Por: Darío Epstein
Un viejo adagio bursátil dice que uno compra con el rumor y vende con la noticia. Si esto se cumpliera, ¿qué deberíamos hacer de cara a las elecciones? ¿Será hora de vender? ¿Ha sido suficiente el recorrido alcista fundamentado en un cambio de signo político? ¿Qué sectores serían los beneficiados?
La suba de las acciones argentinas ha sido extraordinaria en comparación con otras plazas de la región y de otros emergentes: el Merval de Argentina se apreció 54% en el acumulado del año en pesos, incluso si descontamos un 12% de la caída del tipo de cambio oficial.
Dado que más del 50% del índice está vinculado con el precio del petróleo y que Petrobras es la empresa de mayor ponderación del índice, y ha tenido una dura caída en el año, si depuramos la suba sin el impacto de Petrobras, esta luce aún más fuerte, con un alza del 81% en el año, un 35% explicado en el último mes.
Argentina se encuentra frente a la posibilidad de bajar sensiblemente su prima de riesgo hacia adelante, perforando la baja la barrera de los 500 puntos básicos, lo que la ubicaría muy cerca del riesgo de Brasil.
La suba de bonos, tanto en pesos como en dólares, ha sido asimismo extraordinaria para un año en el que el aumento de tasas de interés por parte de la Reserva Federal se fue postergando. La suba de bonos en pesos en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires ha incluso superado el recorrido de los bonos en dólares por la expectativa de una recomposición del índice de precios al consumidor a partir del recambio político que se está gestando.
Desde las elecciones primarias, las encuestas refuerzan las posibilidades de Cambiemos, quien va arriba de cara al ballotage.
¿Pero cuándo se da la suba? ¿Qué es lo que movilizó a los activos de riesgo en Argentina? Claramente, el punto de inflexión ha sido la sorpresa electoral del 25 de octubre. Todas las encuestas fallaron en advertir la poca diferencia entre un candidato y otro y la caída de la provincia de Buenos Aires en manos de la oposición. Ese fue el verdadero punto de partida de la segunda parte del rally, o al menos la suba más concentrada en el tiempo.
Tomemos los 60 días previos a la elección primaria y en las 14 ruedas posteriores.
En el mercado de renta fija, los bonos que más subieron fueron aquellos en pesos y en especial los atados al coeficiente de estabilización de referencia, como el PR13, el Bogar 2018. La recomposición de expectativas en el Instituto Nacional de Estadística y Censos pesa mucho.
Los bonos largos en dólares siguieron en el rally. A modo de ejemplo, el Discount en pesos legislación argentina (DICA) subió nada menos que 18% desde las primarias hasta el día de la fecha.
En los 60 días previos a las primarias el Merval se apreció un 16 por ciento. ¿Nada mal, no? ¿Pero qué pasó en las 14 ruedas posteriores? Mejor aún: ¡el Merval se apreció un 20% en tan sólo 14 ruedas!
Todos los sectores tuvieron un mejor recorrido a partir del 25 de octubre y en menos tiempo. Pero los focos del rally luego de las elecciones primarias fueron:
1) Las utilities, que poseen precios regulados y que necesitan de un ajuste de tarifas para poder recomponer su ecuación de costos y una baja en el gasto público. Las subas van entre 25% y 121%; muchas de ellas se duplican en valor. En los 60 días previos hubo hasta bajas de precios en algunos papeles.
2) También se dieron fuertes subas en los bancos, un sector que ha sido regulado mucho últimamente, lo que lo obligó, por ejemplo, a prestar a pérdida en las líneas de inversión productiva o a pagar al inversor minorista una tasa superior a la del mayorista. Las subas han ido entre 25% y 48%, muy superior a la del período previo, de un 15% promedio.
3) El tercer sector claramente beneficiado ha sido el agro. Con las subas de Morixe, Molinos Juan Semino, Molinos Río de la Plata, Agrometal, Quickfood y Ledesma (en ese orden y entre 13% y 133%, dos de ellas más que duplicadas) han convalidado las expectativas de una eliminación o una rebaja de las retenciones a las exportaciones.
4) Por último, el sector siderometalúrgico, representado por Siderar y Aluar, ha tenido un crecimiento de 47% promedio posterior a las elecciones primarias.
El domingo se develará la incertidumbre en torno a quién manejará los destinos de la Argentina y hay mucha expectativa en saber quién será el ministro de Economía (entre otros puestos claves, como la Presidencia del Banco Central) y sobre todo cuál será su política económica a partir del 10 de diciembre.
¿Qué sectores se verían beneficiados si gana Macri?
1) Utilities: Macri es más partidario de una reducción del déficit a corto plazo. Las empresas eléctricas y de electricidad (que ya vienen descontando este escenario) serían las más beneficiadas.
2) Bancos: claramente el sector en el que el capital juega un rol fundamental y que posiblemente Macri intente no regular tanto como ahora para permitir una baja de tasas de interés por menor prima de riesgo.
3) Agro: el candidato de Cambiemos ha sido más agresivo en su campaña y prometió la eliminación de las retenciones a las exportaciones de trigo y maíz, además de otros productos regionales, y la reducción gradual a la soja.
4) Alimentos: el desarrollo de las economías regionales, y en especial su plan para la región norte de Argentina, podría dinamizar las manufacturas de origen agropecuario.
5) Exportadoras: Macri es partidario de una recomposición de la competitividad vía una mejora en el tipo de cambio efectivo a corto plazo y no en forma gradual. Eso beneficia a las productoras de bienes intermedios (acero, aluminio, petroquímica y petróleo).
¿Qué sectores se verían beneficiados si gana Scioli?
1) Agro: Scioli también es partidario de una reducción de las retenciones, por lo que en cualquiera de los dos escenarios este es un sector promisorio en materia bursátil.
2) Construcción: una devaluación más gradual impactaría menos en el precio de las propiedades en dólares y deterioraría en menor medida el poder adquisitivo de la población. Además, se continuaría y reforzaría el Plan PRO.CRE.AR.
3) Industrias domésticas: podrían contar con un grado mayor de protección e incluso financiación flexible a través del anunciado Banco de Desarrollo.
Entendemos que el mercado ha descontado o ponderado un triunfo de Macri. Pero la reacción inicial de los mercados estará marcada por el resultado y la magnitud del triunfo, por lo que nuestras preferencias sectoriales se aplican para un mediano plazo.
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