Escenario de crecimiento mundial para 2015

El escenario de crecimiento global es parte de los puntos a considerar a la hora de elegir en qué activos invertir. Una variación en relación de tipo de cambio impacta de lleno en los balances de multinacionales (en dólares). La caída del precio del petróleo influye en el crecimiento mundial a través de mayor consumo discrecional, lo que favorece determinadas empresas sobre otras.  El superdólar afecta precios de commodities, y de esa forma vuelve a cruzar sectores y subsectores del S&P. Ganadores y perdedores se cruzan permanentemente y el arranque del análisis 2015 está en el crecimiento.

Nos pareció interesante mostrar el promedio de las proyecciones de los analistas para 2015. En 2014 EE.UU. avanzó a paso firme a partir del segundo trimestre. Sin embargo, la Eurozona no ha logrado sortear el débil crecimiento de sus economías, a lo cual se le suman las recientes dudas en torno al escenario político en Grecia. En tanto, Japón sorprendió con un aumento en los impuestos sobre las ventas que contrajo fuertemente el consumo y se encuentra actualmente en recesión. Continuar leyendo

Temporada de resultados

Esta semana habrá un nuevo catalizador en los mercados, que será la temporada de resultados del segundo trimestre. La volatilidad ha vuelto y se convierte en el principal driver de los precios a corto plazo.

La salud de la economía de EE.UU. puede verse de distintas formas. Y los mercados, en el largo plazo y cuanto más eficientes son, se deberían adaptar a las señales que la economía real envía a todos los inversores.

Es por eso que el seguimiento de las ganancias de las compañías es un factor importante a la hora de analizar la coyuntura, más aún para dejar atrás una cifra de caída en el producto bruto interno de EE.UU. de 2.9% interanual anualizado caudado por el mal tiempo y un ajuste de inventarios.

Si bien la reacción de los mercados en el inicio de la semana no ha sido la mejor con fuertes bajas en acciones el día martes, el consenso estima que las ganancias muestren un crecimiento interanual de 5,1% en el segundo trimestre del año, totalizando una ganancia por acción para todo el índice de USD 29,01 en dicho período.

Sin embargo, en el transcurso del trimestre en cuestión, las estimaciones se han ido reduciendo, desde un 6,8% estimado a comienzo del mismo. Al mismo tiempo, el índice S&P 500 continuó con su impulso alcista y subió en el segundo trimestre casi 5%. Esto es algo que se ha ido repitiendo en 14 de los últimos 20 trimestres, donde se dio una situación en que las estimaciones de ganancias se redujeron y el principal índice de EE.UU. subió.

crecimiento de ganancias

Se estima que nueve de los diez sectores que componen el S&P 500 mostrarían un crecimiento en los beneficios, siendo el sector financiero el que mostraría una mayor fragilidad y una contracción en sus beneficios (las ganancias se contraerían 2,3%). En tanto, se espera que el sector financiero sea el que menor crecimiento arroje (presionado por créditos hipotecarios -17% y bancos -8%). El sector de utilities mostraría un avance de sólo 0,6% en sus ganancias y las utilidades del sector de consumo no discrecional crecerían 2,6%.

Por su parte, se espera que el sector de telecomunicaciones alcance el mayor crecimiento de ganancias para el segundo trimestre (+22,5%), seguido por los sectores de consumo discrecional, material y energético. Sin embargo, hay que tener en cuenta que Verizon (VZ) es la empresa del sector de telecomunicaciones que mayor peso ponderado tiene en cuanto al crecimiento de ganancias, ya que se estima que los beneficios pasen de USD 0,73 por acción en el 2ºT13 a USD 0,91 en el 2ºT14. Si se excluye a Verizon, el sector mostraría una contracción de 6,8% en las utilidades.

Para todo el año, la ganancia por acción para todo el índice S&P 500 rondaría los USD 120, con un crecimiento cercano al 8% respecto a 2013. Los sectores que mostrarían un mayor crecimiento de ganancias a lo largo de 2014 serían los de telecomunicaciones (+29,9%), salud (+10,4%) y energía (+8,5%). Por su parte, los sectores de utilities (+3,3%), consumo no discrecional (+4,4%) y tecnología (+5,7) serán los que muestren menores avances en sus beneficios. Para el año 2015, se espera un crecimiento de 11,4% en los beneficios de todas las compañías que componen el índice S&P 500.

crecimiento de ingresos

Por el lado de los ingresos, se estima que los mismos muestren un avance de 2,9% en el segundo trimestre para todo el índice S&P 500, liderados por el crecimiento del sector de salud, tecnológico y consumo discrecional. Sólo el sector de energía mostraría una contracción en las ventas, al caer 1,9% en términos interanuales. Para todo el año, se espera que los ingresos aumenten sólo 3,3%, mientras que en 2015 ese crecimiento subiría a 4,3%.

