el respeto al que piensa diferente. No obstante, lo más importante es que se logró quebrar con el pensamiento hegemónico, con que “No se le puede ganar al peronismo”.

Durante los cacerolazos, desde el oficialismo se reían de nosotros y sugerían que si queríamos ser escuchados, debíamos armar un partido y ganar las elecciones. Se tomó el desafío y se trabajó para construir esta alternativa de cambio. Hay que destacar el rol de los mentores de este proyecto: Patricia Bullrich en el 2013 reclamaba la unión de la oposición e hizo lo propio junto a Mauricio Macri. Este año Elisa Carrió, y luego Ernesto Sanz, entre otros dirigentes, permitieron que se consolidara esta coalición de centro con serias chances de ganar las próximas elecciones. Continuar leyendo

Del cacerolazo a las urnas

Hace varios años miles de argentinos nos dimos cuenta de que el kirchnerismo estaba lejos del ideal republicano, del respeto de las minorías y de la primacía de la Justicia. A algunos nos despertaron los múltiples casos de corrupción, a otros la infeliz frase: “Vamos por todo”, con tufo autoritario. También están quienes se avivaron con la confiscación de los fondos de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones, las estatizaciones que les hicieron perder millones de dólares a los argentinos o ver plagado al Estado de miembros de la Cámpora o de personas sin idoneidad, como Delfina Rossi.

Probablemente vos seas una de esas personas que en algún momento se dio cuenta de que aquello que nos estaba pasando no estaba bueno y creíste que nos merecíamos algo mejor. Y porque creíste que nos merecíamos algo mejor seguro fuiste uno de los millones de argentinos que salió a las calles en el 2012 y en el 2013 para reclamar un cambio en la forma en la que se estaban haciendo las cosas. Probablemente estás cansado, al igual que yo, de ver que existen conflictos entre amigos y familiares por una grieta que sólo les ha servido a algunos pocos para llenarse los bolsillos. O que les ha servido a otros para esconder sus fracasos, como hizo Daniel Scioli cuando deliberadamente ocultó el número real de muertos en las inundaciones de La Plata. Continuar leyendo

Decálogo de la degradación K

La democracia requiere no solo que las personas puedan votar libremente, sino que antes, durante y después de la votación se respeten ciertos derechos, libertades y garantías que sirven para que dicho voto sea reflejo fiel de la voluntad independiente del votante y no se encuentre perturbado o afectado por maniobras fraudulentas.

Me tomé unos minutos para reflexionar acerca de qué cosas actualmente debilitan o han debilito a la democracia. Llegué rápidamente a diez motivos por los cuales podemos afirmar que el kirchnerismo ha debilitado a la democracia: Continuar leyendo

¿Hace falta una ley de debate público en Argentina?

La semana pasada se discutió en la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados de la Nación un proyecto donde se procura obligar a los candidatos a presidente de la nación a realizar un debate presidencial. Si bien hay disputa entre los especialistas acerca de si conviene hacerlo por vía de una ley o si en cambio hay que permitir que se geste desde la sociedad civil, hay consenso en favor de una ley entre las distintas fuerzas políticas. En el debate que se llevó a cabo, el coordinador de la iniciativa Argentina Debate, Hernán Charosky, sostuvo que “el debate presidencial es una idea a la cual le ha llegado su tiempo” y ese parece ser el caso. Pero: ¿Es una ley el mejor mecanismo para promover el debate presidencial?

La experiencia internacional es diversa y tenemos casos de éxito con y sin ley. Quienes sostienen que el debate debe ser obligatorio plantean que los procesos electorales no son solo derecho de los candidatos, sino que también son actos de soberanía del pueblo. Por lo que cada candidato debe informar qué piensa hacer una vez que alcance un cargo de responsabilidad. Si bien todo voto vale lo mismo, un voto informado conlleva ciertas expectativas que obligan al votado ante el votante y generan un valor agregado que condicionan al mapa político en el tiempo. Desde una perspectiva un poco más técnica, uno puede sostener que la información electoral es un bien público cuya producción genera un efecto positivo en todo el sistema político que justificaría la intervención del Estado en este sentido. Continuar leyendo