Panamá S. A.: ¡Mejor llamen a Saúl!

Cuando Walter White, en la serie Breaking Bad, necesita usar dinero para pagar la rehabilitación de su cuñado, pagando terapia dentro del circuito oficial (o sea, con recibo), compra un lavadero de autos. Hasta ese momento, el dinero que ganaba de cocinar metanfetaminas estaba fuera del circuito oficial. Origen del dinero: drogas. Y los gastos sólo en efectivo y sin bienes registrables ni recibos. No tenía forma posible de utilizar el dinero sin ser descubierto. Es decir, ¡el sistema legal estaba funcionando! Por supuesto, para llegar a este paso se asesora con un “simpático” abogado que se mueve en el submundo del delito: Saúl. Más allá de su simpatía, Dr. Saúl es tan delincuente como su cliente, esto debe quedar claro.

Relacionando con el Panamagate: Mr. White no podría haber abierto una cuenta en un paraíso fiscal porque las autoridades de Estados Unidos sancionaron una ley muy estricta, conocida como FATCA, con durísimas sanciones para aquellas entidades y personas que colaboren u oculten información sobre activos de ciudadanos o empresas de Estados Unidos fuera de su país. Y la consecuencia lógica: para abrir la cuenta es imperativo explicar el origen de los fondos y saber que va a ser reportada a los Estados Unidos.

La corrupción se reduciría mucho si desaparecieran las cuentas secretas, amén de la evasión fiscal. La transferencia de fondos no explicada sería virtualmente imposible, en especial si se usan dólares, ya que eso le daría cierta potestad a Estados Unidos de aplicar sus leyes, más no sea por el tránsito de la moneda norteamericana. Continuar leyendo

Los primeros… ¿doscientos días?

Normalmente se dice que los gobiernos deben tomar las medidas más audaces y controvertidas en los primeros cien días de gestión, que es la luna de miel con los distintos actores de la sociedad. ¿Pero qué pasa si se arranca del día menos cien?

Si tuviéramos que sintetizar los problemas en el sector económico-financiero que aquejan a la Argentina, podríamos mencionar: déficit fiscal y gasto público, inflación, falta de inversión y de empleo privado.

Ahora bien, es tal el descalabro que quedó en el país luego de la gestión económica posterior al 2003 que, para poder trabajar sobre estos problemas, hay que resolver todos los factores distorsivos que afectaron los precios relativos y la inversión. ¡La distorsión es absoluta!

Como dice el dicho: sólo hay una oportunidad de causar una buena primera impresión. Han transcurrido los primeros cien días de Gobierno. Las medidas tomadas tienen tres características: eran necesarias en opinión de “todos” los técnicos, fueron prometidas en la campaña electoral de Mauricio Macri y se han implementado de forma eficiente.

Si preguntábamos a cualquier técnico antes del 10 de diciembre cómo se salía del cepo, la respuesta era: “Con treinta mil millones de dólares”. Esa plata nunca entró y la salida del cepo es un hecho. Si les preguntábamos por los holdouts, la respuesta era: “Hay que solucionarlo, aunque la negociación va a ser lenta”. Otro trabajo casi terminado. ¿Y tarifas? Nadie tenía ninguna duda de que había que subirlas. Continuar leyendo

En qué invertir si gana Macri o Scioli

Un viejo adagio bursátil dice que uno compra con el rumor y vende con la noticia. Si esto se cumpliera, ¿qué deberíamos hacer de cara a las elecciones? ¿Será hora de vender? ¿Ha sido suficiente el recorrido alcista fundamentado en un cambio de signo político? ¿Qué sectores serían los beneficiados?

La suba de las acciones argentinas ha sido extraordinaria en comparación con otras plazas de la región y de otros emergentes: el Merval de Argentina se apreció 54% en el acumulado del año en pesos, incluso si descontamos un 12% de la caída del tipo de cambio oficial. Continuar leyendo

Año 2016: con o sin cepo cambiario

Desde que se instauró el cepo cambiario, el Gobierno convive con la disyuntiva de cuidar que se reduzcan las reservas del Banco Central y, a la vez, cuidar que no se amplíe la brecha cambiaria. No puede lograr las dos cosas a la vez, ya que una alimenta a la otra.

El peso argentino se depreció 8,61 % en el año contra 25,31 % de nuestro principal socio comercial, Brasil, lo que crea más presiones cambiarias y más retraso. Un tipo de cambio atrasado produce que los exportadores no quieran liquidar el producto de sus operaciones comerciales, los inversores no ingresan dólares, los importadores quieren pagar y seguir importando, las empresas quieren girar dividendos, los argentinos queremos viajar más y más lejos, y los extranjeros venden en el mercado paralelo en lugar de pasar por el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC).

Todo esto se ve agrandado por la pelea con los holdouts, ya que limita las opciones de financiarse a costos comparables en los mercados internacionales voluntarios de crédito y eso afecta más la disponibilidad de divisas.

¿Cómo se sale del cepo? Salir del cepo tiene ciertas complicaciones y es más fácil decirlo que hacerlo. Pero, por lo pronto, se necesitan como mínimo de dos condiciones fundamentales: Continuar leyendo