En cuanto a las previsiones, 111 compañías de S&P 500 informan guidance (proyecciones sobre sus propios resultados). Se estima que de estas empresas, 84 empresas reportaron para el segundo trimestre de 2014 estimaciones de resultados por acción por debajo de las expectativas del mercado y 27 por encima de las mismas.

El número de anuncios previos negativos se ubica por debajo de los 95 registrado en el cuarto trimestre de 2013, y el número de anuncios positivos supera el mínimo histórico de 18 también establecido en el cuarto trimestre de 2013. De confirmarse esto, se marcaría el menor número de guidance negativos y el mayor número de guidance positivos desde el cuarto trimestre de 2012 (79 y 34 respectivamente), siento esto una señal favorable para que el S&P 500 continúe con su senda alcista.

Si los balances decepcionan, estos podrían tener un impacto negativo en los mercados, aunque mucho tendrán que ver también las perspectivas hacia adelante. El mercado se muestra muy optimista de cara al futuro, más teniendo en cuenta que se espera para el próximo año un incremento en los beneficios mayor al 10%, y es por eso que los guidance de las empresas serán uno de los puntos claves.

También habrá expectativas sobre lo que las compañías tengan que decir sobre el aumento en los precios del petróleo y los combustibles, que podría resultar en un incremento de costos. El gasto de capital, los niveles de inventario y la contratación también serán cuestiones a analizar, intentando determinar si el impulso alcista de los mercados continuará en el segundo semestre o la volatilidad volverá a hacerse presente.

China desacelera y asusta a todos

Si les cuento que un país crece al 7% anual todos pensaríamos en lo bien que le está yendo. Sin embargo, cuando ese país viene de crecer al 10% anual, la sensación no es tan positiva. Porque esa contracción económica se siente, aun cuando el crecimiento sigue siendo muy bueno.

En el año 2010, China se convirtió en la segunda mayor economía del mundo en cuanto a su tamaño, luego de superar a Japón. Pero desde entonces algunos problemas aquejan al país que apunta a destronar a EE.UU. del primer puesto en la proxima decada.

El crecimiento económico en China caería de  7,7% en 2013 a 7,4% en 2014 y a 7,3% el año que viene según las últimas estimaciones de la OCDE. El objetivo del Gobierno para este año es 7,5%. La mejor evidencia de este aterrizaje, por ahora suave, es que en el primer trimestre del año la economía de China siguió confirmando su desaceleración, tal como lo venía haciendo el año pasado, registrando en dicho período su menor ritmo de expansión desde el tercer trimestre de 2012. Según cifras oficiales, el PIB creció a una tasa interanual de 7,4%, lo que se compara con una expansión de 7,7% en el último trimestre de 2013, aunque estuvo por encima de 7,3% estimado por el consenso.

Muchas cifras para decir algo sencillo: China está encontrando escollos en su crecimiento y las cosas están empeorando, agravado por el hecho que la burbuja inmobiliaria ha comenzado a mostrar los dientes.

El gran desafío de China ha sido lograr un desarrollo del mercado doméstico tal que le permita ir reemplazando de a poco la tracción que le imprimia el sector externo.  En otras palabras reemplazar exportaciones por consumo interno. La base demográfica está y el proceso de urbanización avanzó, pero la demanda interna no empuja como se esperaba.

La data de actividad industrial defrauda: la producción industrial de China creció 8,8% interanual en marzo, lo que se compara con un avance esperado de 9%. Además, la encuesta cualitativa del  sector manufacturero que da origen al índice PMI (elaborado por el banco HSBC y Markit) se contrajo por cuarto mes consecutivo en abril, lo que acrecienta las preocupaciones sobre una desaceleración más profunda de la economía. Los registros menores a 50 puntos indican contracción: se situó en 48,1 puntos en abril, por debajo de lo estimado por el consenso. La inversión en activos fijos en el primer trimestre también creció por debajo de lo esperado: 17,6% interanual vs. una suba esperada de 18,1%.

En los últimos meses se han dado algunos signos de dificultades financieras. El nivel de endeudamiento de los gobiernos locales, por ejemplo, es muy elevado y hay riesgos de incumplimiento que podría desencadenar en una crisis financiera en ese país.

Si ponemos el foco en el mercado inmobiliario, no sólo se ha enfriado e impacta en el nivel de actividad económica, sino que ya los precios de las viviendas han empezado a caer lo que podría afectar la calidad de la cartera crediticia en el sistema bancario.

