Daniel, Mauricio y Sergio

A Cristina, La Doctora, le despojaron la centralidad.

escribe Oberdán Rocamora

“Cristina, Mauricio y Daniel” es la consagrada miniserie del Portal que mantiene su continuidad.
Sólo que hoy se asiste al desplazamiento de Cristina, La Doctora. Al personaje femenino se le reserva la gravitación lateral.
A su pesar, Cristina cede importancia. En favor de Sergio.
Es -Sergio- el protagonista que, desde La Franja de Massa se dispone a alborotar los destinos de los otros tres. A condicionarles las respectivas cuadraturas personales.
En principio, Sergio desaloja a Cristina del centro de la escena.
Mutis por el foro, durante algún capítulo. Sólo se escucha esporádicamente su voz, con aplausos menos convincentes.
En adelante, la miniserie pasa a titularse “Daniel, Mauricio y Sergio”.
Con suficientes actores de reparto. Podrán lucirse, incluso, con alguna aparición tangencial.

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Gendarmería para la Victoria

4.500 efectivos más para velar por la Seguridad Inter-Electoral del conurbano bonaerense.

escribe Serenella Cottani

* * * * *

El cristi-sciolismo mantiene el incierto descaro que resulta casi admirable.
Una trascendente carencia de recato, que evita el ejercicio vano de la simulación.
Durante 45 días -extensivos a 60-, 4.500 gendarmes más van a esmerarse en el cuidado de los suburbios de Buenos Aires, la provincia inviable.
La inseguridad, de pronto, existe.
El objetivo es explícito. Lograr que la derrota de octubre sea menos catastrófica que la derrota de agosto.
Después de las elecciones, los habitantes del conurbano tendrán que encomendarse a Francisco, El Papa Girado.
Los gendarmes volverán a los destacamentos de frontera (de donde nunca debieron haber salido).

La Gendarmería (Para la Victoria) es, según su web, “una fuerza de seguridad, de naturaleza militar, con características de fuerza intermedia”.
Lo confirma Sergio Berni, Secretario de Seguridad, El Licenciado Serial. Se trata de la institución militar que creció más.
“Un 90 por ciento desde 2003”, año fundamental de la historia.
De 18 mil efectivos, Gendarmería (Para la Victoria) pasó a tener 34.400.

La movida inter-electoral costará, según nuestras fuentes, alrededor de 100 millones de pesos. Por lo bajo.
Cada gendarme cobra un viático diario de 485 pesos. Aunque tengan que procurarse el alojamiento y la comida. La Garganta confirma: “algún mango siempre les queda”.
Al margen, claro, del sueldo entero, “que les entra limpio”.
Los gendarmes son lo suficientemente austeros como para acomodarse de a seis o siete, en dos piezas.
Se las ingenian para hacer una “vaquita” y cocinarse. Para estar a disposición, alejados de sus familias. A los efectos de cumplir una misión que, en el fondo, no sienten. Ni les corresponde.

Tampoco hay que descontar que, pese a la rectitud institucional que los caracteriza, algún gendarme pueda ponerse de novio. Para anotarse en el desafío entretenido de la bigamia. Casos bastante previsibles, entre los abnegados integrantes de las fuerzas de seguridad (así sea “intermedia”). Tan habituados a enfrentar la cultura rutinaria de los desplazamientos.
(Tienta contar el dramatismo que se experimentó durante el velatorio de cierto policía, “muerto en acto de servicio”. “En cumplimiento del deber”.
El pobre muerto ofreció el espectáculo beligerante de los deudos de sus dos familias. Mujeres e hijos que se peleaban a los gritos y a los empujones para estar más cerca del cajón. Delante, según nuestras fuentes, del jefe de la policía bonaerense, y del señor ministro).
Pero los gendarmes suelen ser modestos, austeros, serviciales. Eso sí, muy exigentes con sus derechos. Les disgusta el maltrato y son fundamentalistas del respeto.
(Deben saberlo los pares del devaluado Ejército, o de la Policía, que se siente invariablemente invadida por su insuficiencia).
Cuentan que varios gendarmes tomaron como un verdadero maltrato el hecho de estar formados como idiotas. Bajo el sol, desde las 8.30 de la mañana. Para el lanzamiento del Plan Centinela Electoral, en La Escuela de Gendarmería Martín Güemes, Puente 12, La Matanza.
Pero las autoridades llegaron, lo más campantes, a las tres de la tarde. Cuando los gendarmes formaditos maldecían. Y extrañaban, pese a los viáticos, la zona de frontera.

