La lealtad líquida

Mundo Asís

Los representantes del federalismo degradado se solidarizan con el cristinismo de Buenos Aires.

Hacia una identidad flexible y versátil
Zygmunt Bauman

Tío Plinio querido,

“Tiempos Líquidos”. A los 88 años, el pensador polaco Zygmunt Bauman podría abandonar el sublime aburrimiento de Leeds. Para dedicarse a cotejar, sus innovadoras teorías, con el estudio del peronismo.
Trátase de una cultura política que supera, en su desmesura, a la modernidad.
A la post modernidad, y a todas las otras perezas del pensamiento light.

Los Gobernadores Atragantados, emblemas del federalismo que suele devaluarse solo, se llegaron a El Mangrullo para auxiliar a la centralidad de Buenos Aires.
Tucumán, La Pampa, Salta, La Rioja, pero también Mendoza, Misiones, Santiago del Estero, Chaco, Entre Ríos.
Con sus gobernadores que se atragantaron. En expresiones de fidelidad líquida hacia La Doctora.
Consolidaban el cordón sanitario sobre Scioli, Aire y Sol I.
Llegaron al Mangrullo para completar la parábola y atragantarse, también, de pronto, en expresiones de solidaridad líquida.
Ahora hacia -quién iba a decirlo- Scioli.
Entre un atragantamiento y otro transcurrió, apenas, un hecho político.

Corresponde asumir, tío Plinio querido, la disciplina del periodismo (artesanal), como primera interpretación de la historia.
Ocurrió el lanzamiento, en la provincia (inviable), de Sergio Massa, Aire y Sol II.
Es -Massa- el flamante merecedor del nuevo cordón sanitario.
Representa -diría Bauman- la adversidad líquida.

La lealtad líquida. Massa sorprendió con el armado territorial en 128 distritos.
Desubicó al gobierno a la bartola, controlado por La Secta, que no tenía el menor Plan de Lluvia. Ningún Plan Líquido.
Ante la Tormenta (líquida) Massa, el cristinismo se encontraba en plena banda espiritual.
Téngase en cuenta que Los Atragantados, junto a La Doctora, debieron celebrar que Scioli, en la oportunidad, no saltara.
Que no abandonara el barco a la deriva (líquida). De donde pretendían arrojarlo. Hacia los tiburones.

Si se hubieran juntado las dos expresiones del airesolismo…
Es decir, si Scioli se hubiera asociado a Massa, al cristinismo apenas le restaba apagar la luz. Para ingresar en la subasta del olvido.
Sin embargo Scioli, según nuestras fuentes, nunca pensó verdaderamente en saltar.
Dilataba tal vez la falsa posibilidad del salto, en diversas reuniones con el fantasma de Massa.
Por intermedio de determinados delegados que hablaban en su nombre, e incluso hasta con algún consentimiento.
Como el funcionario que suele destacarse por ser el máximo sciolista de la tierra, y que iba anotado en la lista.
Y por el Poeta Impopular, que no quería quedarse tampoco afuera.
Un vate que llegó a componer los sonetos más desesperados. Desde que La Doctora -implacable- le cortó el rostro. Para no querer verlo, en adelante, nunca más.
Hubo otros audaces que chapeaban, según nuestras fuentes, por cuenta propia. Sólo Bauman podría sacarles algún jugo existencial.

Ajedrez perverso

En el ajedrez perverso, Scioli, Aire y Sol I, dilataba la negociación (líquida) con Massa, Aire y Sol II.
Del mismo modo que Massa dilataba la negociación (líquida) con La Secta. El gobierno.
Massa entretenía a los enviados de La Secta, y Scioli lo entretenía a Massa.
Con la distribución generosa de caramelos de madera, ligeramente espolvoreados con azúcar impalpable.

De acuerdo a la interpretación presente de la historia, los que se sorprendieron, primero, fueron La Doctora y Carlos Zannini, El Gran Consumidor de Pescado Podrido.
Cuando Massa les lanzó la precipitada oferta electoral. Pero con algunos nombres providenciales de relleno, en las posiciones que estaban reservadas, según nuestras fuentes, tío Plinio querido, para el sciolismo.
Consta que, en todos los bosquejos, que guarda Massa, se impulsaba una ubicación privilegiada para el misterioso FDN. Al que Aire y Sol II resistía. Vaya a saberse el motivo.
Hasta el punto final de esta carta, no se pudo confirmar la identidad de FDN.

Salvaciones

Pero Massa, Aire y Sol II, se sorprendió, en este ajedrez perverso, del mismo modo que La Doctora y El Gran Consumidor.
Al enterarse que Scioli, Aire y Sol I, dejó de contestar los teléfonos. Para asumir públicamente lo que nunca había puesto, en el fondo, en duda. Quedarse.
La lealtad líquidaCon La Doctora, que lo despreciaba. Y con la memoria de “El Flaco”.
El que “nunca se iba a decepcionar por haberlo elegido”.
Como Aire y Sol I dijo, en El Mangrullo, para conmover a los Gobernadores y los Mini Gobernadores, atragantados de lealtad líquida.
Y para conmover, hasta el paroxismo, a los Funcionarios Atragantados del Frente para La Victoria. Los que también se habían anotado en la masacre, por instrucciones presidenciales.
Sin sospechar que el masacrado, el que no “defendía con convicción los trapos”, iba a convertirse, gracias a Massa, en el salvador.
Significa confirmar que Scioli salva a La Doctora. Y que Massa salva, tío Plinio querido, a Scioli.

“Pasan cosas lindas en la familia (líquida) del peronismo”.
Como en la vieja propaganda del Crespi Seco.
Ejemplos prácticos, en realidad, de teoría política líquida.

Epílogo líquido

El epílogo es, como todo en la Argentina peronista, transitorio. Flexible y liviano, como la identidad.
Los mini-gobernadores, apodados intendentes, que humillaron a Scioli en Santa Teresita, en enero, en El Mangrullo lo celebraron.
Como los gobernadores atragantados, que se confabularon en Paraná, para tenderle el cordón sanitario.
Gobernadores y mini gobernadores, funcionarios y buscavidas, se emocionaron con las expresiones de lealtad líquida.

Bauman debiera esclarecer. Indagar en el amor reversible de estos muchachos inmortales del peronismo que se recicla.
En las muestras de lealtad líquida de los representantes del federalismo degradado.

Llegado el caso, acaso, las expresiones de lealtad líquida serán -¿por qué no?- hacia Massa, Aire y Sol II.
O no vacilarán de masacrarlo de nuevo a Scioli, Aire y Sol I, por definitiva vez.
Si es que La Doctora se repone, y La Secta vuelve a tomar impulso.
Como para lanzarse, con insistencia, a la idea de permanecer. Al menos otra década (líquida).

Dígale a tía Edelma que, según “La trama de Madrid”, el notable libro de Yofre, Perón no nació en 1895.
Dice Yofre que lo anotaron a Perón dos años después. Es de 1893.
El dato es astrológicamente sustancial.
Significa confirmar que Perón no era Cabra de Madera, como se creía. Era Serpiente de Agua.
Como, curiosamente, La Doctora.
Ella es Serpiente de Agua de 1953 (recuérdele a tía Edelma que las identidades se repiten cada 60 años).
Revelación casi confidencial, para manejarla con reservas.
A ver si La Doctora, al enterarse, se agranda. En un peronismo líquido que dista de caracterizarse por la racionalidad.