El Gobierno chino anunció un paquete de pequeños estímulos el mes pasado para combatir estas muestras de fragilidad en su economía. ¿Podrán torcerle el brazo a la desaceleración? Las medidas podrían surtir efecto a partir del trimestre actual e incluyen rebajas de impuestos para las pequeñas empresas y planes para aumentar la inversión en infraestructura. si bien los estímulos son un aliciente, no serían suficientes para quitar a la economía China del ciclo descendente y evitar un posible cambio en la tendencia de la demanda interna (las ventas minoristas, aumentaron 12,2% en marzo respecto al año anterior (consenso: 12,1%).

Existen otros importantes riesgos que amenazan a la economía de China. Por un lado, la demanda externa podría no crecer al ritmo esperado y los números del comercio exterior de China no sean tan alentadores. Si miramos los datos de marzo, las exportaciones crecieron sólo 6,6%, mientras que las importaciones cayeron 11,3%: la balanza comercial se resiente, y es la mejor excusa para seguir devaluando al yuan.

En 2013, el PIB per cápita de China fue USD 9.828, lo que representa una cuarta parte del de Japón, que el año pasado ascendió a USD 37.135. Espacio para crecer en calidad de vida aún tiene, y mucho. 

Vemos con buenos ojos que la Comisión Reguladora del Sector Bancario de China impondrá pruebas de resistencia bancaria a las entidades. El coeficiente de préstamos en default de los bancos chinos se disparó hasta su máximo nivel de los últimos dos años durante el último trimestre de 2013, cuando alcanzó un 1%. 

Si bien creemos que China será capaz de continuar creciendo con fuerza y progresando, dependerá en gran medida de una mayor injerencia de la política para cambiar el rumbo de la historia, acelerando el proceso de reconversión del mercado doméstico y controlando las señales de stress financiero.

 

Cualquier consulta y/o duda, contáctame @DarioEpstein

Mejor temporada de resultados: ¿y ahora qué?

Es cierto que la expectativa respecto a la temporada de resultados corporativos en EEUU era baja. Demasiado baja e incluso negativa en forma interanual según algunas encuestas y consensos previos debido al mal clima en ese país en el primer trimestre.

Ya avanzada la temporada, ¿cuál es la situación actual? Los sucesivos reportes vienen teniendo una tendencia clara, ya que en su mayoría lograron superar las expectativas o resultaron en línea. Hubo pocos balances que han defraudado en la línea final de ganancias por acción.

El crecimiento en las ganancias ha sido menos mediocre de lo que se esperaba y, como para tranquilizar al inversor que está comprado, se espera un repunte en el nivel de actividad económica y en los beneficios en el segundo trimestre de este año. Pero atención: el impulso alcista inicial de la temporada de balances puede desvanecerse pronto si efectivamente todo lo mejor a lo esperado ya estaría descontado, o incorporado en los precios, porque muchas veces se ha visto esta situación.

Hasta el momento, de las 274 compañías que componen el S&P 500 y han reportado sus balances, aproximadamente 74% informó ganancias mayores a las esperadas, mientras que en relación a los ingresos las sorpresas positivas rondan el 53% de los reportes. En gran medida las ganancias de las compañías superaron las expectativas y el guidance indica que los beneficios tendrían un repunte a partir del trimestre actual, gracias a un mejor desempeño de la economía luego del durísimo invierno que afectó el nivel de actividad. Es de esperar que los beneficios continúen dando sustento al sentimiento alcista. 

En el primer trimestre del año, se espera que los beneficios de las compañías del S&P 500 crezcan a una tasa interanual de 1,7% a USD 26,65 por acción. El sector que mostraría un mayor crecimiento en sus ganancias sería el de telecomunicaciones, con un incremento interanual de 14,4% en el primer trimestre 2014, seguido por el de utilities y consumo discrecional con un avance de 8,2% y 5,3% respectivamente. Por su parte, los sectores de energía y materiales tendrían una contracción en sus beneficios de 7,1% y 1,2% respectivamente. El sector financiero no mostraría cambios en las ganancias respecto al mismo período del año anterior.

 

CRECIMIENTO ESPERADO DE GANANCIAS

CRECIMIENTO ESPERADO DE GANANCIAS: estimaciones 2014 y 2015

 

Algunas empresas como FedEx (FDX), General Motors (GM), Ford (F) y McDonalds (MCD) han justificado sus flojos beneficios con las inclemencias climáticas, que afectaron a EEUU en los primeros tres meses del año.

Para los próximos trimestres, los beneficios para las empresas del S&P 500 mostraría un repunte y registrarían tasas de crecimiento cercanas a 10% interanual: para el trimestre actual, la tasa de crecimiento de ganancias se espera que sea de 8,1%, según cifras del consenso. Todos los sectores mostrarían mayores beneficios a los registrados en el mismo período del año previo, destacándose los sectores de materiales (+17,7%), telecomunicaciones (+13,2%), tecnología (+13,1%) y energía (+12,4%). Los sectores financieros y utilities serían los que menor crecimiento de ganancias tendrían en el segundo trimestre del año. Para todo el 2014, la expectativa es que la ganancia por acción alcance USD 118,59, mostrando un crecimiento en los beneficios de 8,3% respecto al año anterior, mientras que en 2015 crecerían 11,7% a USD 132,30 por acción.