Por una cabeza

Para la fotografía y el discurso llegaba el gobernador Scioli, líder de la Línea Aire y Sol.
En defensa propia, Aire y Sol I debió ponerse al frente de la campaña, compuesta por candidatos inicialmente preparados para aislarlo.
Lo acompañaba Arturo Puricelli, el Ministro de Seguridad, La Caricatura de Sabat.
Y por supuesto el hombre fuerte del área que lo instruye, y lo dibuja. El ya citado Berni. Quien aún se jacta, según nuestras fuentes, de brindarle la mínima importancia al General César Milani, el titular del Ejército, El Espía Seductor.
Trasciende que Milani lo busca a Berni, como a la Titina de la vieja canción. Para “acordar”.
Aunque Berni -cuentan- ni le da b…

Por orden de La Doctora, Berni mantiene también una relación formalmente amable con Ricardo Casal, El Flaco. Otro participante del acto del lanzamiento.
El Flaco Casal es el Ministro de Seguridad de La Inviable Buenos Aires.
Por conseguir su valiosa cabeza, y mantenerla colgada en su despacho, quien bregó afanosamente fue la señora Nilda Garré (junto a Milani).
Garré, La Novia Ausente, es la antecesora en Seguridad de “El Dibujo Puricelli”.
También intentó quedarse, con la cabeza del Flaco Casal, el inmanente director del CELS.
Es el colega Horacio Verbitsky, titular del Movimiento Todos por Horacio, quien hoy, según nuestras fuentes, tiene el acceso infortunadamente vedado a La Doctora.
Desde que lo entregaran, envuelto en celofán, y con un moño rojo, al general Milani, El Espía Seductor, por quien suspiran las ardientes sexagenarias.

Ahora quien reclama la cabeza preciada de Casal es, según nuestras fuentes, El Ingeniero.
Es -El Ingeniero- el cuadro misterioso que maneja, desde hace décadas, la actual Secretaría de Inteligencia, la SI, Cooperativa de Crédito de 25 de Mayo 11.
Porque, durante una feroz madrugada, desde el elitista Grupo Halcón, le habían “mandado para arriba” a uno de los suyos. El Lauchón.
Para la dogmática interpretación de El Ingeniero, según nuestras fuentes, nadie mueve el Grupo Halcón sin autorización del Ministro. Y mucho menos sin su conocimiento.
Aunque Casal, El Flaco, por lo que se supo, hizo lo imposible para demostrar que en ese tema “dormía”. Nada tuvo que ver. Y que lo último que quiere, en la vida, es tener “un quilombo con la SIDE”.
Casal, por el ajusticiamiento de El Lauchón, despidió a algún jefe. Aunque para El Ingeniero, según nuestras fuentes, no basta. Quiere más renuncias. De arriba. Es implacable.
Consta que se planificaba también enviar a El Ingeniero, según nuestras fuentes, “para arriba”.
“Enfriarlo”. Como a una botella de Don Perignon.

Pero el Líder de la Línea Aire y Sol no podía entregar la cabeza del Ministro Casal. Nunca antes de convertirlo en el próximo Fiscal de Estado.
Menos iba a entregarlo ahora, que con La Doctora “está tan bien”. Como en un noviazgo platónico, sin paredones ni zaguanes.
Por su parte, trasciende que el Ministro Casal asegura que es totalmente ajeno a la “Servilleta’s War”.
La guerra inconcebible por la información, desatada contra El Ingeniero por el bloque sólido que conforma el general Milani, El Seductor de Sexagenarias, con el respaldo declinante de La Doctora y Zannini, El Gran Consumidor de Pescado. Podrido.

Destino: Comodoro Py

Regresemos, mejor, al Puente 12.
Para que no quede la menor duda del uso grosero de la Gendarmería Para la Victoria, en el Plan Centinela (Electoral), participó del lanzamiento también el buenito de Martín Insaurralde, El Barrilete de Plomo.
Es -El Barrilete de Plomo- el candidato abnegado que debe poner la cara, junto al Líder de la Línea Aire y Sol. Para “defender los trapos” del relato que estalló. Como un espejo por culpa de un cascote. Como una causa irremediablemente perdida. Entre incoherencias y desastres. Imposturas desvencijadas, tratadas en textos anteriores del Portal.
Austero, intrascendente, abreviado, también participó del anuncio el Comandante Enrique Zach, El Gallo.
Es el Director de la Gendarmería para La Victoria.
En el esplendor del desbarajuste, El Gallo Zach deberá forzarse para no seguir los pasos desgarradores del antecesor, el Comandante Schenone.
El pobre Schenone culmina su trayectoria en el exacto destino estratégico que les aguarda a los prohombres del cristinismo.
En Comodoro Py. Edificio emblemático de la Justicia. Donde los legajos, inapelablemente, siempre esperan. Como esperaron la llegada de los funcionarios los miles de gendarmes formaditos. Hartos de la amansadora y del sol. Por el acto de servicio. Por el deber. Y -sobre todo- por unos mangos.

Serenella Cottani

Coppertone para todos

El cristinismo se evapora entre pases recíprocos de facturas veladas.
escribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella

Con el tiempo -cuando cese el apasionamiento precario- va a estudiarse la admirable construcción de poder del kirchnerismo, entre 2003 y 2005.
Como se va a estudiar también la evaporación del poder cristinista, entre 2011 y 2013.

