El anuncio que tuvo su origen en el discurso de apertura de las Sesiones Ordinarias del Congreso y que llegó a su punto máximo con la presentación realizada por la presidente de la Nación el pasado lunes, tras lo cual seis proyectos de ley fueron elevados el pasado miércoles al Congreso, nos llevan a preguntarnos: ¿acaso la democratización de la Justicia no resulta un avallasamiento al sistema republicano?
Para responder a esta pregunta es necesario hacer primero una distinción entre dos conceptos. Por un lado el de república que, como puede observarse en esta página oficial de la Presidencia de la Nación, refiere a una forma de gobierno del Estado erigida sobre principios tales como el imperio de la Constitución, la idoneidad para el ejercicio de los cargos públicos y la periodicidad de los mandatos y que tiene por nota distintiva a la teoría de pesos y contrapesos enunciada por Charles de Secondat -más conocido como Montesquieu- sobre la separación y control recíproco entre los poderes del Estado.