Vayamos a los ingresos por ventas: en el primer trimestre se espera un crecimiento de 2,8% para todo el índice, mientras que si se excluyen las compañías del sector financiero, el incremento esperado de las ventas ascendería a 3,5%, un poco por debajo de lo esperado para todo el año. Las utilities serían las que mostrarían un mayor avance en los ingresos (+10%), seguido por las empresas del sector de salud (+7,6%) y consumo discrecional (+4,8%). Por su parte, el sector financiero sería el único en mostrar una contracción en los ingresos de 2% interanual.

 

CRECIMIENTO ESPERADO DE INGRESOS

CRECIMIENTO ESPERADO DE INGRESOS: estimaciones 2014 y 2015

 

¿Tiene algún comentario y/o pregunta? Contáctame a través de @DarioEpstein

Brasil: prueba no superada

¿Qué le está pasando a la séptima economía mundial? Desde 2011 Brasil viene defraudando y ha sido golpeado en sus mercados de deuda y acciones. S&P precisamente había sido la primera agencia que calificó a Brasil como país con grado de inversión (BBB-), en abril de 2008, y llegó a elevar su calificación hasta “BBB” en noviembre de 2011.

A pesar de que Brasil considera “inconsistente con las condiciones económicas del país” la decisión de Standard and Poor’s (S&P), la calificadora le ha rebajado la nota a su deuda soberana de “BBB” a “BBB-”.

No tan inconsistente a nuestro entender, ya que aún mantiene su calidad de “grado de inversión” pero refleja la debilidad que ha mostrado en el frente externo tanto comercial como de cuenta corriente como un todo y sobre todo por los flujos de fondos de cartera que han migrado en busca de otros horizontes el año pasado. Además, un peldaño más abajo es considerado como deuda con grado especulativo: a estar atentos a los desarrollos en ese país.

Dentro de los temas que preocuparon a la calificadora figuran la pobre tasa de crecimiento, el deficit y las dificultades que tendrá Brasil para adecuarse en un año electoral, en el cual las prioridades las dicta la agenda política.

La nueva calificación de S&P pone a Brasil a la par de países como España y Filipinas, y un escalón por debajo de Rusia.

La baja podría llevar a las otras grandes agencias, como Moody’s y Fitch, a seguir los pasos de S&P.

La solidez y los fundamentos de Brasil se han ido debilitando año tras año y la decisión de S&P no hace más que denotar (tarde como siempre) el escenario más desafiante para el país que otrora fuera el ejemplo de los países emergentes.

Su vulnerabilidad externa se encuentra en los flujos, no en el stock, ya que posee el quinto mayor volumen de reservas internacionales del G-20.

En 2013 Brasil creció 2,3%, no mucho más que el promedio de los dos años previos (en 2012 la economía creció 1%, y en 2011 lo hizo 2,7%, tras una impresionante performance de 7,5% en 2010.

El superávit primario de 1,9% del PIB no es suficiente como para reducir el endeudamiento público ya que el incremento de la deuda ha sido constante, desde niveles bajos en relación al PIB, pero crecimiento al fin.

No sólo la rebaja alcanzó a la deuda emitida en moneda extranjera, sino que bajó la deuda de largo plazo en moneda local (reales) desde “A-” a “BBB+”. La perspectiva de esas nuevas notas es estable.

El aumento del gasto público y la incapacidad del Gobierno de cumplir sus metas de superávit fiscal primario están detrás de los argumentos técnicos para justificar la rebaja. Pero el reciente recorte anunciado en febrero, que incluyó una baja de gastos de 44.000 millones de reales (unos 18.410 millones de dólares), no convenció a la calificadora ni al mercado. La sospecha de un bajo crecimiento de la economía brasileña en los próximos años está detrás del análisis, y un déficit de cuenta corriente estimado para este año de unos 80.000 millones de dólares. ¿Volverán los flujos especulativos para fondear este agujero? Una historia a seguir muy de cerca y un trago amargo para Rousseff, que buscará su reelección.

Brasil es uno de los motores que tracciona crecimiento en sus socios del Cono Sur. 

Dentro de este análisis, con menor crecimiento, menor inversión extranjera directa y probable depreciación del real contra el dolar, será importante monitorear el efecto que pueda producir en sus socios comerciales, que en mayor o menor medida, van a sentir el impacto de la desaceleración de Brasil.

Cualquier duda o consulta, contactame a través de  @DarioEpstein