La Doctora dejó de ser la solución. Es el problema.
Su presencia comprime, sus palabras alejan. Pero nadie se atreve, entre los suyos, a insinuarlo.
Pese a la declinación que alarma, al descenso paulatino del respeto colectivo, aún -según nuestras fuentes- se le teme.
Al extremo de asegurar que algunos viceministros decisivos, a través del correo electrónico, lo consultan a Máximo. Como si el vástago fuera de verdad un conductor solvente. Con el básico objetivo de mostrar, entre la incertidumbre, un poco de aprobación.

“La hipótesis del helicóptero, con La Doctora, no corre, olvídese”, confirma la Garganta.
Un peronista, electo con legitimidad, sólo abandona el poder como consecuencia de un golpe militar. Como en 1955. O 1976.
“O porque le pegan un tiro en la cabeza”, continúa. Por cuestiones más pasionales que políticas. Como al Gringo.

Cuando se es portador del ADN peronista, no debe consignarse ninguna hipótesis de renuncia.
“El helicóptero es una solución reservada para los radicales, que se toman más en serio y suelen ser más dramáticos”.
En la cultura de referencia, son los propios peronistas los que jamás van a admitir abdicaciones.

Entonces el cristinismo se debate en el pase recíproco de las facturas veladas.
Se impone la indulgencia interpretativa. Se recomienda evitar el ensañamiento innecesario contra los derrotados.
La catarata de adversidades acentúa el rigor de la mala praxis.
Son demasiado crueles consigo mismos, y se registran enfrentamientos en cada ministerio. Secretaría de Estado. Dependencia.
Las descalificaciones y los odios impregnan el “pálido final” (Tango).

La bronca con Zannini

“Así que nosotros somos los corruptos y Zannini un impoluto, mirá vos” -nos confirma el cercano a Julio De Vido, el Ex Superministro.
“¿Y Electroingeniería? Es Joda. ¿Romanticismo de celda? Si todo salió para el demonio es porque se hizo lo que decidió Zannini, el Jefe de La Cámpora”.
Crece, en el sigiloso peronismo, la bronca contra Zannini.
Cuentan que Zannini los arrastró con el cuento de la Democratización de la Justicia.
Por el progresismo efectista de designar, por votación popular, a los miembros manipuladores del Consejo de la Magistratura.
Es la línea de interpretación que respaldan los peronistas que absuelven a De Vido. A quien quisieron responsabilizar por la derrota. Por encargarse de repartir las espiritualidades entre los municipios. Muy tarde, muy mal.

“El responsable fue Zannini. Quiso ser el candidato nacional en el distrito único y saltar, desde la plataforma de la Magistratura, hacia la candidatura presidencial”, insiste la Garganta.

De manera que, cuando La Doctora y Zannini utilizaban a los gobernadores infelices, enrolados en el Grupo GESTAR, no era sólo con el propósito de aislar a Daniel Scioli, Líder de la Línea Aire y Sol I.
Ni porque contaban con la información distorsionada sobre las andanzas de Sergio Massa, la Rata Del Tigre que los embocó, Aire y Sol II.
Era porque se preparaba, en baño María, al sucesor preferido. Carlitos Zannini, El Gran Consumidor de Pescado. Podrido.

Frepasismo tardío para todos. A los efectos de acelerar la superación del peronismo anacrónico, representado paradójicamente por los gobernadores peronistas aferrados al“Vestidito negro”.
Ellos iban a recibir, también, con alguna excepción, la lección de la derrota de agosto. O del empate.
Son los que conversan, ahora, como tías en el velatorio. Y tratan, con relativa elegancia, de descolgarse. Para caerse del Vestidito.

La Justicia, otra vez, iba a clausurar definitoriamente el sueño.
Bastó, apenas, con declarar la inconstitucionalidad del zafarrancho legislativo de la Democratización. Volteado por la Justicia que precisamente buscaban “democratizar”.
Los aferrados al Vestidito Negro, instrumentados todos por Zannini y La Doctora, para colmo sin saberlo, iban a terminar, todos, en El Mangruyo de Granados. A los aplausos en Ezeiza, con aclamaciones favorables hacia Aire y Sol I. Como si Scioli fuera la reencarnación de Sandro.

Coppertone para Todos

En “El vuelo de los garrocheros”, se anticipó la moda previsible del invierno.
Saltar hacia el “Tigre, Tierra Santa”, también.

Se instala la creencia que 2015 contiene la atmósfera de la utopía.

Emerge octubre de 2013 como la próxima frontera. La elección legislativa aguarda con la derrota más severa en la provincia que les importa. Buenos Aires, La Inviable. Por más de 10 puntos de diferencia.

De poco le sirve, a esta altura, a La Doctora, asumir tardíamente el estallido del relato.
Aceptar la existencia de la inseguridad, de la inflación, subir el mínimo no imponible, para taparle la boca a Massa o a Moyano, El Charol.
Tampoco le sirve ocultar, en lo posible, los símbolos más cuestionados. Como si, de repente, Amado Boudou, El Descuidista, máximo error de la estadista hormonal, no existiera.
Hoy El Descuidista participa de onerosas excursiones, tan lejanas como extravagantes. Útiles para quitarlo transitoriamente del escenario.
Y carece de sentido desactivar totalmente a Guillermo Moreno, el Antonio Das Mortes, El Cumplidor de Instrucciones.
Ningún otro Das Mortes se encuentra en condiciones de apretar a los cambistas. Cueveros que se divierten con el ascenso del Blue.

Pero ánimo, no todo está perdido.
Probablemente la salvación provenga de El Consultor Providencial. Con su receta posiblemente mágica.
El Consultor Providencial fue llevado hacia La Doctora, según nuestras fuentes, por el buenito de Martín Insaurralde, El Barrilete de Plomo.

Para colmo Insaurralde sospecha, en el fondo, que efectivamente podrá ser el candidato a gobernador de La Provincia Inviable. Pero impulsado, llamativamente, por el adversario actual. Su buen amigo y colega Massa, Aire y Sol II.
Insaurralde podrá disputar, acaso, la Provincia Inviable, con el devaluado Francisco de Narváez, El Caudillo Popular, que hoy enarbola el discurso de Heidi. Aunque impulsado -secreto de multitudes- por Scioli.
Pasan cosas lindas en la familia del peronismo.
Marche más Crespi Seco.
El Aire y el Sol, en definitiva, se imponen.
“Coppertone para Todos”. Como instiga, con saludable desenfado, un airesolista del primer tipo, que se siente en la antesala del poder, y reparte embajadas como si fueran estampitas de Francisco.

Oberdán Rocamora

Fondos chinos para humillar a Brasil

La Doctora, sus rencores, y la utopía de las represas.

escribe Serenella Cottani
Río Gallegos

De las utópicas represas -Condor Cliff y La Barrancosa- la cronista publicó suficientes textos en el sitio web. Del 2007, 2008. Releerlos mantiene el extraño encanto de la frustración colectiva.
Y la evaluación más deplorable: con sus llamados a licitaciones y sus adjudicaciones falsas, las represas sirvieron, apenas, para armar tablados políticos.
Como el que viene a armar, otra vez, en la plenitud del ocaso, la señora Cristina, la Presidenta, hoy demasiado golpeada.
Supimos llamarla La Elegida. Después Nuestra César. Ahora es La Doctora.
Pasaron seis años, de avances y retrocesos, para la (probablemente) definitiva adjudicación.
El cambio más trascendental pasa por el nombre. Condor Cliff y La Barrancosa ya son Néstor Kirchner, el extinto Furia que impulsó la utopía, y Jorge Cepernic, en homenaje virtual al romanticismo casi revolucionario de los 70. Años ideales para olvidarlos.

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El vuelo de los garrocheros

escribe Serenella Cottani
Interior-Provincias

“Esto es el peronismo, no es ningún Club de Solas y Solos”, confirma la Garganta.
“Aquí se te puede perdonar cualquier pecado, menos el de la derrota”.

Inmolarse por los mohines ensayados de La Doctora adquiere un sentido discutible. Por no decir nulo.
Es como dar la vida por los ganadores de sueldos de La Cámpora.
O por los colaboradores rentados del frepasismo tardío.

“¿A cambio de qué, Serenella?”. ¿Acaso de considerables mangos, que llegan en cuentagotas y mal? ¿O por promesas de más obras? De terminar las iniciadas.

Encerrona teórica que los peronistas suelen explicar, en la práctica, con palabras procaces, indignas del presente despacho.
Porque si pierden, los tratan de culpables o traidores.
Como le pasó, sin ir más lejos, a Sergio Massa, Aire y Sol II, con Néstor Kirchner, El Furia. En la derrota “testimonial” de 2009.
Pero si ganan, los castigarán peor. La Doctora les impondrá los concejales arbitrariamente a dedo. Para entregarlos.

Les consta que a Martín Insaurralde -pobre- lo quemaron. Un buen muchacho que aprendió bastante con Hugo Toledo, uno de los tres titanes de Eduardo Duhalde, El Piloto de Tormentas (generadas). Los otros dos fueron Mércuri y Pierri.
Pero Insaurralde se diplomó merced a la confianza que “siempre le dispensó” Rossi. Canal ante Federico Achával, socio de Cristobalito.
Ahora tiene -Insaurralde- escasas posibilidades de remontar. Los cristinistas lo transformaron en un barrilete de plomo.

Los mini-gobernadores -apodados intendentes- que sin gran convicción jugaron con el cristinismo, se encuentran en la plenitud del conflicto existencial. No pueden arriesgar la mayoría en el Concejo Deliberante. Manera suicida de arrimarse a otra pérdida fatal. La libertad.
Saben que Sergio, el que está enfrente, al menos por ahora, no es ningún enemigo.
Es el Quijote que se atrevió, en cuarenta días y con veinte Sanchos, a perforarle, a La Doctora, la provincia inviable.

“Nos vacunaron”, confirma la Garganta. “Pero Scioli, acaso para conformarnos, y darnos un poco de ánimo, dice que no tenemos que dramatizar”.
Es la línea que se baja, desde arriba. Como si nada hubiera pasado. Ningún “masaso” electoral.
Para avanzar con “fe, esperanza y entusiasmo”. Hacia el paredón.
Más grave que un pecado, la derrota, en el peronismo, es un error.
Entonces la lealtad es un aspecto relativamente superfluo. Que se ofrenda a quien, en definitiva, la merece.
No es precisamente el caso de La Doctora. Ni de los frepasistas tardíos que se reportan a Zannini, el Gran Consumidor de Pescado. Podrido.

Fotografías

Se aguarda la multiplicación de los garrocheros voladores. Llegan con la medialuna metafóricamente enarbolada. Para mojarla en las tazas de café con leche de “Tigre, Tierra Santa”.
El encargado de recibirlos, aunque parezca mentira, es Alberto Fernández, El Poeta Impopular. Oportunamente puso el pie en Tigre para negociar componendas en nombre del sciolismo.
Pero, ya que estaba en Tigre, se quedó.

En el Comité de Recepción a los Garrocheros está habilitado también Eduardo Amadeo, El Conde Consorte.
Se anota -El Conde- para iniciar otra epopeya junto al visionario Felipe Solá, El Máximo Cuadro del Felipismo.
Hoy se encuentran, con el Vasco De Mendiguren, en condiciones de repartir los números, para “tener diez minutos con Sergio”. A los efectos de enrolarse en la cantera inagotable de Massa.
Como Roberto Lavagna, La Esfinge, que también pudo aterrizar. Para encontrarse con Sarghini, La Oveja, y Tito Lusiardo, alias Juanjo.
Son dos viejos protagonistas de la fotografía utilitaria, tomada en El General, restaurante temático, como el que abrió El Canca Gullo en Palermo.
Lástima que el cuarto de aquella foto, Francisco de Narváez, El Caudillo Popular, aún no haya aterrizado.
A través de la derrota, Narváez se transforma. Pasa a tener mayor gravitación. Como si hubiera triunfado.

A quien se aguarda, con relativo entusiasmo, en el garrochódromo, es a Hugo Moyano, El Charol.
Pero Moyano no tiene el estado físico de La Esfinge. A esta altura está bastante grande y pesado para clavar la garrocha en Azopardo, y elevarse hacia Tierra Santa. Aparte, no le hace falta.
Le sobran los canales para llegar a Tigre. Los intermediarios. Celestinos vocacionales que se postulan, según nuestras fuentes, como dadores voluntarios de solidaridad.
Todo para precipitar el acercamiento entre Moyano y Massa.
El Charol lo tiene a su hijo Facundo, que es pre-massista. Significa confirmar que Facundo está con Massa desde antes que Massa comenzara a dar las exitosas vueltas en la Rotonda.
Instalado en esa versión del Cruce Etcheverry que supo atormentar al cristinismo primario, cuando La Doctora estaba en banda informativa y desconocía qué camino Massa iba a tomar.
O si iba a conformarse con las vueltas. Sin decidirse.

Gente que busca gente

Para colmo, Moyano mantiene, según nuestras fuentes, los códigos superados del evangelista frontal.
De ningún modo va a hacerle un feo a Narváez, que lo arrastró hacia la lona. Aunque desde hace dos semanas Moyano estaba particularmente incómodo con su posición de falsa escuadra. Aferrado al error de la derrota que se le avecinaba. Por haberse dejado arrastrar por las carísimas derivaciones de aquella otra fotografía, la de Córdoba.
Cuando El Charol apareció sonriente junto al Caudillo Popular, y con José De la Sota, El Cordobés Profesional. Y como es habitual con Lavagna, La Esfinge.
La fotografía de Córdoba resultó letal para la asociación que se tramitaba entre Lavagna con el gran ausente. Mauricio Macri, El Niño Cincuentón.
Pero Macri, curiosamente, por intermedio de Jorge, El Primo Pobre, vuelve a encontrarse con Lavagna en un recodo del eterno camino.
Ilustración efectiva de “Gente que busca Gente”, como diría Pagni, el pensador positivista.

Como componentes de la cantera de Massa, El Niño Cincuentón y La Esfinge se reencuentran en Tigre, Tierra Santa.
Junto al Poeta Impopular, que felizmente encontró a quien dedicarle sus sonetos desesperados. Y con El Conde Consorte. O El Máximo Cuadro del felipismo. O Tito Lusiardo. Junto al “Chupete” Manzano, el Gran Productor de Humo, parte de la cantera del peronismo que se recicla hasta el infinito. En la Franja de Massa, que hasta hace tres meses era una “maza sin cantera”.

Se asiste a la epidemia de los balances. Cualquier locutor se pregunta -perplejo- qué va a pasar ahora.
Si La Doctora asimilará con sensatez “La calle cerrada de la derrota”. O si va, alucinantemente, a radicalizarse.
“Ni un paso atrás”, confirma Filmus, El Psicobolche, siempre listo para el admirable oficio de perder.
Sin percatarse que, si insisten con La Doctora en dar otro paso adelante caen, invariablemente, al precipicio.
Con todos aquellos frepasistas que, sin otra alternativa que inmolarse, se cuelgan del“Vestidito negro”.

Al cierre del despacho, trasciende que Daniel Peralta, El Campera, clavó la garrocha en la Avenida Kirchner, en la intersección con la confitería Mónaco. Para elevarse con destreza y volar, majestuosamente, hacia “Tigre, Tierra Santa”. Y anotarse en la cantera de Massa.

Serenella Cottani

La lealtad líquida

Los representantes del federalismo degradado se solidarizan con el cristinismo de Buenos Aires.

Hacia una identidad flexible y versátil
Zygmunt Bauman

Tío Plinio querido,

“Tiempos Líquidos”. A los 88 años, el pensador polaco Zygmunt Bauman podría abandonar el sublime aburrimiento de Leeds. Para dedicarse a cotejar, sus innovadoras teorías, con el estudio del peronismo.
Trátase de una cultura política que supera, en su desmesura, a la modernidad.
A la post modernidad, y a todas las otras perezas del pensamiento light.

Los Gobernadores Atragantados, emblemas del federalismo que suele devaluarse solo, se llegaron a El Mangrullo para auxiliar a la centralidad de Buenos Aires.
Tucumán, La Pampa, Salta, La Rioja, pero también Mendoza, Misiones, Santiago del Estero, Chaco, Entre Ríos.
Con sus gobernadores que se atragantaron. En expresiones de fidelidad líquida hacia La Doctora.
Consolidaban el cordón sanitario sobre Scioli, Aire y Sol I.
Llegaron al Mangrullo para completar la parábola y atragantarse, también, de pronto, en expresiones de solidaridad líquida.
Ahora hacia -quién iba a decirlo- Scioli.
Entre un atragantamiento y otro transcurrió, apenas, un hecho político.

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Gana Massa, benefactor de Scioli

Eclipse triste del cristinismo, sin estrategia ni información.

sobre Informe de Consultora Oximoron
Redactora Final Carolina Mantegari

1. Fondo de olla

La diferencia a favor de Sergio Massa, La Rata del Tigre, o Aire y Sol II, a esta altura es literalmente irremontable.

Para Oximoron, la contienda está terminada. Sólo falta el detalle técnico de la votación. Massa pasa por la ventanilla. Cobra.
Significa confirmar que se carga, acaso a su pesar, a La Secta reducida del cristinismo, que supo apoderarse de la Argentina, ante la culposa complacencia de la sociedad.
La Secta enfrenta su eclipse triste. Culturalmente aislada. Sin estrategia y sin información. Asiste a la pérdida letal de la iniciativa. Va al pie, en el último tramo, de las circunstancias. Con la insuficiencia escogida de Martín Insaurralde, un elemento rescatable, candidato que puso La Doctora para equipararlo a Massa. Para mostrar, en su banda, que va al pie de Massa.

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El campo y la secta

Del Grito de Alcorta a la Gastada de Etchevehere.

La Garganta lo había anticipado:
Etchevehere es muy personal, se manda solo. Tal vez mañana quiera lucirse con un discurso demasiado crítico”.
La bronca se percibía en el aire de la “127° Exposición Rural”.
Los reclamos, por repetidos, se convirtieron en lugares comunes.
Se perdieron “diez millones de cabezas”. “Ya Nicaragua exporta más ganado que Argentina”. “Pronto habrá que importar trigo”.

Sintetiza Susana Merlo, editora de Campo 2.0:
“A diferencia de muchos de los países vecinos, que supieron aprovechar los últimos ocho años, hoy la Argentina está sin resto”. Y agrega: “No quiso, no supo o no pudo avanzar, como lo hizo prácticamente toda la región”.
Persiste entre los ruralistas, la “gente de campo”, “chacareros confundidos con oligarcas”, un contagioso sentimiento de humillación.
Entre la queja generalizada, y la rabia contenida, un ex presidente de la Sociedad Rural -de apellido que dista de aludir al paquetismo o la riqueza- expresó el deseo personal: que Luis Miguel Etchevehere, el presidente actual, “no profundice la ruptura con el gobierno”.

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Aire y Sol II, Massa, y Aire y Sol I, Scioli

“Siete samuráis” de julio marca el retroceso de La Doctora.
sobre Informe de Consultora Oximoron
Redacción Final Carolina Mantegari

Introducción
La rayita imaginaria

“No preocupa tanto perder el poder. Les preocupa perder la libertad”.
La Garganta consolida la evaluación.
La (casi) segura derrota del cristinismo, también en la provincia (inviable) de Buenos Aires, no desespera, paradójicamente, a los cristinistas en retirada.
Los calma, y sobre todo los contiene, la conveniente liviandad del discurso de Sergio Massa, La Rata del Tigre. En adelante Aire y Sol II.
Les aporta tranquilidad. Les anticipa cierto sosiego espiritual.
“A Massa, que presentó La Ley de Medios, ya lo indultó Clarín”, confirma otra Garganta. “Tiene vocación para amnistiar”.

Quien encabeza el desprendimiento, la Franja de Massa, o el cisma, suele aposentarse entre la intrascendencia de la proclama de paz y amor. Del apego a las excelencias de la gestión.
Anuncia el fin de la “política de las descalificaciones”. Destaca el positivismo vital de la “no confrontación”. Traza la consiguiente implantación de una “raya” imaginaria que clausura los traumas del pasado. Para dedicar las energías, en adelante, hacia el “futuro”. A los efectos de “resolver los problemas de la gente”. O peor: de “estar cerca de la gente”. Un conjunto de vaguedades que encantan orejas distraídas. Genéricamente básicas, que repiten, también, con menos suerte, otros aventureros, que aportan aburrimiento en la campaña menos atractiva que se tenga memoria.
“Lo peor de las PASO son los debates sobre las PASO”, grafica con acierto Jorge Yoma, anclado en la Estación Macri.
Pero las liviandades convenientes resultan, en Aire y Sol II, transitoriamente admirables.
Con su rayita imaginaria, Massa se encuentra condecorado por la magia de ser el depositario de las ambiciones de permanencia de una magnífica troupe de medialuneros. Y de las esperanzas de un gran sector de la sociedad, saludablemente necesitado de creerle.

Osiris Alonso D’Amomio
Director Consultora Oximoron

* * * * *

El segmento

En “Geometría de los Samuráis” de mayo se explicó que aquel triángulo que conformaban “Cristina, Mauricio y Daniel”, se convirtió, con la irrupción de Massa, en un rectángulo.
Para transformarse, después, en un segmento. Tema tratado a principios de julio, en “Detrás de La Doctora y de la Franja de Massa”.
El segmento citado consolidaba a la señora presidente Cristina, La Doctora, en uno de los vértices. Con Daniel Scioli, Líder de la Línea Aire y Sol I detrás, de escolta.
Y con Massa, Aire y Sol II, en el otro vértice. Con Mauricio Macri, El Niño Cincuentón, detrás, también de escolta.
Con los desplazamientos triunfales que marcan las encuestas a favor de Aire y Sol II (Massa), y por la desertificación conceptual del oficialismo en banda, se asiste -para Consultora Oximoron- a la sobrevaloración funcional de Aire y Sol I. O sea de Daniel Scioli.
Por la carencia alarmantemente generalizada de referentes presentables, Scioli -devaluado y mancillado- debe ponerse al frente de la campaña remontadora. La que lleva al solvente mini-gobernador Martín Insaurralde, El Barrilete de Plomo. Cuesta remontarlo.
Entonces Scioli desplaza, en el vértice del segmento, a La Doctora. En su scioli-dependencia obligada, La Doctora ingresa -aunque bulliciosamente- en el ocaso. Sumergida por los incapaces que debieran cubrirla, pero que la hunden en dramatismos enfáticos que derivan en papelones memorables. A pesar de los shows en continuado de los aplaudidores escenográficos. En los actos donde, colmada de autoreferencias laudatorias, comienza, la pobre, a despedirse.
En la segunda quincena de agosto a La Doctora le costará contemplar el cielo. Por el tráfico múltiple de garrocheros que, desde los distintos puntos de la patria, clavarán la garrocha a los efectos de elevarse hacia el “Tigre, Tierra Santa”, Sede de la alcaldía Aire y Sol II. Y lugar de residencia y esparcimiento deportivo de Aire y Sol I. En Villa La Ñata.

De manera que, en el segmento principal, hoy se encuentran los dos positivistas. Con fe y con esperanzas. Aires y Soles.
El Aire y Sol I, Scioli, ahora con las huestes desesperadas de La Doctora, detrás. Lo siguen con la nariz tapada, y con deseos de que pueda socorrerlos el gobernador Sergio Urribarri, El Padre del Marcador. Pero Urribarri viene muy lejos de los samuráis. Debe hacer méritos en el pelotón de los aspirantes.
Y Aire y Sol II, Massa, con Mauricio detrás. Y con el extraordinario despliegue territorial de los medialuneros furtivos. Adelantados que cambian hábilmente de monta, para permanecer. Y suscriben el cuento de la raya imaginaria que separa el presente del pasado. Sin “descalificar”, siempre “cerca de la gente”. Paz y amor.

Los Aires y Soles encabezan el Informe de los Siete Samuráis de julio. Seguidos de cerca, aún, por Mauricio. Descolorido y sin armado, pero en la tercera posición.
El Niño Cincuentón -exponente emblemático del macricaputismo- apuesta al mérito de diluirse detrás de Massa en la Buenos Aires inviable. Y sin siquiera reclamar la reciprocidad elemental en el Artificio. Para que Massa declare su preferencia por la señora Gabriela Michetti, La Princesa de Laprida, y de Diego Santilli, El Colorado, al que promueven con el propósito inconfesable de desplazarlo del ministerio.
Para Oximoron, El Niño Cincuentón podrá imponer, al menos en agosto, a los senadores macricaputistas. Que también se anotan en los beneficios de la gestión, se proponen “resolver los problemas de la gente”, como excelentes positivistas de la paz y del amor.

El peronismo que cansa

El Informe Oximoron de julio constata el fundamentado cansancio social que produce el peronismo.
La metodología perversa que le permite siempre reciclarse.
Se legitima entonces la expansión del interés entre los tres exponentes módicos del “no peronismo”, que se imaginan lícitamente presidenciables. Mantienen, entre ellos, márgenes de entendimiento.
El cuarto samurai de julio es Hermes Binner, el John Wayne de El Hombre Quieto. No tiene inconvenientes en imponerse en Santa Fe. Para salir después a la aventura de juntar. Proyectarse desde el parlamento.
El quinto y el sexto samurai son oriundos de Mendoza.
Ernesto Sanz, La Esperanza Blanca, ya está lanzado. En el ciclo del amague mediático.
Y Oscar Cleto Cobos, El No Positivo, que se impone, según nuestras fuentes, en Mendoza, y con contundencia. Pese a los obstáculos que le plantan los correligionarios entrañables (ampliaremos en próximo Relevamiento Federal).
Cobos, como Binner, saldrá a juntar desde el Parlamento.
Hay quienes planifican, incluso, que los dos deberían juntarse.

La recuperación de la Unión Cívica Radical es siempre preocupante. El partido centenario suele aportar el suspenso garantizado. Acción y aventura en sus turnos históricos que sirvieron, hasta aquí, para revalorar el peronismo.
Justamente el peronismo que hoy -por la dinámica de su perversidad metodológica- cansa.

Final con La Doctora

Por capacidad de daño, y por su implícita condición de cuadro influyente, el Informe Oximoron de los Siete Samuráis de julio lo cierra La Doctora. Aunque esté, en la práctica, fuera de juego. Entre la magnitud de las peleas desaconsejables. En sistemática simultaneidad.
Primero, la más lesiva. Contra el Grupo Clarín. Sin respetar, curiosamente, la alegada cuestión de género.
La Doctora ni imagina, acaso, que la señora Ernestina, directora nominal del ejército que considera enemigo, pasa, según nuestras fuentes, por una instancia triste de senilidad, que la aleja del combate racional. Debiera medirse en los agravios, sobre todo después de haberla agraviado tanto.
Segundo, la pelea inútilmente desgastante con la Suprema Corte. Aunque tal vez pronto La Doctora pueda conmoverse con la constitucionalidad más deseada. Pero por convicción jurídica, y no como consecuencia de los aprietes que le ponen, a su ocaso, migajas de autoritarismo.
O la última para citar, su guerra moderna contra los servicios de inteligencia. Impulsada por Carlos Zannini, el gran consumidor de pescado podrido, que cree que “las servilletas” obstaculizan sus decisiones políticas. Fueron errores que la arrastraron hacia el papelón-Milani.
Después de todo, el conflicto de fondo La Doctora lo sobrelleva consigo misma. En la desesperada búsqueda de convencer, al semejante, que el suyo es un gobierno revolucionario. Transformador. Sin darse cuenta tampoco que cada vez más semejantes, que para colmo nada tienen de oligarcas ni de gorilas, en cuanto aparece invasivamente en sus casas acuden, sin culpas, al cambio definitivo de canal.

Carolina Mantegari
Redacción final Consultora Oximoron

Tigre, Tierra Santa

Por la mini-gobernación. Y por Villa La Ñata.

escribe Oberdán Rocamora.

Aire y Sol I, Daniel Scioli, y Aire y Sol II, Sergio Massa.
Por prepotencia de encuestas, por persistencia y suerte de los protagonistas, Tigre pasa a ser, en adelante, la transitoria Tierra Santa.
Como lo fue Anillaco, en La Rioja. O Río Gallegos, en Santa Cruz.
Mientras tanto, la civilización kirchner-cristinista paulatinamente se extingue. Se asiste al cambio abrupto de santidad geográfica.
Consecuencia lógica de la fatídica caravana de errores. Y de los “escándalos y soledades” (novela homónima de Beatriz Guido).

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